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miércoles, 24 de noviembre de 2010

PERSPECTIVA

Nunca sé qué busca mamá, pero siempre parece haber perdido algo. La veo yendo de un lado para otro, haciendo aspavientos, agitando las manos, entrando y saliendo de las habitaciones como un ratoncillo atrapado en su laberinto. Cuando termina su recorrido, se coloca frente a mí, muy cerca, demasiado cerca, y le veo cómo mueve su boca lentamente, igual que el pez naranja de mi pecera. Yo la imito, y me río, pero ella llora. Por la tarde vamos al parque, y mamá se enfada, me agarra fuertemente y después me abraza. La veo sudando, como si hubiera echado una carrera con alguien. Pero en la carretera no hay nadie, sólo un coche con un señor al volante que hace los mismos gestos que mi madre. Parecen preocupados. Yo sólo jugaba. Me agarra la mano y volvemos a casa. Mañana iré a ver al señor vestido de blanco. No me gusta. Porque me pone ese aparato detrás de la oreja, y todo se vuelve estridente. Tendré que buscar otro escondite.

38 comentarios:

Stewart dijo...

Es definitivamente espectacular Maite, un auténtico ejercicio de empatía.
Creo que el mundo desde la óptica de una niña sorda no podía retratarse mejor.
Además logras ese clima agobiante, intentar describir algo completamente incomprensible...

Muy bueno este micro, me has dejado impresionado!!!

Un abrazo cuántico!!!

bicefalepena dijo...

Me parece un relato muy denso y muy logrado el punto de vista infantil para entender hasta donde llega el amor...
Un abrazo.

AGUS dijo...

Lo que a nosotros nos parece una tara, para ella es una virtud. Su mundo, ese refugio del silencio que tan bien describes. Es un micro con mucha carga crítica hacia la sociedad del ruido, "estridente", de las prisas que entre todos hemos construido. Y también contra los cánones de perfección que el hombre estipula a su antojo. Muy bueno Maite, como siempre.

Un abrazo.

PD: Magnífico retrato de la madre estresada desde el bunker de la hija.

Víctor dijo...

Sí, Maite, excelente ejercicio de empatía. Sin embargo, se me escapa lo del escondite... Nada, a esperar.

Un abrazo.

Torcuato dijo...

Me parece magnífico este micro, Maite. Reflejas esas visiones distintas, como dice el título. Este tipo de micros, cuando están bien escritos, te dan un golpe en la espalda y te dicen: "Eh, despierta. Hay otras formas de ver las cosas."

Un beso.

Anita Dinamita dijo...

Me has dejado así :o y calladita para no hacer ningún ruido que perturbe.
Mi abuela dice lo mismo, que el audífono vuelve el mundo muy molesto, mucho más si normalmente no oyes.
Me encanta lo de la boca de pez y la incomprensión de la hija ante el sufrimiento de su madre... la muy pillina, sabe perfectamente lo que busca su madre!
Un abrazo

Luisa Hurtado González dijo...

Muy denso y con diversas lecturas. Me gusta.
Y me explico. Habla una niña y todo indica que su madre tiene problemas, problemas que no lo son para la pequeña. Más tarde, descubrimos que la niña está sorda; de forma que todo encaja, la madre tiene un problema: la sordera de su hija y... para la pequeña no ocurre nada, ella vive con naturalidad "su" realidad y punto.
La van a llevar al médico. Descubrimos que están haciendole pruebas para ponerle un aparato, para que oiga, pero a la niña no le gusta, ni el médico ni el aparato.
Impecable.
Y justo ahí, con la última frase, pierdo pie, cosa que me encanta en los micros.
"Tendré que empezar a pensar en otro nuevo escondite".
La niña se está haciendo la sorda o lo es? Huye de la realidad con su sordera? Dónde se esconderá la próxima vez, detrás de que inocente enfermedad o tara?
Fantastico, de verdad, y envidia, mucha envidia

Anónimo dijo...

hola Maite, tu relato me habla de tristezas y desesperos, de soledades enfrentadas entre seres que no conectan porque no se entienden. En el mundo de los que oímos, son frecuentes los diálogos entre sordos, los monólogos paralelos carentes de sentidos.

Un beso.

R.A. dijo...

Estoy de acuerdo con Torcuato, Luisa y Odyss así lo he leìdo yo, que no oído.


Un abrazo!

David Figueroa dijo...

Fantástico, el título es perfecto, me gustó.
Un abrazo, Maite.
David.

vittt dijo...

estoy aplaudiendo. lástima que no puedas oírme.

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

A mí hay cosas que se me han escapado pero el hecho de plantear perspectivas dentro de un microrrelato me parece un recurso muy digno para el género.

Maite dijo...

