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miércoles, 20 de julio de 2011

A LA FUERZA AHORCAN

Le faltaban ocho falanges. No sabía cómo había llegado a ese extremo, pero tenía claro que había sido por el bien de toda la familia. No soportaba ver sufrir a los niños, ni las marcadas ojeras de María tras las largas noches de insomnio. Las jornadas sin nada que llevarse a la boca se volvían insoportables. Aquella noche miró sus manos y, como había hecho en más ocasiones, de un solo tajo se cortó los dos dedos que aún le restaban. Con sus yemas, al menos, frió un par de huevos.

24 comentarios:

Miguel Molina dijo...

¿Lo has publicado en algún otro sitio? Me suena bastante. Si no es así, mis disculpas.

La verdad es que es un texto que encierra trsiteza por todos los costados.

P.D. Enhorabuena por lo de la IM. Aunque no he leído el texto seguro que te lo mereces.

Agur.

Araceli Esteves dijo...

Una buena dosis de buen humor negro es la que destila tu relato. Enhorabuena

Anita Dinamita dijo...

Maite ¡bienvenida! qué alegría leerte de nuevo... aunque este ya lo habíamos leído, Miguel lo envió Maite para el Fanzine Ruido...
Abrazos!!!

José Antonio Fernández dijo...

Un micro duro pero con un toque irónico que se agradece.
Abrazos.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Menos mal que comen poco, si no... Muy duro con un poso de ternura.
Enhorabuena por lo de IM.

Miguel Molina dijo...

Anita es posible que lo leyera ahí. Menos mal, porque no quería quedar mal.

Gracias Ana.

Saludos de nuevo Maite

AGUS dijo...

Primero, felicidades por lo de I.M, tengo ganas de leer el micro. Hoy, me gusta mucho el detalle, sutil, que el hombre después de cortarse los dedos olvide ese dolor, incluso el acto en sí, hasta que el hambre vuelve a apremiar. Creo que en ese círculo gravita la calidad del micro.

Abrazos.

TORO SALVAJE dijo...

Y aún le quedan los brazos y las piernas.
Hambre no van a pasar.

Saludos.

Unknown dijo...

Dice tantas cosas éste micro con enorme psicodrama, la condición de miseria y el hombre atrapado en una mentalidad que no le permite darse otra solución que el irse entregando a pedazos como alimento, que como lector te causa desear involucrarte y pedirle que no llegue a ése extremo y que permita que los demás le ayuden, cuando se ve uno así de acosado no tiene porqué echarse todo al lomo, existen los demás, el que busca encuentra.
Es respetable la autosuficiencia y todo, pero no debemos de convertirnos en una isla.
De seguir así ;¿Hasta cuando podrá seguir rebanándose y sirviendo porciones?
Es imperativo que avance a otra solución, por éso llega el día en que las personas emigramos.
Cuando nuestro entorno no logra sacarnos del barranco, hay que irse de ahí.

Unknown dijo...

AYYYYY me has provocado una mueca de dolor. El hambre y la autodestrucción, dos temas que se suman para el espanto.

Un abrazo

descontrato dijo...

Seguro que más de uno se acuesta soñando, antes de dormir, que le crezca un dedo nuevo..

Nel Morán dijo...

Es duro, muy duro. Sin embargo tiene la ternura de esa entrega ciega, sin miramientos.

Blogsaludos

Puck dijo...

Muy duro. Gran reflejo de quienes lo dan todo por su familia
Saludillos

Lola Sanabria dijo...

Con las amputaciones no puedo, me provocan verdadero repelús. Así que el humor negro no llegó a hacerme reír. Bienvenida, Maite. Y enhorabuena por quedar finalista en I.M.

Besos enteritos.

Elysa dijo...

Duro es y con su punto depresivo. El final aún más duro.

Besitos

Julio Genissel dijo...

