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viernes, 26 de noviembre de 2010

CLASES DE SALSA

Nos veíamos en clase cada miércoles. Ella me agarraba la mano, con delicada firmeza, logrando que diera vueltas con soltura. La seguridad con que imprimía cada giro y sus ojos clavados en los míos, hacían que mi corazón cabalgase desbocado. Notaba su cuerpo, tan próximo, que podía inhalar su agradable olor a canela. Yo trataba de no perder el ritmo que me iba marcando mediante suaves rotaciones circulares. Hipnotizado, me quedaba quieto, perdido en su mirada. Al instante, su voz me redimía de mis sueños “Héctor, saldrán grumos, si no remueves bien la salsa”

32 comentarios:

Gotzon dijo...

jajaja, que bueno, así se forjan los buenos cocineros!

AGUS dijo...

Maite me gusta mucho. La idea, la forma en la que la desarrollas, la pedazo de frase final - sinceramente creo que todo el micro se esconde en la palabra "grumos" que podría ser también un excelente título. Sólo un apunte. Yo suprimiría la palabra "sueños". De esa manera, es sólo mi opinión, dejarías en el aire si el protagonista está de verdad "soñando" o únicamante recordando sus clases de salsa. En fin, mi enhorabuena y no me hagas mucho caso, es Viernes.

Un abrazo y buen finde.

Luisa Hurtado González dijo...

Me encanta, me sorprende. Me gusta cómo el título "Clases de salsa" sugiere una cosa, como nos enredas en ella y después dejas que nos topemos con "grumos", una palabra con una sonoridad de lo más apropiada.
(ah, me gusta mucho la cocina, la comida.... asi que meterlo en un micro es perfecto)

Stewart dijo...

Perplejo me hallo Maite, me fascina esa habilidad que tienes para los textos ambiguos.

Este micro parece salido de la mente de Bigas Luna, por la correlación entre sensualidad y gastronomía...

Un abrazo cuántico.

Víctor dijo...

Sí, la cosa salió muy ambigua, o sea, que me engañaste a la perfección, no creía que fueran por ahí los tiros. De todos modos, y pese a lo impecable de la escritura, creo que se quedó sólo en el engaño, en la tomadura de pelo (en el buen sentido) al lector. O sea, para mí, efectivo pero poco profundo.

Un abrazo.

Anita Dinamita dijo...

Al principio te imaginé aprendiedo a bailar salsa, y me recordó a mi micro, pero desde luego el final ha sido un giro totalmente inesperado, que nos saca a todos del ensueño... pensé que le iba a decir que moviera las caderas, no la cuchara!!!
Muy bien Maite, nivelazo

Susana Pérez dijo...

Yo me los imaginaba perfectamente bailando al ritmo de la música, vaya final. Si es que por el estómago se gana a quien se quiera, jaja.

Abrazos

Maite dijo...

GOTZON: sin duda alguna, ya sabes que para hacer una buena comida, hay que poner mucho amor :-)


AGUS: no sé, he probado y me queda como...descolgado, se me desencajan las piezas. De momento, se queda como está. Gracias por la observación, le daré vueltas. Y sobre el título, no puedo cambiarlo y ponerle grumos, porque sería descubrir desde el inicio todo el "pastel" ;-) sería una pista demasiado evidente


LUISA HURTADO: yo creo que mezclar música y comida es una buena combinación ¿verdad? Un abrazo.


STEWART: si Bigas Luna te oyera!! ;-D me ha gustado esa sensación sensuogastronómica que te ha producido.


VICTOR: sin duda tienes toda la razón, este micro no prentedía otra cosa que el sorprender con el final, nada de profundidades, sólo aromas y sabores y hacer un homenaje a la cocina y a los buenos cocineros ¿te parece poco? Y hoy con más motivo, que Martín Berasategui ha obtenido otra estrrella Michelín :-) Es lo que tiene ser del Norte, que se nos conquista por el estómago.


ANITA: deja, deja, lo de mover las caderas vamos a dejárselo a Shakira. Nivelazo el tuyo que tienes el don de la ubicuidad, estás y llegas a todos lados ¡great!


SU: y tanto, y tanto, ya sabes que los mejores negocios se hacen en las buenas comidas, y ya ni te cuento sobre las mejores conquistas ;-)

vittt dijo...

delicioso

Daniel Sánchez dijo...

A mi me pillaste.

Muy buen juego de palabras y bella imagen.

David Moreno dijo...

