Un día de primavera, Luisa atraviesa la vía, baja al andén y monta en el primer tren que sale de Chamartín. En el recorrido, rememora aquellas manos que la acariciaban generosamente, y aquellos ojos verdes, siempre amables. Evoca también a la pequeña Carla, alborotando la casa o correteando entre sus piernas. Los paseos en bici, con el aire y el sol bronceando su cara. Y ahí, se le escapa una risa. El silbato le arrebata el ensueño. Fin de trayecto. Cuando Luisa logra bajar del vagón torpemente, se percata de que el invierno ha cubierto la estación de Atocha de nieve.
27 comentarios:
El recorrido vital y el paso fugaz del tiempo a través de la metáfora del tren y el cambio de estaciones. Muy buen recurso el del silbato. Ese "despertar" precisamente del "sueño". Enhorabuena Maite.
Buen finde y un abrazo.
Cambio de estación. Si, buena metáfora.
No puedo evitar asociar este micro a la tragedia del 11-m.
Un beso.
Me ha gustado mucho esa manera en que pasa el tiempo y las estaciones entre la salida y la llegad. Me parece una imagen muy buena...
Si, a mi también me ha recordado al 11-M, tiene un toque muy triste que se percibe sin decir nada.
Ha pasado por una estación intermedia de la que no nos habla, mmm
Muy bonito Maite
Un abrazo de viernessssssss
Justo ahí, en esas estaciones intermedias que no mencionas y de las que habla Anita, es donde se concentra toda la tristeza que emana del relato... El truco está en no dejar de mirar por la ventanilla, en disfrutar cada brizna de hierba del camino, de los olores, del vaivén de la marcha, de cada una de las nuevas caras que entran por la puerta, de saber decir adios a los que van bajando... Simple y llanamente desfrutar del viaje, que al final es lo único que tenemos.
Me ha encantado.
Un beso.
Bonita estampa cargada de metáfora de la buena, Maite, me ha gustado mucho el micro.
AGUS: a ti no hace falta que te diga nada, eres como el lector perfecto, no se te escapa ni una. El cambio de estaciones creo que es muy visual, por eso lo he utilizado.
El silbato es el fin, del trayecto, del sueño, de...¿la vida?
Un fuerte abrazo.
TORUCATO: pues no está para nada inspirado en ese día, pero imagino que es un recuerdo tan grande, que un inicio y final de vida en un tren, indefectiblemente, la mente nos lleva a ese suceso terrible.
Un beso.
MIGUEL BAQUERO: es un micro sin excesivas complicaciones, pero creo que muestra bien el paso del tiempo que a fin de cuentas no es más que un viaje donde van pasando "cosas".
Un abrazo
ANITA: sí que habla de las estaciones intermedias, son precisamente esos recuerdos ;-)
Un beso florido
LUIS/POEMASDELCARPETAAZUL: una muy buena amiga mía dice siempre, que lo que no se da, se pierde, y yo digo también que lo que no se vive, se malgasta.
Un beso
MANUESPADA: Manu, que a un escritor prolijo como tú le haya gustado la metáfora es todo un honor.
Un fuerte abrazo
Uy, TORCUATO, disculpa mi dislexia ;-)
Bien, Maite. La excusa del "cambio de estación" te sirve para narrar ese viaje interior y exterior al mismo tiempo. Nada más que eso es la literatura.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Aunque ya muy trillado el argumento, el resultado es excelente.
La melancolía se me apareció en estas líneas.
Bien lograda...
Abrazos
Bello y evocador. Me gustó.
Besos de finde.
Toda una vida entre dos estaciones. Me gusta mucho la frase de las manos que la acariciaban generosamente, creo que poco más se puede decir de un gran amor.
Un abrazo
Sé que son manías mías, y cuestiones de gusto personal, pero prueba, sólo prueba y después elige, a escribirlo sin adjetivos. Te lo transcribo yo:
Un día de primavera, Luisa atraviesa la vía, baja al andén y monta en el primer tren que sale de Chamartín. En el recorrido, rememora aquellas manos que la acariciaban, y aquellos ojos verdes. Evoca también a Carla, alborotando la casa o correteando entre sus piernas. Los paseos en bici, con el aire y el sol bronceando su cara. Y ahí, se le escapa una risa. El silbato le arrebata el ensueño. Fin de trayecto. Cuando Luisa logra bajar del vagón, se percata de que el invierno ha cubierto Atocha de nieve.
