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lunes, 3 de enero de 2011

LA DECISIÓN DE RAQUEL

Raquel, indefectiblemente, vestía pantalones. Todos los intentos de hacerla parecer una princesa, resultaban siempre fallidos. Si alguna vez su padre le obligaba a ponerse un vestido, ella corría a encerrarse en el ático llorando e hipando, sorbiéndose los mocos como un golfillo. A pesar de su corta edad, hacía gala de un carácter muy marcado, y en muchas ocasiones era inevitable el choque de trenes que las cabezonerías de una y los preceptos del otro provocaban. La paciencia llegó al límite el día que la niña apareció portando su melena rubia en una mano y las tijeras de pescado en la otra, la pequeña se había rasurado el pelo casi por completo, exhibiendo una cabeza asimétrica, delimitada por unos terribles trasquilones. Él se enfureció mucho, la castigó, gritó, y exasperó, para terminar escondiendo unas lágrimas de impotencia entre sus curtidas manos. Su hija, comprensiva, se acercó a consolarle. En mitad del tenso silencio creado, se oyó una pregunta, el hombre necesitaba saber el porqué del insistente empeño por aparentar esa masculinidad. Ella, por toda respuesta, argumentó un sencillo “porque quiero ser un papá”. Obcecado en su pregunta, su progenitor se revolvió incómodo en el sofá, suplicando nuevamente una explicación. Raquel, muy seria, contestó, “quiero ser un papá, porque las mamás se mueren”.

32 comentarios:

Anita Dinamita dijo...

Me has noqueado Maite, la ausencia de la madre en la narración se percibe con fuerza, más pensando en que chocaban padre e hija. El final es demoledor y ciertamente, algunas madres mueren.
Un abrazo Maite y menudo comienzo de año...

Kum* dijo...

Un final brutal. Demoledor e inesperado.

Bravo.

Besos patidifusos.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Aplastante lógica infantil. Me gustó mucho.

AGUS dijo...

Perfecto retrato de la "lógica" infantil ante la muerte. Durante todo el texto sabes muy bien nadar y guardar la ropa, pero sin embargo dejas siempre atisbar detrás de lo que a simple vista parece una anécdota infantil, una sensación profunda de desasosiego. Sensación que adquiere todo su sentido en la última frase. Tan contundente como "lógica". Felicitarte por este estreno de año tan exquisito.

Abrazos.

Luisa Hurtado González dijo...

El comentario me lo ha quitado Kum de la boca y yo, yo no puedo decir ni añadir nada.
KO técnico.
Un beso.

bicefalepena dijo...

Los hechos a veces son superados por las reacciones que provocan. No es el caso ya que, quien quiere mucho, termina escuchando las respuestas.
Triste relato sobre relacciones humanas y sobre ausencias.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo

Daniel Sánchez dijo...

Muy bien lo puntualiza Anita, la clave está en esa omisión que es la que lo convierte en un microrrelato (obviamente tb la narración ligera) y no en una anecdota narrada sin más.

Enhorabuena.

Maite dijo...

Anita: gracias por tus palabras!! La ausencia de la madre y la carga emocional y de peso del cuidado que eso le exige es totalmente buscada y rezuma por todo el texto, pero sin querer desvelar nada. Espero haberlo logrado.


Kum*: es una historia dura, desde luego, pero también está llena de ternura, a mi entender. Me alegra que te haya gustado Karlos.


Cybrghost: como bien dices, se trata de la lógica infantil, una mente que piensa muchas veces con más claridad que la de los adultos.


Agus: tus reflexiones y análisis siempre me parecen certeros, Agus, esta vez no es distinto. Me llama la atención que ninguno (de momento) hubiera pensado que los tiros iban por otro lado...ahí lo dejo. Abrazos enormes.


Luisa Hurtado: espero no haberte nockeado con golpes muy duros, porque también quería aportar parte de la ternura que llevan siempre anexa los niños. Un beso.


Bicefalepena: creo que el relato, como tú bien dices, habla de relaciones humanas y de las reacciones que las pérdidas provocan, pero aquí no sólo es protagonista la niña con su respuesta contundente final, también el padre ha sufrido la pérdida y lo demuestra con esa ardua y complicada tarea que es sacara un niño adelante. Abrazos.


Daniel Sánchez: efectivamente no quiere ser una anédocta sin más, y esa es la magia del micro ¿verdad? Un abrazo

Anónimo dijo...

Creo que la ausencia de la madre es fundamental, como ya se ha dicho varias veces más arriba. Me parece que esta ausencia está marcada por la tensión entre el padre y la hija: la niña queriéndose parecer al padre y el padre tratando de recuperar a la madre a través de su hija.
Un muy buen texto, Maite. Me ha gustado mucho.

Un fuerte abrazo.

Caboclo dijo...

Un final impactante en un buen relato, como ya te han dicho otros. A mí me gusta también el principio y la inquietante imagen de la niña que lleva en una mano la melena y en la otra unas tijeras. Por ponerle un "pero": lo aligeraría aún más, simbargo está muy bien como está. Enhorabuena.

Unknown dijo...

Qué bárbaro Maite! Sabemos de tu prosa impecable pero este giro final nos ha golpeado duramente a todos.
Es un orgullo ser tu lectora.
Feliz Año Nuevo
Un abrazo.

Víctor dijo...

Fuagh, Maite. Menudo cuerpo se me quedó. No sé, quizás esperaba algo más alegre para empezar el año. No digo mejor, digo más alegre. Un abrazo.

David Moreno dijo...

