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miércoles, 30 de junio de 2010

COARTADA PERFECTA


Se secaba las gotas de sudor en su pulcro uniforme. Sentado en el banquillo, repasaba mentalmente el testimonio que habían preparado para el juicio durante meses. Estaba destinado en Andrómeda desde el año 3025, con un expediente intachable, como soldado del ejército de salvación de la Vía Láctea.

En la sala del tribunal, habían tomado ya declaración por escrito al testigo ocular, quien aseguraba haber visto al acusado en las inmediaciones de la supernova, a la misma hora en que se produjo el hurto del polvo interestelar.

Tras horas de arduo proceso, el abogado defensor, seguro de sí mismo y mirando de frente, uno por uno, a los miembros del jurado, comenzó su alegato. Presentó la prueba irrefutable de un certificado médico que rezaba que su defendido tenía una alergia al polvo, grado alfa, que echaba por tierra cualquier posibilidad de ser declarado culpable.

martes, 29 de junio de 2010

INOCENCIA

Como cada velada, su padre bebía cervezas en el porche sin cesar. Con su camiseta interior blanca sudada, los calcetines roídos y el puro babeando en su boca, reía sarcásticamente cada vez que la pequeña preguntaba por su madre.

Un día tras otro, siempre le veía repetir los mismos ademanes. Sentado en su hamaca, hacía un gesto de afirmación a los distintos tipos que se acercaban con el coche, mientras con una palmada en el trasero enviaba a Carla al interior del vehículo. Los dos faros del auto se iban alejando poco a poco, introduciéndose en la oscuridad hasta desaparecer detrás del cerro.

La niña, con sus pequeños pies descalzos sobre el barro, se acercaba hasta su padre y volvía a preguntarle -¿dónde va mamá?

Él la miraba con desdén, y le respondía socarronamente –va a hacer figuritas con ese señor. Para que tú y yo podamos comer mañana- espetaba riéndose.

Días más tarde, cuando el sol comenzaba a ponerse. La chiquilla sacó dos tablas de madera al jardín, las colocó con esfuerzo sobre unos troncos, y fabricó con ello una especie de mesa. En otro viaje trajo de la casa unos trozos de arcilla y unos cartelitos con números. Lo dispuso todo encima del improvisado mostrador y anunció: -Desde hoy, seré yo quien haga y venda las figuritas de barro a los señores.

lunes, 28 de junio de 2010

EL MÚSICO RUSO

Alexey vino desde Rusia hace años buscando una segunda oportunidad. Amante y apasionado de la música, recordaba con añoranza su pasado como Director de Orquesta en Ekaterinburgo. La situación política y económica del país hizo que muchos ciudadanos perdieran su empleo, y tuvieran que lanzarse a buscar otros caminos. Con el fantástico curriculum que le avalaba, y su habilidad para tocar casi cualquier instrumento a la perfección, no tuvo muchos problemas para encontrar trabajo en España. Le contrataron como maestro en Lorca, en el Conservatorio Narciso Yepes. Allí fue donde conoció a Irina, una compatriota dulce y espectacular a la que quedó rápidamente subyugado. Ahora, las circunstancias habían cambiado mucho, Alexey había tenido que desprenderse de su órgano a la fuerza, no le quedaba más remedio. Mientras, recordó cómo se conocieron. Ella, una virtuosa del violín, él, un prestidigitador de la música. Ella, una joven rusa soltera, él, un maduro profesor sano, y sin compromiso. Todo jugaba a su favor. Cuando a Irina le diagnosticaron una insuficiencia renal crónica, Alexey lo tuvo claro, ya estaba decidido a compartir con ella sus hábitos, gustos, manías, y toda una vida, por lo que tras realizarse las pruebas de compatibilidad, sin dudarlo un solo segundo, le donó su riñón.

domingo, 27 de junio de 2010

ASFIXIA

Se encontró boqueando, buscando una gota de oxígeno en esa atmósfera irrespirable. Los ojos, fuera de sus órbitas por la ausencia de aire, o quizás por la condensación del miedo, clamaban auxilio. Un hilo imperceptible desgarraba su garganta, y un dolor agudo en el estómago, como un pinchazo infinito, le rompía las entrañas. Notaba su cuerpo mojado, salado, el anuncio del pánico de quien presiente que todo se acaba o el llanto de quien está desesperado.

