-A ver si consigue así que papá no haga más el indio –dijo Lourditas con un afectado aire de suficiencia mientras mamá subía a la carroza que desfilaba tras una enorme bandera del arco-iris, con la única y honorable intención de cortarle las plumas a nuestro padre.
El policía, el obrero, el vaquero, el motorista y el soldado se quedaron mirándola boquiabiertos.
En los altavoces continuaba sonando “Y-M-C-A” a todo volumen.
Y.M.C.A.
5 comentarios:
Un estupendo relato de humor, enhorabuena. Esa semana no concursé porque no me gustaba mucho la frase. Saludos y suerte!
Maite, un relato muy simpático que dudo pueda conseguir que el padre cambie, pues parece muy agustito en su carroza y con sus amigos, y es que todos tienen derecho hacer el indio.
Muy bueno.
Abrazos.
Buena alternativa para abordar una frase de inicio nada amable, Maite.
Logras un buen micro de humor, sin duda alguna, que a su vez trata con ironía, desde el propio título, a la incomprensión y la intolerancia.
Un abrazo.
una mariposa agita sus alas en china, y al otro lado del mundo dos señores se casan.
el indio hay que hacerlo siempre.
Beatriz: yo hace tiempo que no concursaba, pero estoy empezando a coger tono mental (lo tenía un poco dormido) y me pareció un buen ejercicio. Gracias por pasarte. Abrazos.
Nicolás Jarque: Nico, a veces se nos olvida que tenemos todo el derecho a hacer el indio si queremos. Besos!
Pedro Sánchez Negreira: Así es, Pedro, la mejor forma de atajar la intransigencia y la intolerancia es con humor (esta receta también sirve para otras cosas)
vittt: no sé si eres consciente de la sabiduría que arrojan siempre tus palabra :) Un lujazo tu lectura. Abrazos.
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