La carne rebozada fría no vale nada, pensaba mientras se examinaba las manos llenas de escamas. El doctor le había dicho que eran sabañones, por el crudo invierno y la humedad. Llevaba semanas aplicándose la dichosa pomada, pero aquello, lejos de mejorar, se le iba extendiendo por todo el cuerpo.
Tenía hambre. Metió la carne a calentar al microondas y volvió a mirarse los brazos. Le repugnaba la visión de esa piel escamosa. Arrastrando los pies, antes de cenar, fue a echar un vistazo a su caja de gusanos de seda. Al despertarse sintió en la cocina el microondas aún dando vueltas y bajo la cama encontró su caja de larvas, vacía.
8 comentarios:
Este es uno de los micros tuyos que más me han gustado. Me deja un montón de sensaciones y ninguna idea. Muy bueno, sí señor.
abrazos
Alberto, no tengo muy claro si lo que dices en tu comentario es bueno, o malo, jejeje. Me lo tomaré como un cumplido (por aquello de no caer en el desánimo)
Un ABRAZO
Es bueno, por supuesto. Con lo de que no me deja ninguna idea no quiero decir que no me diga nada, todo lo contrario. Me lo dice con sensaciones, es abierto. Para que me digan algo directamente y concretamente me iría a un libro de texto, a un ensayo... No sé si me entiendes, a estas horas ya no me explico con mucha claridad.
Claro que te entiendo, Alberto. Además, a pesar de las horas intempestivas, te explicas perfectamente :-D
Los finales abiertos son un poco como historias a la carta, aunque a este señor de las escamas, parece que la repugnante visión de su cuerpo le hace creer que es algo que no es.
Muchas veces terminamos creyendo que somos lo que otros quieren que seamos. O nos vemos reflejados de una manera distinta a como somos en realidad, y nos comportamos de manera diferente a como lo haríamos obrando libremente... Sufrimos autometamorfosis.
Un ABRAZO mayúsculo, mañana será otro día, que yo ya empiezo también a divagar.
Pues yo no lo pillo del todo, pero me ha parecido un microrrelato "horroroso" (en el sentido terrorífico de la palabra, jaja, osea, que me ha parecido un buen relato de horror.)
Si es un poco terrorífico, el hombre se sintió pez con tanta escama y se comió los gusanos o tal vez simplemente estaba más cansado que hambriento, por ello no se acordó hasta la mañana siguiente de que la cena estaba calentándose y por la noche los gusanos se convirtieron en mariposas y volaron...quién sabe.
Un fuerte ABRAZO
Dios, que daño nos está haciendo la primavera este año.
Jajajaja, yo creo que es más bien la AUSENCIA de primavera lo que nos está haciendo mutar.
Un abrazo MAYÚSCULO
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