Sus piernas golpeaban rítmicamente el mimbre dando saltos inútiles con los que escapar de la ausencia de vida. Un fuerte tirón lo colocó sobre la mesa de acero. De reojo podía ver un estilete y unos guantes sobre la fría superficie. Posiblemente ya estuviera muerto.

Escuchó ruidos y un lenguaje ininteligible. Allí estaban, una familia de barbos, observándolo, con las agallas dispuestas a abrirle las tripas.

viernes, 25 de junio de 2010

JARDICIENTO

Jardiciento vivía en bookland, en una casa cercana al castillo del Rey y su encantadora hija, la Princesa Azul. Cada mañana, el muchacho, acudía a Palacio para arreglar los parterres y los rosales. Los jóvenes cruzaban cómplices miradas y, simulando alguna sugerencia decorativa, la Princesa se acercaba hasta el jardinero, rozando levemente su mano. Pero en cuanto la aya presentía el más mínimo gesto de confianza con el vasallo, encerraba a la dama en la almena más elevada durante semanas, no sin antes sermonearla. Un buen día, en toda la comarca se anunció el enlace entre la Princesa Azul y el Príncipe Verde. Jardiciento, decidido a evitar que su amada se desposara con otro, utilizó todas las tretas que conocía. Se comió una manzana envenenada, montó a lomos de una calabaza, pinchó con una aguja su dedo y hasta se compró un disfraz de sapo. Así, de esta guisa, esperó que el sueño llegara, que la princesa lo besara y que el cuento, como en los libros, tuviera un final feliz.

jueves, 24 de junio de 2010

LA LEYENDA DEL ALFARERO DE MORÁN DEL PÍ

El último viernes de cada mes, de la fuente de Morán del Pí brotaba vino en lugar de agua. Contaba la leyenda que esto era obra de Luis Salcín, alfarero de la localidad hasta 1982, año en que falleció. Se decía que el anciano artesano, amante de su pueblo y apasionado de su oficio, para perpetuar la tradición, cada mes realizaba el milagro. De este modo, en esas fechas, cientos de visitantes adquirían preciosas ánforas que regresaban repletas del rico caldo.

En la vieja alfarería, el nieto de Luis trabajaba el barro esgrimiendo una sonrisa pícara. Como cada fin de mes, había pasado toda la noche cargando litros de vino hasta la plaza. Desde el torno, observaba a los turistas que, fascinados con su arte, elegían delicados recipientes donde verter el quimérico líquido, sin siquiera sospechar que el milagro sí provenía de un Salcín, pero no exactamente del difunto Luis.

miércoles, 23 de junio de 2010

CEGUERA

Pedro, el oculista, ha salido corriendo. Él que siempre había cuidado de la vista de los demás, ahora, sin saber cómo ni porqué, se encontraba sumido en una total y absoluta ceguera. Tropezó con las sillas de la consulta y chocó contra las puertas, hiriéndose brazos y rostro. Alcanzó la calle bajando con cuidado las escaleras. Caminando a gatas en la oscuridad, iba colisionando con otras personas que, como él, aullaban de miedo al sentir un manto negro sobre ellos. El mundo, sin avisar, se había sumido en una inquietante tiniebla. Nadie les había advertido del verdadero alcance que tendría el apagón neurológico.

