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lunes, 1 de noviembre de 2010

FLORES PARA AMANDA

Amanda se pasó la vida esperando, como en los cuentos, que alguien la rescatara de su miseria. Cada noche, de cada día, de cada año, soñaba con un hombre bueno que le ofreciera un simple ramo de flores. Cada noche de cada día de cada año, al despertar sobresaltada, Amanda, deseaba estar muerta. La última noche, del último día, del último año, sobre su tumba se apilaron decenas de flores. Tal vez aún no fuera tarde.

32 comentarios:

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

Bien resuelto.

Microrrelatos a peso cambia de imagen.

bicefalepena dijo...

Tal vez ya no...
Me ha gustado.
Un abrazo

Susana Pérez dijo...

Nunca es tarde... las flores ya son suyas.
Abrazos

Anita Dinamita dijo...

Qué triste, Maite ¿Amanda nunca fue a la floristería a regalarse a sí misma un ramo de flores? Me entristece la imagen de una mujer esperando al hombre de su vida, hay que revisar tantos cuentos!
Un abrazo

Miguel Baquero dijo...

Es una lástima, porque y creo que ya sí es tarde, y que no podría disfrutar las flores

Anónimo dijo...

Un erro tan triste como habitual. No sabemos cuanta gente vio pasar su vida, sus noches, sus días, sus años, esperando esa mismas flores de manos de Amanda y ella, lejos de actuar, se pasó la vida esperando, y esperando, y esperando... Amanda, en vez de esperar, debería haber inventado Interflora, Sin duda habría sido mucho más feliz.

Un beso enorme.

Torcuato dijo...

Este micro es tremendo.
Un beso.

Lola Sanabria dijo...

Tal vez un ramito de violetas, como en la canción, habría devuelto a Amanda el deseo de vivir.

Empapada estoy de tristeza.

Besos, mil.

Alberto Otaduy dijo...

Bravo Maite. qué verdad. Mi abuela siempre nos enseñó "las flores en vida!!". Cuánta gente está esperando flores...

alber

Maite dijo...

Daniel Sánchez Bonet: gracias, estas fechas parece que inspiraban relatos de este corte.
Ya he visitado tu nueva bitácora y te he dejado por allí algún comentario.
Un abrazo




Bicefalepena: tal vez, sí, tal vez, no. Sólo ella sabrá la verdad
Un abrazo.




Su: no sé, no sé, quizás tampoco hubiera cambiado nada que se las regalaran antes.
Un abrazo

Maite dijo...

Anita: estoy contigo en eso de la revisión de los cuentos, siempre he dicho que tenían que haber sido para mayores de 18 años, que luego, pasa lo que pasa...
Un abrazo grande




Miguel Baquero: eso creo yo también, tal vez debió de haber esperado menos y haber actuado más.




Luis: me gusta ese toquecito de humor con lo de interflora, jajaja, es verdad, tal vez el pobre hombre lo intentó, pero estaba lejos.
Un beso

Maite dijo...

Torcuato: así es, tremendamente triste ¿verdad?
Un beso




Lola: sí, es posible que si alguien le hubiera escrito unos versos y le hubieran enviado cada 9 de noviembre flores, no estaría donde ahora está.
Te dejo un abrazo de felpa, para que seques esa tristeza




Alber: no hay nada como la sabiduría de las abuelas, ellas tienen las claves y las llaves de la vida.
Un besito fuerte

Kum* dijo...

Era tarde desde siempre. Ahora ya, tal vez no.

Esperando siempre se hace tarde...

Muy bueno, Maite. Este de hoy y otros tantos que he estado leyendo buceando en tu blog. Volveré como se vuelve a las cosas que gustan.

Un beso.

Manuel dijo...

Hay que salir a buscar lo que uno desea de la vida, con ilusión... Para no encontrarlo tarde.

AGUS dijo...

Maite ayer escuché que el día de Todos los Santos es el día que nos gastamos más dinero en flores. Tu relato, unido a este dato, me hizo pensar. No está mal que recordemos a los muertos pero ¿y a los vivos?.
Creo que es el mensaje que respira tu micro. Reforzado por las repeticiones que sustentan esa espera desgarradora. Muy buen micro.

Un abrazo.

