El balón, harto de ser tratado siempre a patadas, tomó aire y, cogiendo carrerilla, comenzó una cruzada contra los futbolistas persiguiéndolos por todo el terreno de juego. Cuando hubo terminado con ellos, se fue de allí rodando.
10 comentarios:
Anónimo
dijo...
Si siñor, si es que hasta las pelotas tendrían que tener su puntito de orgullo, hombre!!
Ya era hora de que le echara pelotas el pobre balón. ¿Y qué hizo con los jugadores? ¿Los metió en las porterías? Me los imagino enredados como peces y asustados mientras el balón rueda por el campo vigilándolos con cara de pocos amigos :P. Un abrazo, Maite. --->
Sí Baizabal, a veces nos declaramos en rebeldía, y cuando nos paramos a mirar, resulta que cada uno está a lo suyo, sin darse cuenta de nuestra pequeña lucha. Pudo pasarle igual a este balón, o quien sabe, tal vez logró llevar a cabo su venganza. Un abrazo.
Bienvenida, Chula. Qué bueno que hayas llegado hasta aquí caminando por otros blogs. No hace falta que te diga que las letras son para ser leídas, así que no hace falta que pidas permiso, simplemente, quédate. Un abrazo.
10 comentarios:
Si siñor, si es que hasta las pelotas tendrían que tener su puntito de orgullo, hombre!!
Siempre original. Siempre queriéndote.
Jejeje, eso es, todo el mundo tiene que hacerse valer ;-) Un abrazo, Luis.
Ya era hora de que le echara pelotas el pobre balón. ¿Y qué hizo con los jugadores? ¿Los metió en las porterías? Me los imagino enredados como peces y asustados mientras el balón rueda por el campo vigilándolos con cara de pocos amigos :P.
Un abrazo, Maite.
--->
Jejeje, muy buena imagen esta que has creado en tu comentario, Alberto. Con ese argumento se podría hacer un relato más largo. Un abrazo.
Pobre balón, estoy seguro de que muy pocos se dieron cuenta de su rebelación.
Suerte en el concurso
Sí Baizabal, a veces nos declaramos en rebeldía, y cuando nos paramos a mirar, resulta que cada uno está a lo suyo, sin darse cuenta de nuestra pequeña lucha. Pudo pasarle igual a este balón, o quien sabe, tal vez logró llevar a cabo su venganza. Un abrazo.
Me temo que estaba ya hasta las pelotas!.
Me ha gustado el micro.
Un saludo
Jejeje, efectivamente, estaba el pobre hartito de tanto maltrato. Un beso A.M.
Hola, gracias a la reunión de micro-filosófico-relatos he dado con este blog y me ha gustado mucho. Así que con permiso, continuaré siguiéndolo.
Saludos.
Bienvenida, Chula. Qué bueno que hayas llegado hasta aquí caminando por otros blogs. No hace falta que te diga que las letras son para ser leídas, así que no hace falta que pidas permiso, simplemente, quédate. Un abrazo.
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