martes, 22 de junio de 2010

LA SABIDURÍA DEL CHAMÁN

Tras visitar varios médicos, y sin obtener ningún resultado positivo, un amigo le recomendó que acudiera a un curandero. Llevaba meses sintiendo una fuerte presión en la nuca que le obligaba a caminar siempre con la cabeza erguida, una especie de tortícolis que le forzaba a mirar por encima del hombro. También notaba un peso descomunal sobre los hombros, como si tuviera a alguien subido a la espalda. En ocasiones, intuía una presencia incómoda a su lado, por ello se miraba una y otra vez en el espejo, intentando descubrir algún perfil extraño, algún espectro, un ectoplasma tal vez. Cuando contó todos estos síntomas al chamán, éste se quedó pensativo unos instantes, le miró directamente a los ojos y resolvió: -Amigo, no busques la solución fuera de ti, porque lo que tú tienes no es otra cosa que, el ego subido.

lunes, 21 de junio de 2010

EL PEQUEÑO CORSO

Se despertó inquieto, esperando que, como cada día, sus lacayos acudieran a asearle y vestirle. Aquella mañana se pondría su guerrera, su banda de general y sus lustrosas botas.
Se acordaba de su amada Josefina. Le costaba apartarla de sus pensamientos. Ella era la única persona con la que había generado un auténtico lazo sentimental. Envuelto por ese halo de romanticismo, decidió que hoy daría un gran paso. Mandaría una misiva al Sumo Pontífice para que acudiera al acto de su coronación como Emperador de Francia.
De un salto se puso en pié y continuó esperando. Poco a poco comenzó a impacientarse, tenía prisa por tomar posesión de su cargo. Contrariado por la tardanza, empezó a aporrear la puerta y las paredes con violencia, profiriendo unos gritos ensordecedores: “Soy vuestro Emperador, Napoleón Bonaparte” Al instante se oyeron unos pasos, el tintineo de unas llaves y las vueltas del cerrojo. Dos corpulentos celadores entraron al acolchado cuarto. Lo inmovilizaron, lo tumbaron, y, sin más miramientos, le aplicaron su ración de terapia por electroshock.

viernes, 18 de junio de 2010

SAN FERMÍN

Ya suenan los primeros cánticos. La plaza, efervescente, espera el chupinazo que de rienda suelta a los sentimientos más intensos. Cerca de mí, un hombre con la mirada excitada grita con un marcado acento extranjero ¡¡VIVA SAN FERMÍN!! Es uno más de los muchos que deciden no perderse la FIESTA con mayúsculas. En ese momento me echa la mano al hombro en espontánea camaradería, y me dejo contagiar por su admiración al Santo ¡¡VIVA!! respondo yo. Me sonríe, como si echara todo esto de menos desde hace tiempo. Su rostro no me es del todo desconocido y su anticuado atuendo me intriga. Es periodista americano, del Toronto Star, me cuenta. Y se aloja en el Quintana, el hotel de su gran amigo Juanito. Cierro un momento los ojos tratando de pensar dónde le he visto antes, y recuerdo que hace ya más de 65 años que el Quintana no existe. Al abrirlos sólo oigo el estruendo de los cohetes y el tumulto cantando al unísono. A mi lado, un vacío, y a lo lejos unas campanas que doblan, tal vez lo hagan por Hemingway.

jueves, 17 de junio de 2010

ERROR DE IMPRENTA

Le sudaban las manos, y el corazón, desbocado ante la intriga, se aceleraba a medida que iban avanzando los capítulos. Aquel libro era realmente bueno. Los personajes estaban tan magníficamente dibujados que se tornaban tridimensionales. ¿Quién habría cometido aquél horrendo crimen? Todos los protagonistas parecían sospechosos y las pruebas e indicios que el avispado detective encontraba, iban desmontando algunas coartadas y estrechando el cerco sobre el culpable.

La avidez de su lectura le permitió llegar al desenlace antes de lo previsto, fue entonces cuando sucedió algo inesperado, un error de imprenta que lo cambió todo. En el momento preciso en que el novelesco detective iba a señalar al malhechor y proceder a su detención, al pasar la página, ante sus ojos, aparecieron aquellas insidiosas hojas en blanco.