STEWART: creo que la escritura te da esa oportunidad innegable, como a los actores, de vivir vidas ajenas, de ponerse en el lugar del otro, empatizar, como tú bien dices. Para mí es un lujo y un reto.


BICEFALEPENA: me tomaré eso de denso como un piropo ;-) Abrazos


AGUS: una vez más tu interpretación es magnífica. No sé si tú has logrado ver el tema del escondite. Estoy convencida de que lo has hecho.


VICTOR: no sé si a estas altura del día ya te habrán aclarado las dudas, pero por si acaso, y aunque cada uno es libre de interpretar como quiera o le sugiera, te diré que el tema del escondite es tan simple como que lo que en un inicio busca la madre es el audífono de la niña, que se niega a entrar en ese mundo de ruidos, gritos, bocinas. Ese mundo que para ella es perfecto, hasta que el hombre de la bata blanca le dice lo contrario, y ella se niega a aceptarlo, ¿cómo?, escondiendo su audífono cada vez que se lo ponen.


TORCUATO: cómo me ha gustado tu comentario, estamos tan acostumbrados a ver todo a través de los ojos de los demás, de las normas, las reglas, las prohibiciones, las supuestas normalidades que ¿quién ha dicho que tengan que ser así? Un beso


ANITA: lo has calcado!! veo que has entendido de principio a fin la situaión, eso tiene premio, UN ABRAZO

Maite dijo...

LUISA HURTADO: lo primero, bienvenida al blog, espero que te instales y te quedes por aquí.
Por otro lado, decirte que me ha parecido muy interesante tu percepción del micro y tus dudas sobre ese mundo imaginario creado por la niña. No era esa mi intención, pero me ha parecido una opción muy válida la tuya. Un abrazo.


ODYS69: es un honor tenerte por aquí. Efectivamente, esa metáfora que utilizas en tu comentario, es muy acertada, reflexión recogida y efectuada. Abrazos.


ROSANA: me alegra infinito que haya acuerdo entre vosotros ;-) Un beso y gracias por venir


DAVID FIGUEROA: un asunto, un problema, una situación, siempre tiene, al menos, dos puntos de vista. Un abrazo.


VITTT: algo me llega, algo me llega, pero pensé que era una de tus lápidas abriéndose, me alegra que realmente ese sonido sean aplausos!!


DANIEL SANCHEZ: Dani, no sé si la exposición que he hecho por aquí arriba habrá arrojado algo de luz a tus dudas, ya me dirás.

Gastromaniac dijo...

Precioso Maite... Me alegro de conocer esta faceta tuya!!! Te seguiremos de cerca :-)

Susana Pérez dijo...

Que bueno, Maite. Tenemos que ampliar nuestros campos de visión, está claro que todo depende de la posición desde que miras la realidad.

Abrazos

Jesus Esnaola dijo...

A mí me pasó como a Víctor, no entendí lo del escondite. Por lo demás, buenísimo.

Abrazos

Unknown dijo...

Micro espectacular. A medida que vamos comprendiendo a la niña, que tan hábilmente lográs que nos pueble, nos vamos alejando de nosotros mismos: de nuestra forma de mirar, que es como decir nuesta forma de juzgar, de nuestra adultez, de nuestros estépitos.
Enhorabuena por este gran cuento Maite.

Juan F. Plaza dijo...

Hola Maite:
Me ha gustado, la verdad, porque siempre es difícil ponerse en la piel de "los otros". Así que enhorabuena.
Abrazos
P.D. Me gustó ponerte cara (el blog de Agus es genial)

Lola Sanabria dijo...

Bueno, parece que ya está todo el pescado vendido, aún así, decirte, Maite, que entiendo ese esconderse del ruido de los adultos que a veces tanto agobian.

Me gustó mucho.

Par de abrazos.

Puck dijo...

Me sumo a los comentarios y las felicitaciones. Lo del escondite creo que te hace pensar e incluso releer... y me parece muy acertado.
Saludillos en voz baja

Maite dijo...

GASTROMANIAC/ROCIO: y qué gusto verte por aquí, espero que te aficiones y dile a Ro que se anime a hacer ella algo parecido, a su estilo.


SU: eso es muy cierto, depende desde dónde lo mires, la perspectiva cambia tantísimo, eso es aplicable a nuestro día a día.


JESUS ESNAOLA: pues espero que lo entendáis tú y él. Como ves, hay varias interpretaciones, pero yo lo hice con la simplicidad de la niña que esconde su audífono para no pasar a ese "otro mundo de ruidos y aspavientos"


PATRICIA: acertadísimo comentario. Un beso.


WOODY: pues no veas la vergüenza que me da a mí lo de ponerme cara :-s

Maite dijo...