Ángel dijo...

Aunque triste me ha encantado. Hay poesía en él. Por cierto, aunque intentaré estar a la altura, si alguna vez esperas una flor de mí y no se me ocurre, sugiéremelo. Si me fallan los recursos te haré una de papel.

Maite dijo...

Kum: me alegra mucho verte por aquí. Tienes toda la razón en lo de que siempre era demasiado tarde.
Un abrazo


Manuel: al menos intentarlo, siempre intentarlo. Un abrazo.

Maite dijo...

AGUS: qué buena tu reflexión, ya te he dicho miles de veces que das en la diana siempre. No hay que esperar a que las cosas te vengan, hay que ir a por ellas, al menos intentarlo. Y no esperar a perderlas para valorarlas. Un fuerte abrazo.



Angel: no te lo sugeriré, te la pediré directamente!! ¿y sabes por qué? porque sé que me la darás ;-) Es lo que algunos (los más sabios) llaman amistad

Juan F. Plaza dijo...

Me ha encantado, Maite. Sólo una cosa que me ha rechinado un poquito (quizá yo no lo he entendido bien): el nombre de la prota (Amanda) remite, obviamente a una canción; el ramito de violetas (de flores, en tu caso), también. Y me ha descolocado un poco.
Por cierto, tu frase final es ESTUPENDA

Maite dijo...

woody: creo que te equivocas (o tal vez sea yo quien me equivoco) pero en la canción de Cecilia la protagonista no tiene nombre. Tal vez te refieras a la canción de Víctor Jara. Pero la verdad es que el relato no está referenciado a ninguna de ambas canciones. ¿Es a esto a lo que te referías?
Un abrazo.

vittt dijo...

los micromuertos son mi debilidad, ya lo sabes.
bravo.

Maite dijo...

vittt: podría encargarte una lápida para Amanda ¿cúal sería su epitafio?
Un abrazo

Nel Morán dijo...

A veces esperas de alguien lo que otro te daría sin dudarlo. La vida es injusta. Bien relatado.

Blogsaludos

Maite dijo...

Adivín: hay muchos tipos de personas, están las que esperan y no piden; las que están dispuestas a dar sin esperar nada a cambio; las que se pasan la vida esperando y culpabilizando a los demás cuando son ellas las únicas culpables por no hacer nada al respecto; las que comparten y por tanto reparten...
Cada uno dirá a qué grupo pertenece.
Un abrazo compartido a medias

Anónimo dijo...

La frase final incendia todo el micro hacia arriba. ¡Bien!
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ

Elena Casero dijo...

Es tan triste. Y seguro que aún quedarán muchas Amandas así en el mundo.

Buen relato, de verdad

Maite dijo...

Pablo: qué buena frase has dejado en el comentario, me he imaginado esa pira donde el desenlace cubre de cenizas todo lo demás y queda sólo, la frase ahí colgando, con todo su significado.
Fuertes los abrazos correspondidos

Maite dijo...

Elèna: no lo dudes, quedan muchas, demasiadas, que no se sienten lo suficientemente buenas como para ser ellas quienes regalen las flores o salgan a buscarlas, y vivan entumecidas por el miedo y la espera.
Gracias, Elèna, por tu "sincero" comentario. Un fuerte abrazo

HÉCTOR LUIS RIVERO LÓPEZ dijo...

Es un micro inolvidabe, de teatro, de cine; impactante, romántico, psiquico. De lo mejor que leído entre tantos buenos que tienes, Maite.Un abrazo, y mi ramo de flores para Amanda.

Maite dijo...

Héctor: precioso tu comentario, y será que el autor se mete en la piel de su personaje, pero te agradezco el ramo de flores ofrecido a Amanda, como si fuera para mí.
Un abrazo

HÉCTOR LUIS RIVERO LÓPEZ dijo...

¡Pues doblo el ramo! He comenzado una sección en mi blog donde colocaré grandes micros de los demás compañeros y colegas; ya comencé con Flores para Amanda, y con referencia a tu blog. Un abrazo.

Maite dijo...

Héctor: así está mejor, unas flores bien repatidas :-D
Te agradezco muchísimo el honor que me concedes inaugurando tu nueva sección.
Un fuerte abrazo