Esa noche y las siguientes intentó dormir, pero le fue imposible, continuamente le asaltaban las dudas, ¿quién sería el homicida? ¿cómo lo iba a saber ahora? ¿y si andaba suelto por la ciudad? ¿correría él algún peligro? Andaba por las calles y todos aquéllos con los que se cruzaba despertaban sus sospechas, iba a la oficina y los que ayer fueron sus amigos y compañeros de trabajo hoy parecían tener el perfil del asesino, sentía el peligro acechándole en cada esquina, en cada mirada, en cada puerta. No podía continuar viviendo así, angustiado por el terror de ser la próxima víctima.

Atrapado por la inquietud y arropado por los ansiolíticos, decidió enfrentarse a esas páginas en blanco, escribir él mismo el final de la historia, descubrir al asesino, identificarlo. Acallar las voces de su mente, la intranquilidad de su alma, el aullido del miedo. Tomó la pluma despacio, y sus manos, manchadas de sangre, desvelaron su nombre.

miércoles, 16 de junio de 2010

INVASIÓN

Hace ya tiempo que aquí nadie cree en los milagros. Desde que los intraterrestres vinieron con sus cohetes espaciales e invadieron nuestro espacio, ya no se puede vivir aquí arriba. Llegaron cargados de promesas de amistad y desarrollo, y les creímos. Ahora no quedan estrellas en el cielo, a Marte le hicieron un bloqueo económico, por aquello de ser rojo, y hasta vendieron los anillos de Saturno en una casa de empeño. Hace meses que estamos planeando huir. Nos llevaremos al sol antes de que lo fundan y hagan oro con él. Y es que desde que nos invadieron, en este Universo, es imposible subsistir.

martes, 15 de junio de 2010

AVES MIGRATORIAS


Los tiempos se habían vuelto muy difíciles para todos, y el cambio climático estaba devastando los bosques de una manera atroz. Por ello, el águila, compró un pasaje para su familia en el globo patera, con la esperanza de que ellos tuvieran un futuro mejor.

lunes, 14 de junio de 2010

EL REFUGIO DE MARÍA

Los insultos, los golpes y los gritos volvían a empapelar la casa. María, tapándose los oídos, fue corriendo a encerrarse en su cuarto. Buscó sus lápices de colores y en un papel en blanco pintó un enorme arco iris. Esbozó una sonrisa. Dibujó una casa roja con hermosas ventanas azules, y una puerta abierta por la que entrar a refugiarse. En el jardín, plantó un cartel prohibiendo la entrada de adultos. Despacio, introdujo primero un pie, después el otro y, finalmente, el resto de su pequeño cuerpo. Cerró la puerta. Allá dentro, los sonidos se quedaron mudos, y se sumergió en el más feliz de los sigilos. Al rato, entró su padre en el dormitorio a buscarla, arrugando el dibujo con furia y tirándolo al suelo. En ese instante los llantos perdieron su afonía y volvieron a retumbar las paredes. Se abrió la puerta del armario y una voz ronca le dijo: -María, mamá se ha caído, nos vamos al hospital.

domingo, 13 de junio de 2010

SEÑA DE IDENTIDAD

Había perdido su sombrero, y con él, su personalidad. Ya no existían las mañanas, ni la compañía, y mucho menos el cariño. Los años desaparecieron por arte de magia. Los campos vaciaron sus viñas y los soñadores, se quedaron sin sueños. Agotadas las esperanzas, en un quiosco una revista hizo un guiño, y allí, la ene, encontró su sombrero, y con él su seña de identidad.

viernes, 11 de junio de 2010

ALTER EGO

Preso de la locura, agarré un cuchillo e intenté desprenderme de ella. Siempre andaba pegada a mí, como si su existencia dependiera de cada uno de mis actos. No podía soportarla más. Me enervaban sus movimientos, con los que parecía estar burlándose de mí a cada paso. Llegué a pensar en más de mil maneras de deshacerme de ella, sin que ninguna obtuviera el resultado deseado. Finalmente descubrí que sólo en la oscuridad, ella, maldita imitadora, me dejaría de perseguir.

jueves, 10 de junio de 2010

LA CENA

La carne rebozada fría no vale nada, pensaba mientras se examinaba las manos llenas de escamas. El doctor le había dicho que eran sabañones, por el crudo invierno y la humedad. Llevaba semanas aplicándose la dichosa pomada, pero aquello, lejos de mejorar, se le iba extendiendo por todo el cuerpo.

