Consumir un cigarrillo que hubieran encendido sus labios sería lo más cerca que jamás pudiera estar de ellos.
Aspiré suavemente el humo y, poco a poco, saboreándolo, me fui fumando sus besos.
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Intenso. Una historia de desamor consumida en dos caladas, pero que deja un aroma duradero... Muy bonito, Maite, gracias por tus palabras. --->
2 comentarios:
Intenso. Una historia de desamor consumida en dos caladas, pero que deja un aroma duradero...
Muy bonito, Maite, gracias por tus palabras.
--->
Sip, un amor que cala hasta los pulmones ;-) Me ha gustado mucho tu comentario...eso de consumido en dos caladas me ha parecido muy poético.
Un abrazo mayúsculo
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