Me sorprendió, ya casi me había puesto a bailar también y al final, era un "simple" micro culinario, jeje.
Muy bueno.

Un saludo indio

Juan Vásquez dijo...

Que buen micro, muy bueno, no le cambiaría nada. Me enmelozo todo.

Maite dijo...

VITTT: tu comentario me suena a anuncio de un flan ;-) Un abrazo


DANIEL SANCHEZ: pues me encanta haberte cogido desprevenido :-D


NO COMMENTS: ya ves David, las palabras son simples pero en ocasiones construyen estructuras sorprendente ;-)


JUAN VASQUEZ: ¿enmelozo? jajaja, me encanta aprender palabras nuevas. Un beso.

Juan Vásquez dijo...

yo creo que me la inventé, no sé, no estoy seguro, pero bueno, en todo caso eso me hizo tu cuento.

Juan Vásquez dijo...

y tuve mala ortografía y todo, era con tilde en la O, la última: enmelozó

Juan F. Plaza dijo...

Jejeje, a mí también me pillaste. Buen grumo... digooo... finde

Puck dijo...

mmmmm sabroso!!! que tal le quedó la salsa? la probaste? Me ha encantado el juego de palabras, baile y gastronomía
Saludillos salsones

Torcuato dijo...

Escapadas momentaneas de la rutina.
Bien logrado.
Un beso, Maite.

Maite dijo...

JUAN VASQUEZ: bueno, pues aceptamos "enmelozó" como piropo hacia un texto escrito :-D


WOODY: espero no haberte pillado con las manos en la masa. Un abrazo.


PUCK: yo creo que a este le interesaban otras cosas mucho más que la cocina, pillín, pillín.


TORCUATO: eso espero, que el micro esté bien "cocinado" y no tenga demasiados flecos. Abrazos.

Lola Sanabria dijo...

Sí, es verdad que induce a pensar en un baile, pero si una vuelve a repasar el micro no hay engaño, ninguna palabra falsa. Todo está ahí desde el principio. Es un buen juego con las palabras y el doble sentido. Y yo entendí lo del sueño como si el prota estuviera embobado.
Fantástico el olor a canela.

Besos al cubo.

Unknown dijo...

ja já, me encanta!
Como siempre Maite, leerte es una delicia.

Kum* dijo...

Ja,ja,ja,... me has pillado!! Buenísimo, Maite.

Besos con sonrisa.

Malena dijo...

¡Yo ya estaba moviendo la cintura!

Para los que gozamos de los placeres culinarios, fue un final sensual también :)

Maite dijo...

LOLA: pues entendido a la perfección, Lola, el prota estaba sumergido en una auténtica fantasía, pero mientras estaba despierto. Las palabras están elegidas cuidadosamente para que, como tú bien dices, no haya engaño, si no que simplemente se demuestre que una lectura puede dar lugar a más de una interpretación. Besos.


PATRICIA: nos tocaba poner un toquecito de humor y de amor ¿no? ;-)


KUM*: espero no haberte hecho daño al pillarte ;-) y me alegra haberte sacado una sonrisa. Abrazos.


MALENA: jajaja, eso se lo dejamos a Shakira. Estoy de acuerdo contigo en que la cocina es muy sensual y la situación es propicia. Abrazos.

Julio Genissel dijo...

lindo!, podrían ser también clases de merengue,por otro lado confirma la hipotesis de que el punto G se aloja en el estómago. Muy lindo.
Solo no entiendo el uso del verbo redimir en la frase final. Abrazo.

Maite dijo...

Julio: jejeje, es cierto que podrían ser clases de merengue :-D Lo de redimir, es con el significado de rescatar. Un abrazo.

Chula dijo...

Dejas muy buen sabor de boca. Se notaba inspirado el cocinero así que me imagino que la salsa quedó fina, fina :)
Besos.

Maite dijo...

chula, jejeje, el aprendiz de cocinero estaba inspiradísimo!!! :-D yo creo que cuando se cocina con amor, las cosas salen ricas, por tanto, esta salsa debía de estar de rechupete. Besos.

Un tipo dijo...

Qué detalle. Me encanta como lo narra.
Quedó delicioso, seguro.


Saludos.

Maite dijo...

UN TIPO: estoy convencida de que a pesar de su distracción, quedó muy buena esa salsa ;-)

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho. Sorprendente!
Un abrazo.

Maite dijo...

Sucedeque: jejeje, quién lo iba a pensar ¿eh? Un abrazo