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lunes, 21 de junio de 2010

EL PEQUEÑO CORSO

Se despertó inquieto, esperando que, como cada día, sus lacayos acudieran a asearle y vestirle. Aquella mañana se pondría su guerrera, su banda de general y sus lustrosas botas.
Se acordaba de su amada Josefina. Le costaba apartarla de sus pensamientos. Ella era la única persona con la que había generado un auténtico lazo sentimental. Envuelto por ese halo de romanticismo, decidió que hoy daría un gran paso. Mandaría una misiva al Sumo Pontífice para que acudiera al acto de su coronación como Emperador de Francia.
De un salto se puso en pié y continuó esperando. Poco a poco comenzó a impacientarse, tenía prisa por tomar posesión de su cargo. Contrariado por la tardanza, empezó a aporrear la puerta y las paredes con violencia, profiriendo unos gritos ensordecedores: “Soy vuestro Emperador, Napoleón Bonaparte” Al instante se oyeron unos pasos, el tintineo de unas llaves y las vueltas del cerrojo. Dos corpulentos celadores entraron al acolchado cuarto. Lo inmovilizaron, lo tumbaron, y, sin más miramientos, le aplicaron su ración de terapia por electroshock.

14 comentarios:

manuespada dijo...

¿Por qué todos los locos querrán ser Napoleón? Sería gracioso que quieran ser, por ejemplo, Rubalcaba, o Rajoy, o quizá Alberto de Mónaco, por cambiar.

Ángel dijo...

Me ha divertido mucho la historia de "Napoleón". Todo un clásico del frenopático.
Muy bueno el "guiño" de la historia, hoy 21 de Junio, aniversario de la Batalla de Vitoria de la que Napoleón (José) salió por piernas hacia Francia.
Ánimo vitoriana, te sigo con devoción.

Torcuato dijo...

Siendo un tema clásico de frenopático, como dice Ángel, no me esperaba el final. Me ha gustado mucho.
Un beso.

Maite dijo...

Pues tienes toda la razón, Manu, sólo que para ser uno de los dos primeros hay que estar muy, muy, muy loco!!

Un abrazo

Maite dijo...

Efectivamente Ángel, todo un clásico.

No pierdas la devoción ;-)

Un abrazo

Maite dijo...

Me alegra mucho Torcuato. Es un "remake" con tintes distintos.

Un beso

Gotzon dijo...

Maite eres de Vitoria?, no sabía, yo también, jaja

Aunque creo que la Batalla de Vitoria es bastante ajena a los ciudadanos de nuestra ciudad... pero bueno el relato me gusta que es a lo que estamos.

Saludos.

Maite dijo...

Si Gotzon, por aquí vivimos, y el del monumento hizo el favor de posar para la foto.

Me alegra que te haya gustado mi locura :-D

Saludos

Gotzon dijo...

Joder, anda que no lo habré visto veces y no había caido que era esa estatua...

Bien bien, así que no soy el único "loco" que escribe micros en mi ciudad, eso esta bien, jeje.

Saludos Gasteiztarra

Víctor dijo...

Me esperaba el final, cosa que no le quita mérito al relato. Yo soy partidario de los locos con un embudo en la cabeza. Los que se creen Napoleón son muy prepotentes.

Saludos.

Maite dijo...

Pues aquí tienes otra loca para el frenopático gasteiztarra, Gotzon

Maite dijo...

Víctor, tú prefieres algo más tipo...Marqués de Sade ¿no?

Es difícil sorprender a un microrrelatista con lupa ;-)

Un abrazo

El Microrrelatista dijo...

Me gustaría enviarte un e-mail y no sé a donde.
Dime una dirección.
Un beso.

Maite dijo...

maitegdv123@gmail.com