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jueves, 29 de diciembre de 2011

Microrrelato: TERRORES NOCTURNOS


El niño oye un ruido sospechoso bajo la cama. Agarra la sábana y la sube por encima de su cabeza, asiendo la tela con tal fuerza que nota como las uñas se le clavan en el interior de la palma de la mano. Los nudillos, enrojecidos por la presión, parecen antorchas encendidas en la oscuridad de la noche. Mientras, el monstruo, nota que alguien se mueve, arriba, entre las mantas. Ambos permanecen agazapados en sus escondites, quietos, muertos de miedo, con los ojos cerrados bien fuerte, esperando que el otro desaparezca.

lunes, 26 de diciembre de 2011

EPITAFIO.- Quiero ser tortuga



Quiero ser tortuga y tener…


Una coraza donde guardar las dudas
donde huir de los miedos
y aparentar ausente
donde evitar depredadores
y parecer valiente.
Una carcasa sin agua ni luz
donde ser tortuga o ser nuez
donde ser anfibio o ser pez
Un caparazón donde mudar la piel
donde esconder la testuz
donde ser mujer
sin que nadie me acuse
sin pruebas
sin argumentos
sin alma
de ser avestruz.

                             R.I.P. Desde mi caparazón

jueves, 22 de diciembre de 2011

Mi microrrelato Manuel D'Amore nominado a los Premios Trapseia a la “Lectura Disfrutada”



Mi microrrelato Manuel D'Amore ha sido nominado a los Premios Trapseia a la "Lectura Disfrutada".

En el blog de Trapseia encontraréis un montón de nominaciones muy interesantes que no deberíais perderos. Os recomiendo que paséis por allí, y votéis en todas las categorías, a quien más os guste.


Desde aquí doy las gracias a Pablo Garciñuno, que también compite en esta categoría, y que ha tenido mucho que ver en mi nominación.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Microrrelato: UNA MUÑECA



"Yo la abrazaré bien fuerte y me la llevaré conmigo", pensé nada más verla. Adoraba los juguetes, la Navidad estaba cerca y tenía permiso para pedir lo que quisiera. Me lo había dicho mamá y ella siempre cumplía sus promesas. Decidí quedármela. No me importaba que no tuviera ropa intercambiable para poder jugar a las casitas o que fuera idéntica a las demás. Sus ojos rasgados y su sonrisa me habían cautivado. Yo diría que a mamá también, porque con las lágrimas recorriéndole el rostro, antes de firmar los papeles de la adopción, me dijo: "parece una muñeca".

lunes, 12 de diciembre de 2011

Microrrelato: COPIA ORIGINAL


En unos pocos minutos terminé de escribir el relato. Tras recostarme en la silla y estirar los brazos como si de la entrada en meta de una competición se tratara, procedí, como siempre, a repasar el texto en alto, bolígrafo en mano, para irlo puliendo a medida que iba haciendo mis correcciones. Me sorprendió ver que lo escrito no necesitaba retoques. Contuve la respiración al ver un dinosaurio en la historia y personajes pendientes de un hilo, esperando a ser empujados por el lector en el momento en que el autor pasara justo por debajo, mientras en otro escenario ya se le iba preparando una lápida al futuro difunto, una losa muy pequeña, de dimensiones reducidas, con una inscripción que decía “aquí yace un microrrelato” Como ya he dicho antes, no tuve que cambiar ni una coma. No lo entendí hasta que di la vuelta a la etiqueta que pendía del texto, -Made in China- podía leerse, casi igual que el original.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

La Revista LA BOTICA publica cuatro de mis microrrelatos


La Revista Literaria La Botica, en el nº 17 de su edición en papel, publica cuatro de mis microrrelatos: "Mujeres prosódicas", "Un hombre en la luna", "Genoma humano" y "Obra póstuma" -páginas 18 y 19-

Además comparto honor con compañeros que todos conocéis David Moreno y Gotzon Sillero, por lo que os animo a leerla a través de este enlace: Revista La Botica nº 17

En su página web podéis descargaros también números anteriores Web Revista La Botica

jueves, 1 de diciembre de 2011

Microrrelato: REVOLUCIONARIAS



Por fin quietas! –gritaban los hombres entre risas y copas de vino-. En un tiempo ellas habían hecho un pacto: negarse a proporcionar cualquier placer conyugal a sus maridos, u otorgar trato de favor alguno en este sentido a sus amantes, aunque éstos se lo suplicasen. La consigna había consistido en recibirlos vestidas con sus rasos más sugerentes, para después rechazarlos de forma infame. Los varones atenienses festejaban el final de Lisístrata y sus amigas, mientras brindaban frente a las estatuas que las veneraban, erigidas en mármol; igual de frías, pero mucho más inocentes.