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lunes, 24 de enero de 2011

PLACER TERRENAL

Su cuerpo pone en guardia mis sentidos. Su perfume, su aroma de mujer madura, hacen irresistible el probarla, besarla, sentir el gusto de su piel afrutada. Su color, su sangre, su alma y el sonido mientras fluye con la suave sensación de mis dedos sujetándola, alzándola hasta mi boca, hasta rozar con mis labios esa copa de vino de Rioja, tierra santa.

33 comentarios:

Anónimo dijo...

Sugerente micro, sobre todo para un "pitarrín" como yo, amante del Rioja a su temperatura justa, sin abusos de cámaras ni complicaciones. En estado puro.
Mil besos afrutados y con mucho cuerpo.

Torcuato dijo...

Veo que también lo intentaste con el concurso.
Un beso, Maite.

Luisa Hurtado González dijo...

Muchos lo hemos intentado con los concursos de vinos y no hemos ganado. Cuando he leido a algún ganador, he de admitir que ha sabido salirse por la tangente, contarlo de otro modo, fijarse en otras cosas.
A mí de momento se me escapa, pero estamos todos en ello y que gane el mejor o el que tenga más suerte.
Un beso

F dijo...

Muy sensual...

De todas formas, no se ha fallado aún, ¿no?

AGUS dijo...

Maite, hoy tocas una de mis mayores aficiones. Y lo haces muy bien, desgranando las características principales que éste debe tener. Debe ser también de tu agrado, porque describes perfectamente ese momento de liturgia que es degustar un buen vino. El antes y el después.

ABRAZOS.

David Moreno dijo...

Ay el vino y las mujeres, dos pasiones irresistibles, jeje
Un saludo indio

Golfo dijo...

Ah, es lo que tienen, empieza en la mirada y parece no tener fin.
Si te puedo proponer -muchas veces es mejor que pegarte una blanda palmadita en la espalda-...Quizá la piel afrutada es algo redundante... en la idea de aroma de mujer madura ya hay algo afrutado. El final de la frase pierde fuerza al insistir en el sabor que ya llevas palabras atrás en la boca.

Manu Espada dijo...

El vino puede ser muy sensual, por algo tiene "cuerpo". Embriagador microrrelato.

Daniel Sánchez dijo...

Buen intento.
Suerte.

Anónimo dijo...

Bien desgranados los cinco sentidos que tienen que intervenir ante el vino. Hay algo, sin embargo, que no me termina de cuadrar, si me permites, Maite. Es eso de ponerlos en guardia. ¿No debería ser al revés? ¿Que bajen la guardia para disfrutarlo?

Un abrazo, Maite.

Lola Sanabria dijo...

Buen vino para un buen micro. ¡Suerte!

Besos afrutados.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

mmm cuanta sensualidad.

Susana Pérez dijo...

Jeje, está genial. Lo que la imagen que has utilizado no evidencia demasiado?

Abrazos

Unknown dijo...

No me gusta el alcohol ...peo me estás tentando.
Según parece al perder este 'placer terrenal' estoy perdiendo demasiado ja ja.
Un beso Maite

Jose Manuel Iglesias Riveiro dijo...

Precioso tu loa a un buen vino, solo tengo que decir que estoy a tu lado en las alabanzas a ese mangar de dioses que es un buen vino y al ritual de su degustación.
Un abrazo.

Maite dijo...

Anónimo: pues a mi me has dejado con muy buen cuerpo tras este comentario ;) Ya sé de tus gustos de buenos caldos en su justa temperatura, y yo que me estoy aficionando también. Besitos, Luis.


Torcuato: jejeje, si, por intentarlo que no quede, una manera como cualquier otra de practicar ;) Besos


Luisa Hurtado: está claro que hay que ser un poquito original e incluso trasgresor en alguna ocasión. A mi se me fue por el campo semántico de la sensualidad, poco original, que le vamos a hacer ;)


depropio: no, creo que el fallo era en febrero. Abrazos.


Agus: teniendo La Rioja tan cerquita es difícil que una no comience a hacerse fan de los caldos de la tierra. Un beso.


