Visitantes

lunes, 28 de junio de 2010

EL MÚSICO RUSO

Alexey vino desde Rusia hace años buscando una segunda oportunidad. Amante y apasionado de la música, recordaba con añoranza su pasado como Director de Orquesta en Ekaterinburgo. La situación política y económica del país hizo que muchos ciudadanos perdieran su empleo, y tuvieran que lanzarse a buscar otros caminos. Con el fantástico curriculum que le avalaba, y su habilidad para tocar casi cualquier instrumento a la perfección, no tuvo muchos problemas para encontrar trabajo en España. Le contrataron como maestro en Lorca, en el Conservatorio Narciso Yepes. Allí fue donde conoció a Irina, una compatriota dulce y espectacular a la que quedó rápidamente subyugado. Ahora, las circunstancias habían cambiado mucho, Alexey había tenido que desprenderse de su órgano a la fuerza, no le quedaba más remedio. Mientras, recordó cómo se conocieron. Ella, una virtuosa del violín, él, un prestidigitador de la música. Ella, una joven rusa soltera, él, un maduro profesor sano, y sin compromiso. Todo jugaba a su favor. Cuando a Irina le diagnosticaron una insuficiencia renal crónica, Alexey lo tuvo claro, ya estaba decidido a compartir con ella sus hábitos, gustos, manías, y toda una vida, por lo que tras realizarse las pruebas de compatibilidad, sin dudarlo un solo segundo, le donó su riñón.

7 comentarios:

manuespada dijo...

Es un buen recurso lo de usar palabras polisémicas, tu micro es un buen ejemplo Maite, binita y dura historia.

Maite dijo...

Sí, Manu, es un recurso muy literario que todos hemos utilizado en alguna ocasión.

Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

Está muy bien, Maite. Yo sólo haría un pequeño cambio: acortaría el final para que fuera más espectacular. Después de Alexey lo tuvo claro pondría que le donó su riñón, más seco. Pero bueno, es una opinión mía completamente subjetiva.
Enhorabuena y ánimo. Me gustó.

----->

Maite dijo...

Tienes razón Alberto, demasiada explicación. Ahora creo que queda más contundente.

Un abrazo --->

Torcuato dijo...

¿Es una historia verídica?
¿Eres de Murcia?
Qué preguntón estoy eh?
Un beso.

David Baizabal dijo...

Buen microrrelato, hay que leerlo con cuidado para no caer en una lectura ingenua.

Saludos

Maite dijo...

Torcuato: No, no y no a las tres preguntas :-D Pero me agrada que hayas pensado que puede ser algo real, ese es buen síntoma. Un beso.


Baizabal: Sí, tal vez quede un poco difuminado ¿no?