Tenía hambre. Metió la carne a calentar al microondas y volvió a mirarse los brazos. Le repugnaba la visión de esa piel escamosa. Arrastrando los pies, antes de cenar, fue a echar un vistazo a su caja de gusanos de seda. Al despertarse sintió en la cocina el microondas aún dando vueltas y bajo la cama encontró su caja de larvas, vacía.

miércoles, 9 de junio de 2010

TREGUA

Tras lo que mi cuerpo consideró un reparador descanso, intenté abrir despacio los párpados y sacudir el sopor que se había adueñado de mí. Al hacerlo, choqué con una total y absoluta oscuridad. Quise estirar los brazos y no pude. Lo mismo me pasó con las piernas. Las rodillas tocaban una dura superficie que me inmovilizaba. Sólo un sonido lejano rompía el silencio, algo parecido a un gemido.

Pronto acudieron las imágenes a mi mente. Como la secuencia de una película, los recuerdos comenzaron a sucederse uno tras otro. Me vi tumbado en la cama de mi dormitorio sintiendo una angustiosa agitación en el pecho que me dificultaba la respiración. Los fogonazos de recuerdos no paraban de brotar sin descanso. Podía ver la habitación revuelta, la ropa esparcida por el suelo, una botella de whisky vacía sobre la alfombra, los cristales del espejo roto adheridos a mi puño, la almohada cubierta por botes de pastillas desparramadas por todas partes, mientras un sabor amargo inundaba mi paladar y las arcadas intentaban en vano vaciarme de muerte para devolverme a la vida.

El aire se hacía cada vez más denso dentro de aquel negro agujero, la carencia de oxígeno dentro de mi ataúd me asfixiaba, sentía explotar mis pulmones. Volví a oír el lamento, esta vez más cerca, justo encima de mí. El único aliento que me quedaba lo utilicé para vomitar mi miedo y gritar un desgarrador -¡ayudadme!- Ese último suspiro me salvó del suicidio llevándome al fin hasta la muerte.

martes, 8 de junio de 2010

ASPIRACIÓN

Consumir un cigarrillo que hubieran encendido sus labios sería lo más cerca que jamás pudiera estar de ellos.
Aspiré suavemente el humo y, poco a poco, saboreándolo, me fui fumando sus besos.

lunes, 7 de junio de 2010

DIAGNÓSTICO LÍQUIDO

-Por favor, sea breve -dijo Samuel- No se ande con rodeos.

-La analítica indica una mutación de las moléculas. Su cuerpo dejará de ser sólido y se volverá líquido. Es una inusual enfermedad que se contrae al entrar en contacto con sirenas –sentenció el doctor.

Impactado por la noticia se giró hacia Sara. Intentó abrazarla, empapándole el vestido por completo. Sintió pánico y atravesó la puerta, sin abrirla. Cruzó la ciudad dejando un reguero de gotas acuosas tras él. Al llegar al pretil, sus lágrimas se precipitaron al agua y allí, una voz sugerente le incitó a diluirse con ella en la inmensidad de aquel mar.

