Visitantes

viernes, 5 de noviembre de 2010

NATURALEZA GENEROSA

Un día encontré una hierba, la observé, preocupada, como quien en plenilunio tropieza con una bala de plata. La llevé, con cuidado, a casa. La dejé sobre la mesa, y al verla allí tumbada, la sentí morir, igual que si agonizara. Rápidamente le hice un jardín en un rincón de la entrada, la colmé de margaritas, de rosas, de amapolas, y de flores gualdas. Ahora ella vive en un vergel, y yo, en un pequeño hueco de la exuberante estancia.

22 comentarios:

bicefalepena dijo...

Más te valía haber encontrado un doblón de oro, ahora lo contarías con más alegría.
Me ha gustado la historia.
Un abrazo

Ángeles Sánchez dijo...

Me gusta ese final donde una se imagina un pasillo lleno de maleza, la planta reinando y la dueña de la casa contra la pared, en un pequeño hueco.

Un abrazo

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

Muy bien narrado como de costumbre, pero creo que en este micro hay menos tensión que otros.

Más previsible.

saludos

AGUS dijo...

Lo que más me gusta del micro es lo que no dices, el desenlace. Intuyo que la hierbecita acabará por conquistar ese pequeño hueco donde sobrevive el alma caritativa de tu historia. Claro, que para llegar hasta aquí, primero hay que encajar todas la piezas y dejarlo todo dispuesto. Tal y como tú haces. Flota en el ambiente eso de "mala hierba nunca muere". Enhorabuena.

Un abrazo y buen finde.

Torcuato dijo...

Seguro que él es feliz viendola revivida.
Este micro desprende mucha ternura, y aunque el pobre hombre se queda arrinconado, no da la sensación de que sufra.
"...la sombra de tu mano, la sombra de tu perro..." como decía Brel.
Me ha gustado mucho Maite.
Un beso.

Lola Sanabria dijo...

Como dice Agustín, las malas hierbas crecen y se desarrollan con profusión. Son difíciles de acotar y menos si encuentran una generosidad como la de la anfitriona.

Bonito, bonito.

Besos de finde.

Claudia Sánchez dijo...

Hay una musicalidad muy poética en el relato Maite, pero la primera frase no me termina de convencer. Ni el asombro, ni la Gran Vía, ni el doblón de plata. Sí el resto, moraleja incluida.
Saludos!

Maite dijo...

Bicefalepena: tienes toda la razón, con ese doblón hubiera comprado unos cuantos tiestos y estaría en un avión viajando hacia el Caribe.
Un abrazo



Angeles: tú y yo nos entendemos muy bien, visualmente hablando ;-) Vemos las mismas imágenes entre las mismas líneas.
Un beso



Daniel: sí es verdad que tiene menos tensión, he querido hacer a través del lenguaje poético una onomatopeya del ser que sigue confiando, a pesar de los golpes de la vida (no sé si lo he logrado, ni siquiera si eso existe) Sobre lo de previsible...es que tú tienes mucha escuela!!! ;-)
Un beso

Maite dijo...

Agus: eso es, eso es, cómo me gustan tus interpretaciones. Mala hierba nunca muere, y el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, pero te diré que este extra de confianza del que presume mi prota, a pesar de no terminar bien, me consuela, porque no me gusta perder la inocencia tanto como la tenemos perdida.
Un abrazo



Torcuato: tu comentario de hoy está lleno de literatura.



Lola: yo quiere que mi prota siga recogiendo hierbas, que de momento no se saben si son malas o buenas, porque ya se sabe que...entre col y col...berza!! :-D Un beso

Maite dijo...

Claudia: le he hecho unos retoques al inicio, se aceptan apuestas.
Un beso

Anita Dinamita dijo...

Maite, a mi me ha resonado a cuánto nos damos a veces a los demás y lo poquito que dejamos para nosotras mismas. En ocasiones nos pasamos, como tu protagonista! Si es feliz o no, si soy yo feliz o no cuando me doy, es relativo siempre.
Abrazos de flores y amigas

Maite dijo...

Anita: pues ahí dejo ese pensamiento que has tenido y que entiendo perfectamente, para que cada uno haga su reflexión.
Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

Está muy bien escrito, Maite. Sí que es cierto que le falta algo de tensión si lo que esperas es un final apoteósico. Pero tiene algo, tiene algo...

Nel Morán dijo...

Tu jardín jamás será tenso, ni crispado, ni tirante. Tu jardín será ruído de agua, colores perdidos, caminos sosegados.

Blogsaludos

Maite dijo...

Alberto: pues quedémosnos con ese algo ¿no? Es un micro que no pretende tanto sorprender en su final como en crear un relato visual, de color y frondosidad, además de tener un pequeños mensaje encerrado, que cada uno puede interpretar a su manera, pero que trata de la buena gente y de los que se aprovechan de ellos. Un abrazo.
P.D.: el micro tuyo de ayer consiguió esa imagen tremenda con los niños deslizándose en el hielo, y digo tremenda por excepcional y mágica.

Maite dijo...

Adivín: tu comentario es casi más poético que el propio micro. Un abrazo y gracias por venir. Un abrazo grande.

Miguel Baquero dijo...

A mí también me ha parecido que está muy bien escrito, y aun deja la duda de si el vergel seguirá avanzando....

Maite dijo...

Miguel: muy buena observación esa, que creo que hasta el momento nadie había hecho. Tal vez al final el protagonista de tanta generosidad acabará siendo "engullido". Ya sabes eso de dar la mano y coger el brazo...
Abrazos

Julio Genissel dijo...

Me gustó mucho. La tragedia está anunciada en la comparación de la hierba con la bala de plata. Y ahí tengo dos caminos, si la bala de plata es para el narrador, entonces la hierba es su merecido castigo y tal como al hombre lobo, la única herramienta capaz de matarlo. Enternecido o buscando en una sanción la redención de su culpa, recoge y ampara a quién sabe terminará con él.
La segunda es interpretar que la bala es solo una figura literaria que quiere crear alguna preocupación en el lector. Entonces se ha recogido el mal con inocencia, se lo ha enterrado en el jardín, y luego revive haciendo lo único que sabe hacer es decir el mal. Creo que la inocencia no cabría en ningún caso, tal vez la ingenuidad o la oscura intención de hacerse daño a si mismo. Un cuento inquietante. Me ha gustado mucho.
Abrazo

Maite dijo...

Julio: gracias por tu amplio analisis, me gustan estas visiones tan concienzudas. La realidad es que el sentido de la bala de plata en una noche de luna llena quiere crear un preámbulo de lo que va a suceder, una pequeña puesta en escena, una manera de preparar al espectador al devenir de la historia.
Un fuerte abrazo.

Alberto Otaduy dijo...

Gozada la sensación del rincón exuberante. me gusta.
Bravo Maitessu.

Maite dijo...

Alber: Gozada tus comentarios, que siempre ven el lado positivo. Lo tuyo...un estilo de vida.
Un beso