Creo que hasta "torpemente" puede eliminarse. Desde luego es un tema de gusto personal. Sólo te lo expongo para que lo valores. Y, desde luego, elige libremente, que es tu micro.
Un abrazo, Maite.
PD. Olvidé decirte que pese a que yo lo habría escrito un poco distinto, el micro me encanta.
PABLOGONZ: eso es Pablo, el poder de la literatura nos permite vivir vidas/mundos/sentimientos paralelos. Eso es magia. Por tanto podemos decir que si estas dos premisas son ciertas... literatura = magia.
DANIEL SANCHEZ: Dani, tuve un poquito de miedo al escribirlo por eso mismo, porque es un asunto bastante trillado, pero pensé...si otros lo han hecho, ¿por qué no puedo dar yo mi punto de vista? Me alegro de que, al parecer, haya salido bien. Un abrazo.
SU: la mayoría de los recuerdos son melancólicos, a mi entender, porque algunos se echan de menos por lo bonitos, buenos o intensos que fueron y otros nos gustaría que jamás hubieran permanecido en nuestra mente.
LOLA: me agarro a esos abrazos de fin de semana, gracias por pasarte y dejar huella.
BICEFALEPENA: creo que esa frase describe las pérdidas que nos van sucediendo a lo largo de la vida, y los grandes amores, esos que son de manos generosas que regalan caricias con una sonrisa.
JESUS ESNAOLA: le daré una vuelta, se que a veces abuso de los adjetivos, yo creo que es algo que va inherente a mí, por venir de un campo como la poesía donde el adjetivo lo es casi todo. Sin embargo, también pienso que, como le ha pasado a Bicefalepena, unas manos que acarician generosamente son importantes. El texto sin adjetivos también queda perfecto. Voy a analizarlo y ver si se puede hacer "un término medio" ;-) Agradezco muy sinceramente esta opinión tuya.
Un abrazo
La vida misma. Pinceladas de sencillez... ternura... cálidez... sensibilidad... un punto evocador que destila serenidad... paz... tal vez una pizca de melancolía, pero desde el placer de haber viajado siendo consciente de lo vivido. Sin adjetivos puede que diga lo mismo, pero con adjetivos es más intenso, toca la tecla que vibra en el interior, al menos eso pienso y siento. De nuevo me gustó.
Mi abrazo
Juani
un relato exquisito para leer en tren.
JUANI: eso es, no sé cuánto, ni sé cómo, pero lo que se viva, que nos impregne para siempre. Al final del recorrido, sólo somos un esqueleto con unas cuantas capas de los momentos pasados.
Un abrazo que devuelve tu manquiabrazo ;-)
VITTT: pues mira, eso de leerlo en el tren, me parece un puntazo, estoy convencida de que cuando uno descienda en su estación, estará dispuesto a hacer mil recorridos para no perderse nada del paisaje.
Gracias por visitar mi blog, Maite.
La foto que tengo en el perfil la busqué en google para colocarla en mi perfil de msn, a finales de 2003, estaba publicada como nota gráfica de un artículo sobre la prepotencia.
Un saludo.
TESA: me llamó la atención la coincidencia del dibujo. Gracias por la visita. Un abrazo.
Bajar a la realidad a veces es meter el invierno en el alma... Duro, pero necesario si no te roba la sonrisa.
MANUEL: espero que no haya fuerza, ni mayor, ni menor, que nos pueda robar la sonrisa. Un abrazo.
Me parece muy buen texto, pero no puedo mentir a mí me enredó un poco la puntuación porque me entrecortaba la lectura.
JUAN VASQUEZ: no sabes cómo te agradezco lo que has dicho, no hay nada que me guste más que la sinceridad. Tal vez intenté utilizar un recurso literario con las comas, para dar sensación de fogonazo en cada recuerdo, y eso te haya hecho "trastabillarte" en la lectura. Traté de darle longevidad al viaje a través de la lectura pausada, pero está visto que contigo no lo logré. Revisaré las puntuaciones, por si acaso. Muchas gracias por la observación.
Claro, siempre podés esperar sinceridad de mi parte, lo hago con vergüenza, aunque creo que menos de la que sentiría si miento
JUAN VASQUEZ: pues esa es la única manera de aprender, las lisonjas gratuitas (igual que las críticas sin argumento) no llevan a ninguna parte. A mi me gusta saber las opiniones de verdad. Gracias de nuevo por tu sinceridad.
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