LOLA SANABRIA: en cierto modo así es, es esconderse del ruído y de ese mundo tan "revolucionado". El método que la niña utiliza para no adentrarse en ese mundo es esconder su audífono, el que su madre busca sin cesar en el inicio del micro.


PUCK: pues mira que no pensaba yo que el escondite iba a dar para tanto, pero no hay mal que por bien no venga ;-) Me encantan las interpretaciones que se han dado, hacen que el micro esté...vivo.

Malena dijo...

No hay mejor sordo que el que no quiere oir.

Juan Vásquez dijo...

Yo trabajé con sordos durante mucho tiempo, es más o menos así, incluso prefieren la lengua de señas y se oponen firmemente al implante coclear.

El cuento sí es bueno pero no de mi entero gusto y aún no sé por qué.

Propílogo dijo...

Bestial. No me gusta que me abofeteen así. O sí, no sé. La perspectiva de la niña es brutal. También se me escapó lo del escondite, pensé que sería un refugio fantástico donde no fuera necesario oír.
Pero la descripción del mundo desde su silencio, y cuando todo se vuelve estridente... bestial. Enhorabuena.
Abrazo
Gabriel

Maite dijo...

MALENA: eso dicen, aunque a mí me es imposibel hacer oídos sordos a casi nada. Bienvenida, un abrazo.


JUAN VASQUEZ: pues me alegra infinito que alguien que ha trabajado de cerca el tema reconozca en este micro a su protagonista. Sobre lo otro que apuntas, cuando descubras qué es lo que te "chirria" dímelo. Un abrazo.


PROPÍLOGO/GABRIEL: entusiasta tu comentario (qué gusto da). Al final voy a tener que cambiar lo del escondite, porque parece ser que es la pieza que no encaja del todo en el puzle. Abrazos

Sibreve dijo...

Muy, muy, muy bueno. Yo también entendí el escondite como un lugar donde seguir manteniéndose aislada, en su mundo. Aunque, por otro lado, como la madre siempre llega angustiada pensé que era un escondite físico, un lugar donde no la encuentren para que no la lleven al otorrino. Desconozco cual es la idea con que lo escribiste, pero me parece más poética la primera opción, aunque menos real y mucho más triste.
Saludos.

Ebude dijo...

Realmente impresionante. No se puede describir mejor. Excelente.
Saludos.

Maite dijo...

SIBREVE: esa es una interpretación perfecta, a fin de cuentas, lo que quiere es quedarse en su mundo. Da igual que sea físicamente o de otra forma, lo importante es el fondo. La huida de la supuesta normalidad. Un abrazo.


EBUDE: supongo que ella podría haberlo dicho mejor ;-) yo sólo traté de ponerme en sus zapatos. Gracias por venir. Un abrazo.

Manuel dijo...

Lo más duro es que en muchos casos puede ser real. Los niñ@s son seres indefensos... Los adultos debemos ser guías de sus sueños y sus anhelos, no seres despiadados.

Maite dijo...

MANUEL: efectivamente, pero cada vez creo que los adultos somos menos "guías" "sherpas" del camino. Un abrazo

Anónimo dijo...

Genial¡¡¡ como siempre, en fondo y forma. Y cuanta verdad encierran tus "pocas letras", con ojos... y oidos de niño el mundo nunca será amorfo... ni aburrido... ni plano... ni gris... ni estridente ¡¡¡qué suerte!!!

Otro abrazo... de niño

Juani

Maite dijo...

JUANI: sí, qué suerte!! ojalá nunca perdiéramos esa alma de niños, pero crecemos, y nosotros mismos nos volvemos...estridentes :-s
Un abrazo

Chula dijo...

Perfecto.
Yo que sólo oigo de un lado, no dejo de verme en medio de dos mundos: quiero oirlo todo, no perderme nada y sin embargo no lo consigo y entonces, frustrada unas veces, herida, otras,cambio de idea y prefiero ignorar todo ese ruido que me confunde. La niña,o tiene más claro que yo. Pese al daño que, inocentemente, pueda causar rebelándose contra el audífono, no puedo dejar de admirarla.
Jo! qué rollo te he metido. Un besazo Maite, me ha gustado mucho.

Maite dijo...

Chula, pues que sepas que me ha emocionado tu comentario, porque ese es el verdadero éxito del microrrelato, que alguien que sabe de lo se está hablando, se sienta reflejada, sin haber caído en excesos de ningún tipo, y que quien nunca lo ha padecido, pueda ponerse (en una pequeña parte) en sus zapatos con la lectura.
Muchísimas gracias por este comentario. Un besazo grande.

Un tipo dijo...

Qué perspectiva (y leo el título hahaha)

Maite dijo...

UN TIPO: Espero que lo hayas leído entero y no te hayas cansado ya en el título!! Un abrqzo, Edgar