No comments: amor y copita de vino, una mezcla que nunca suele fallar ;)


Golfo: estoy totalmente de acuerdo contigo en que palmaditas en la espalda, las justas ;) Sobre la reiteración de los términos, no sé, yo no lo veo así porque una mujer madura puede tener muchos aromas o acepciones, no solamente el de la fruta madura, además, se trata de que entre en juego los cinco sentidos, por ello el aroma corresponde al olfato, mientras que la piel afrutada (tersa y suave como un melocotón, por ejemplo) correponde al tacto. Gracias por las aportaciones que siempre tengo en cuenta, no lo dudes. Un fuerte abrazo.

vittt dijo...

sigo prefiriendo una mala mujer a un buen vino.

Maite dijo...

manuespada: creo que una copa de vino, una guitarra... son elementos que no pueden evitar ser comparados con la sensualidad. Abrazos achispados ;)


Daniel Sánchez: es probable que se quede sólo en eso, en un intento, pero disfruté haciéndolo y acompañándolo de un buen riojita :D


Alberto Flecha: pues puede tener ese sentido que tu dices de bajar la guardia, pero a mí me parece más al contrario, pone en marcha el olfato con su aroma, el tacto cuando rodeas la copa, el gusto al saborearlo, la vista con esos colores del tinto, blanco y rosado. Yo creo que los aviva más que otra cosa. Es como ponerse a latir el corazón, no sé, es como yo lo veo.


Lola Sanabria: a ver si algún día nos tomamos uno!! besos


Cybrghost: la imaginación es libre, yo sólo he puesto las palabras ;)


Su: pues tienes razón, la imagen es clara, pero me hizo gracia el chiquitín bebiendo de una gran copa, además, no sé porqué, en esta ocasión me pareció que no desvelaba demasiado, fíjate, tal vez estoy equivocada. Gracias y besos.


Patricia: a mí tampoco me gusta, te lo aseguro, pero un buen vino con una buena comida...me estoy empezando a aficionar, será la edad ;)


iglesiasoviedo: un panegírico al buen caldo y vivo muy cerquita de tierra de cosecheros por lo que los rituales me son conocidos, aunque no sea ninguna experta, lo confieso. Abrazos.

Maite dijo...

vittt: jajajaja, no tienes remedio :p

Anita Dinamita dijo...

Te noto muy gastronómica!
¿me das un besito de esos para probar?
un abrazo

bicefalepena dijo...

Buen ¡hip! micro... digo vino.

Un abrazo

Maite dijo...

Anita: es lo que tiene ser de la tierra donde hay culto a la comida y al buen vino ;) Aquí te dejo uno no, mil besos con aroma a roble, a barrica y a vid.


Bicefalepena: que era una copita, no toda la botella!! Gracias por venir a degustar este pequeño homenaje.

David Figueroa dijo...

Un microrrelato con mucho cuerpo, Maite. Me gustó.
Besos.

Jesus Esnaola dijo...

No consigo que me guste el vino, pero con micros como el tuyo, Maite, a uno le dan ganas de empezar a disfrutarlo.

Besos (¿de Rechena?)

David Baizabal dijo...

Buena analogía, muy sensorial.

SUerte, abrazos

Maite dijo...

David Figueroa: cuando las cosas toman cuerpo, adquieren un cariz tridimensional. Abrazos.


Jesus Esnaola: pues mira que a mi tampoco me hacía mucha gracia, pero ya le voy cogiendo el gustillo ;) No son besos de rechena, son el vino y los cinco sentidos. Besos.


Baizabal: muchas gracias, esa era la intención. Un abrazo.

Claudia Sánchez dijo...

Pero bueeeno... nos das semejante paladeo terrenal y terminas con "tierra santa"?
Me encantó la analogía Maite!
Saludos!

josef dijo...

es sensual la bebida... no cabe duda.
magnífico micro, Maite.
besos.

Maite dijo...

Claudia Sánchez: ¿has visto Clau que paradoja? sensualidad y santidad, y es que hay cuerpos que parecen santuarios ;)


Moderato_dos_josef: espero que no me acusen de apología del alcoholismo :s Todo lo que se hace en dosis moderdas es bueno ¿no? Abrazos.

Un tipo dijo...

Más que terrenal, según leo. :)
Muy bueno, Maite.


Saludos.

Maite dijo...

un tipo: bueno, vete tú a saber qué pasa tras degustar alguna copita de vino ;)

Juan F. Plaza dijo...

Es que toda la parafernalia del vino tiene similitudes con el sexo, ¿no? Unos buenos prolegómenos, calma (o no) para degustarlo, el retrogusto final...

Maite dijo...

woody: lo has definido a la perfección ;) Abrazos