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lunes, 25 de marzo de 2013

Microrrelato: Defecto de fábrica




Y restos de lágrimas en las mejillas atestiguaban que algo había fallado. Sin embargo, todos los protocolos se habían puesto en marcha y, las instrucciones, legadas por el creador original en aquel antiguo papiro, se habían seguido punto por punto, al pie de la letra.

Los robots intentaban reconstruir la especie humana en sus laboratorios, pero los prototipos siempre eran finalmente desechados. Éstos salían defectuosos, con una irreparable fuga de agua.

11 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Vamos a ver, los seres humanos tenemos fugas (no sólo de agua) y claramente no somos perfectos.
Estos robots tan cuadrados como siempre, no acaban de cogernos el punto.

Por otra parte, es como para llorar, eso es evidente.

Sandra Montelpare dijo...

Las lágrimas son un error de configuración. Estos robots que se las saben todas deberían formatearnos.(No sé si eso estaba en los papiros.)
¡Excelente,Maite! Me ha en can ta do.
Saludos van.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

¡Muy bueno, Maite! Excelente enfoque que transforma en defecto parte de la configuración natural. Me parece genial cómo has encontrado el punto de vista de la maquina en relación al humano.

Mis aplausos.

Un abrazo,

David Moreno dijo...

Qué relativo, según quién lo mire, para los robots las fugas, esas lágrimas son un defecto cuando es lo que nos diferencia de las máquinas, jeje

Un saludo indio
Mitakuye oyasin

Ángeles Sánchez dijo...

Maite me gusta mucho el micro. Y sí,sin esas fugas de agua seríamos robots.

Abrazos

Anónimo dijo...

Un defecto para ellos, un desahogo para nosotros.

Me ha gustado mucho. Un saludo

Maite dijo...

Luisa Hurtado: el fallo de los robots es no darse cuenta de que esa "imperfección" es precisamente lo que nos hace humanos. Besos.


Sandra Montelpare: a algunos humanos habría que formatearlos, independientemente de las fugas de agua, desde luego que sí. Abrazos gordos!


Pedro Sánchez Negreira: buf, Pedro, no sé cómo darte las gracias por este comentario, engordaré un poquito mi ego con él, que últimamente anda escaso de alimento ;) Besos.


David Moreno: mi querido indio, no puedo estar más de acuerdo contigo, lo que no sé es si algún día se nos secarán los lágrimales, o de tanto llorar, o de no sentir ya. Un gustazo verte, me trae muy buenos recuerdos :)


Ángeles Sánchez: sin esas fugas seríamos metálicos, a veces pienso que nos queda poco para llegar a ello, ojalá me equivoque. Estoy contentísima de verte por aquí, se echa de menos a los viejos amigos (no de edad) Muchos besos.


Beatriz Carilla Egido: ya sabes que hay virtudes que llevadas al extremo, se convierten en defectos. Y defectos que bien entendidos, son virtudes. Besos.

Anita Dinamita dijo...

Me encanta este micro. Lo que es no saber... para ellos era un defecto, y claro, si habían seguido las instrucciones al pie de la letra... Que sigan buscando, cuando lo consigan sin fugas habrán hecho el robot perfecto. Te lo dice una llorona ;)
Abrazos

Maite dijo...

Anita Dinamita: ya me parecía a mí que tú no tenías pinta de funcionar por wi-fi ;) Creo que eres bastaaaaaante humana. Besos.

Lola Sanabria dijo...

Mientras haya fugas de agua, habrá esperanza para la humanidad.


Abrazos muy humanos.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Un final que puede interpretarse como trágico o humorístico, depende de la fuga.