Mis allegados me advirtieron mil veces diciéndome que ese hombre no me convenía. Hacíamos el amor de manera compulsiva, con pasión y desenfreno, hecho que siempre celebrábamos, con el típico cigarrito de después. Al final descubrí que, ciertamente, ese hombre no era bueno para mí. Y es que tanta nicotina, acabó con mis pulmones.
6 comentarios:
Si es que las malas relaciones son un verdadero peligro... ¿O no?... Las buenas pueden ser a veces tan, tan aburridas.
TQ.
Jejeje, gracias por inaugurar los comentarios, está visto que el tema del tabaco ya es un asunto de lo más denostado. ¿Relaciones aburridas? bufff, quién quiere eso? ;-)
Un besazo
Ah, el tema del tabaco. Soy siempre tan ambivalente con eso jmm.
Sí, en serio se nota un cambio en la narrativa. no digo que sean mejores o peores. Digo que se trata de otra Maite, una distinta.
Por cierto, ¿cuál responderá hoy?
Juan: ¿de veras ves un cambio tan grande? Yo leo esto y me reconozco perfectamente, no sé. Y por cierto, te respondo yo, que no sé muy bien quien es, porque aún no tengo claro quien soy :-D Un abrazo
Cuando llegue a la primera entrada te cuento que veo, ¿quedamos en eso?
Ok, Juan, haces ese análisis y me lo cuentas ;-)
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