sábado, 5 de junio de 2010

MINIFICCIÓN O REALIDAD

Ayer fui a comprar el libro “Velas al viento” de Fernando Valls. Recorrí varias librerías pero aún no lo habían distribuido. Me tomaron nota del teléfono, y me dijeron que me avisarían en cuanto llegara. Pregunté también por libros de microrrelatos y comprobé, sorprendida, que algunos dependientes no conocen el género.
Algo enfurecida decidí hacer campaña por la ciudad reclamando libros de autores de minificción. Cuando mis pies comenzaban a protestar, llegué a un establecimiento donde me dijeron que existía toda una estantería dedicada a este tipo de escritura, -¡por fin!- mi alegría fue inmensa. Me dirigí hacia allí y a través de un gran cristal, como en una vitrina, pude observar el tesoro, estaban todos, nuevos, esperando ser leídos: Care Santos; Ana maría Shua; Ginés Cutillas; Raúl Brasca; Luis Mateo Díez; Eugenio Mandrini; Mario Benedetti; Monterroso; Julia Otxoa; Isabel Segura Boutry; Fernando Aínsa; Fabián Vique y otros miles de autores.
Ilusionada, busqué el paso a aquel paraíso. Una puerta de dimensiones minúsculas era el acceso y en ella había un pequeño cartel que rezaba: “Entrada para microlectores” Sentí ganas de llorar, ¿cómo iba a pasar? De inmediato lo supe y pregunté al dependiente por la estantería de los cuentos. Allí, con ansiedad, busqué Alicia en el País de las Maravillas. Pasé las hojas, casi arrancándolas, hasta ver a la protagonista bebiendo el líquido menguante. Cerré los ojos y deseé con todas mis fuerzas ser ella. Funcionó. Abrí la diminuta puerta y entré. Sonó una alarma. ¿Dígame?- contesté adormilada, mi libro ya había llegado.

viernes, 4 de junio de 2010

DESTINO

Era un momento de sentimientos encontrados. Nada le dolía más que oír el llanto desconsolado de su madre al verlo aparecer con todos aquellos cardenales. De allí lo llevarían a un hospital con medios muy escasos, donde una pequeña contusión o una infección podrían resultar mortales. Algunos temían por su vida, los más allegados mostraban su preocupación, pero por más que intentaran hacerlo cambiar de idea, era imposible, jamás la abandonaría. Estaba decicido. Una vez ordenado sacerdote, Etiopia sería su destino.

jueves, 3 de junio de 2010

CIRCO

Bañaba al paquidermo absorta en sus pensamientos. A fin de cuentas no se consideraba tan distinta del enorme animal. Los dos estaban cautivos de una u otra forma, eran exhibidos impúdicamente y se encontraban fuera de su ambiente. Hacía ya algunos años que Adela tomaba avena, hojas de ortiga y algas para hormonarse. Su número, el de la mujer barbuda con elefante, era uno de los más aclamados por el público.

miércoles, 2 de junio de 2010

UN SUEÑO EN EL ESPEJO

Siempre le había dado pavor mirarse al espejo. Creía que si miraba su reflejo, no sólo aparecería su horrendo aspecto físico, si no también la imagen de su interior, marchito. Sin embargo, sin saber muy bien porqué, esta vez no pudo evitar la tentación. Poco a poco se fue arrastrando por el suelo hacia el cristal y allí, por primera vez, distinguió su imagen. Al principio la percibió algo distorsionada, y luego nítida, perfecta. Se vio en aquella casa extraña, atado de pies y manos con una gruesa cuerda, rodeado de miles de niños y un ruido ensordecedor. Cada vez que una puerta se abría, una horda de risueños chiquillos invadía la estancia con sus risas y juegos.
Cuando el hombre del saco se despertó, cogió su enorme bolsa de tela y cargado con su propia frustración, fue en busca de más niños.

martes, 1 de junio de 2010

CUENTOS PARA DESPERTAR - LAS BOTAS DE 7 LENGUAS

EL GATO CON BOTAS. THE CAT WITH BOOTS. LE CHAT AVEC BOTTES. PUSS IN BOOTS. GATTO CON GLI STIVALI. KOT W BUTACH. GELAARSDE KAT. Se calzó sus botas de siete lenguas y sin pensarlo dos veces, se fue a dar la vuelta al mundo en ochenta días.