Muy interesante. Auto antropofagia literaria. Las palabras que nombran a las cosas, los parónimos, como en este caso suelen servir para alimentarse. Pero además me dio toda la impresión de ver a un ser flagelándose a si mismo, supliendo con su cuerpo lo que debería proveerse desde otro lado. Pero es aún más interesante si pienso en que el dolor pudo haber sido creado para evitar esto, de la tentación de comerse a uno mismo. Tal vez los prototipos originales de hombre salían con esa fallita de fábrica, se comían a si mismos que es lo que tenían más cerca. Y se me ocurre que algo de eso habrá sucedido pues como toda cuestión ancestral también esta dejó sus huellas. La masturbación podría ser una de ellas, o la culpa, la cuestión es comerse un pedazo de uno mismo ante ¿la imposibilidad? de proveerse desde afuera. Un abrazo.

Odys 2.0 dijo...

Un relato que se ajusta al sentir general de los tiempos que corren... Y una foto espeluznante :-)

Besos.

Sucede dijo...

Espeluznantemente bueno!!
Qué bien verte de nuevo!
Abrazos!!

Pedro Alonso Da Silva dijo...

Cuando nos sumimos en la desesperación podemos llegar a tomar medidas desesperadas. Haciendo un uso preciso del absurdo logras transmitir perfectamente esa desesperación en tu personaje.

Enhorabuena por tu condición de finalista en el certamen de la I.M.

Un abrazo.

Maite dijo...

Miguel: efectivamente, tal y como te apunta Ana, se publicó en el blog "Relatos de andar por casa"


Araceli: más que humor negro es una pequeña desdramatización, es difícil hacer comicidad de la desgracia, se puede volver muy burdo.


Anita Dinamita: también es un gusto para mí estar de vuelta.


José Antonio Fernández: esa era la única intención, dar un toque que no dejara al lector al límite del desagrado.


Cybrghost: me alegra que hayas visto ese punto de ternura, porque al final no es más que un padre dándolo todo por sus hijos.

Agus: no sé de qué forma agradecerte que con tus comentarios "dignifiques" mis micros ;)


Toro Salvaje: no lo tengo yo tan claro...


Carlos de la Parra: Carlos, chapeau por tu análisis ya no solo del micro si no del vertido psicológico y social que en él se enmaraña junto a la historia, y que sin ello, no valdría nada.


Patricia Nasello: Patri, creo que en el fondo somos algo adictos a la autodestrucción, aunque en este caso fuera un ejemplo de generosidad.


descontrato: seguro que sí, o como las canas, que al arrancarte una, te salen siete (eso dicen)


Adivín Serafín: has captado esa pincelada que es la que da luminosidad al cuadro :D


Puck: muchos son los que lo dan todo por los suyos.


Lola Sanabria: ufff, Lola, mi última intención era hacer reir, lo juro. Besos y gracias :)


Elysa: la verdad es que la situación no pinta nada bien :$


Julio Genissel: buena interpretación de la lectura. Los hombres nos comemos unos a otros, aunque no sea físicamente (no sé qué es peor), somos caníbales de la competición, en este caso, la antropofagia es por un acto solemne de generosidad, ante una dificultad extrema.


Odys 2.0: tantísima gente tendrá que hacer grandes sacrificios en estos tiempos...en todos los tiempos.


Sucede: la alegría es mutua!!! :)


Pedro Alonso: es la desesperación llevada al extremo, rozando el absurdo, sí, pero ya solo los sopapos pueden hacernos reaccionar, estamos demasiado acostumbrados al horror, sobre todo al ajeno. Gracias por la felicitación.

Rocío Romero dijo...

¡Felicidades Maite! y el micro, ya me pareció estupendo cuando lo leí, y al releerlo me gusta aún más. El poso que queda es durísimo.
Felicidades otra vez y muchos besos

Maite dijo...

Rocío Romero: gracias por la inyección de moral ;) Esa dureza es necesaria cuando hablamos de lacras sociales como la de la pobreza. Abrazos y besos

manuespada dijo...

Muy bueno Maite. Hago un alto en mis vacaciones para felicitarte por el segundo puesto en la IM. Me ha encantado el microrrelato, cada vez escribes mejor y mejor. Un beso desde lugares muy lejanos.

Maite dijo...

manuespada: Gracias, Manu, sobre todo por hacer un alto en tus vacaciones para pasarte. La vida es aprendizaje, así que seguiremos aprendiendo e intentando mejorar. Besos.