Y después de esto. Escalofríos. Conmoción. Sorpresa. Me pongo de pie. Aplaudo. Bravo. Plas, plas, plas.

Y no diré más, porque te lo han dicho ya.

Un saludo indio

Lola Sanabria dijo...

Muy bueno, Maite. El final espectacular.


Abrazos a pares.

Maite dijo...

Alberto Flecha: esa relación paterno filial es el hilo conductor de esta y de otras muchas historias. Abrazos.


Caboclo: te doy la bienvenida al blog, es un lujo contar con "caras nuevas" ;) La verdad es que no suelo extenderme tanto en los textos, pero me pareció que se leía de corrido y no quedaba extenso, gracias por tu opinión. Un abrazo.


Patricia: ¡por Dios! qué cosas tienes, aquí los importantes sois vosotros, ¿qué es un texto sin lectores? sólo letras sin sentido. Un beso muy grande.


Víctor: vaya, siento haberte dejado ese cuerpo "chungo" Ojalá me hubiera salido un texto con fuegos artificiales pero, salió éste ;) De cualquier forma, me alegra ver tu ojo lector por aquí ;)


No comments: y yo te acompaño a ti en las palmas, a ver si nos marcamos una sevillana ;) Abrazos


Lola Sanabria: si, un final algo fuertecillo, pero es una realidad como cualquier otra. Besos de dos en dos.

David Figueroa dijo...

Muy bueno, Maite. Un golpe muy bien dado.
Un abrazo.

Jose Manuel Iglesias Riveiro dijo...

Gracias por tu visita.
El relato, el primero que leo tuyo me ha impactado, no esperaba ese final.
Releyéndolo una vez mas aprecio lo bien escrito, el desarrollo de la trama ese trió madre, padre, hija queriendo ser padre porque madre ha muerto y ella claro ama la vida.
Me ha encantado, espero seguir disfrutando de tus relatos desde hoy mismo.

Jesus Esnaola dijo...

Muy bueno, Maite, pero que muy bueno. No repetiré lo que ya te han dicho. Si uno lee para sentir, misión cumplida.

Besos.

Iván Teruel dijo...

La idea me parece fabulosa Maite, y el giro final no solo resulta sobrecogedor sino que da sentido a todos los elementos que se han ido engarzando previamente. Un micro para hacer sentir como bien dice Jesús.

Sí que habría algunas cuestiones estilísticas que me distraen un poco cuando leo el micro y que me gustaría comentarte en privado porque hacerlo aquí me parecería una descortesía; al fin y al cabo, las cuestiones relacionadas con el estilo son demasiado subjetivas muchas veces. Pero tiene que ver con la utilización de los registros.

Veo que no tienes enlace con correo electrónico, así que si quieres envíame uno a la dirección que tengo en mi perfil blogger y te comento.

Un abrazo y enhorabuena por el micro.

Maite dijo...

David Figueroa: un golpe que muchos niños reciben, un abrazo grande, David.


Iglesiasoviedo: pensé que habías leído los micros, ya que te tenía entre mis seguidores, tus fotos son muy buenas. Nos seguiremos viendo.


Jesus Esanola: para mí ese es el sentido de la lectura, en cuanto un libro no me llena, me aburre, no me hace sentir, no puedo continuarlo. Antes me "obligaba" a terminarlos, pero pensé que ese no era el cometido, tal vez estaba dirigido hacia otros lectores. Me alegra que te haya hecho sentir. Abrazos.


Iván Teruel: pues ahora mismo paso a dejarte el mail, aunque cualquier crítica es bien recibida aquí mismo también. Abrazos.

Manu Espada dijo...

Un final demoledor, una narración brillante que nos lleva de la mano hasta donde quiere.enhorabuena y feliz año.

Manu Espada dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Maite dijo...

manuespada: un comentario así de alguien que admiro me hace llenar el motor de gasolina. Gracias. Un abrazo.

Stewart dijo...

Con lagrimitas en los ojos me dejas...

Santo Dios que manera de espachurrarme el corazón...

Quizá te diga algo cuando me recupere...

Un Abrazo Maite

Un tipo dijo...

Impresionante, Maité. Impresionado me voy sin palabras. Así.

Aah. (Bueno, un grito haha.)


Saludos! :))

su dijo...

Me encogiste el corazón Maite... muy bueno, precioso.
Abrazos.

Torcuato dijo...

Boca abierta.
.....
Fantástico
Un beso.

marialuisa dijo...

Pasé por casualidad y me encantó

saludos

Antonio Eme dijo...

Maite, me quito el sombrero ;-)

Maite dijo...

Stewart: ay, que t'espachurrao!! ;) eso es porque eres un ser sensible y cualquiera que pase por tu blog y vea tu poesía puede darse cuenta de ello ¡lo recomiendo!


Un tipo: a veces, un silencio, es más expresivo que la más grande de las interjecciones ;) Abrazos.


Su: me alegra ver tus zapatos rojos paseando por estas letras, me alegra que te haya gustado :D


Torcuato: pues ahora ya estamos en paz, porque desde que te leo, me cuesta estar con la boca cerrada ;)


marialuisa: qué buenas son las casualidades, espero que estés a gusto, y te quedes :D


Antonio M.: no quiero que te resfries, ponte ese sombrero y en todo caso, tomémosnos unas cervezas ;)

Javier Puche dijo...

Estupendo relato, Maite. Y feliz 2011.

Maite dijo...

Javier Puche: gracia por pasarte y dejar huella de tu paso. Feliz año para ti también. Abrazos.