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jueves, 22 de marzo de 2012

viernes, 2 de marzo de 2012

Microrrelato: El viejo escritor



Cuando a Pen Ink empezó a fallarle la mecánica de su ya anciano corazón, sus lectores comenzaron a temerse un fatal desenlace. Pink, como le llamaban los más allegados, sufría más por no poder volver a escribir, que por la trágica posibilidad de tener que abandonar este mundo. Los médicos convinieron realizar una delicada intervención para colocarle un marcapasos. Él aceptó, pero no sin antes poner un requisito perentorio al que los galenos no supieron negarse. Tras nueve horas en el quirófano, a Pen Ink le implantaron, tal y como él había deseado, un marca-páginas en el corazón.