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miércoles, 18 de enero de 2012

Microrrelato: HASTA EL INFINITO


Y no intentes escabullirte, que no te va a servir de nada –dijo Luis apuntándole con el dedo índice. Cerró la puerta tras de sí dando un portazo y bajó las escaleras de dos en dos hasta la cocina. Allí rebuscó con avidez entre los cajones. Cuando encontró lo que buscaba, lo escondió en su puño. Una leve sonrisa pudo adivinarse en su rostro. Regresó escaleras arriba para comprobar que su víctima seguía tirada en el suelo, tumbada bocarriba. Le dio la vuelta, colocó las pilas y Buzz Lightyear dijo: “Hasta el infinito y más allá”

20 comentarios:

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Me gusta el ritmo y la narración, pero reconozco que no acabo de pillar la relación de la primera frase.

AGUS dijo...

Me gusta cuando dejas detalles diseminados en el texto que tras una segunda lectura adquieren todo su sentido. En este caso la manera de bajar los escalones, de dos en dos, propia de un niño.

Abrazos.

Unknown dijo...

Un niño jugando a ser tan malo como (casi) cualquier adulto.
Exquisita narración, Maite.

Abrazos

Nicolás Jarque dijo...

Maite, me ha despertado una sonrisa ese final tan sorprendente e inocente. Devuelve a la infancia tan tierno micro.
Muy buen relato para REC.
Un abrazo.

bicefalepena dijo...

Muy teológico tu texto... Ese niño dios, todo bondad que deja plena libertad mediante unas pilas para decir... ¿una sóla frase? En fin...

Abrazos casi que ateos...

TORO SALVAJE dijo...

Las pilas son el espíritu santo.

Besos.

Odys 2.0 dijo...

Me pregunto dónde están las mías :-)

Besos.

Laura dijo...

Me encantan estos micros con suspense. Felicidades Maite, algún día también oiré tu voz en la radio.

Un abrazo.

Luisa Hurtado González dijo...

Me ha sorprendido, pensé en un secuestro o algo así pero... me equivoqué. Me gusta cuando me pasa.
Un beso, Luisa.

Lola Sanabria dijo...

Y quedó demostrado que no se trataba de Chucky. Me hizo sonreír, Maite, cuando ya creía que iba a terminar malamente.

Besos con muchas pilas.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

¡Genial, Maite!

Me gusta el engaño en el que nos haces caer y como luego, en una segunda lectura, vemos las pistas que nos fuiste dejando.

Un micro redondito.

Un abrazo,

Ana Crespo Tudela dijo...

Mantienes la tensión hasta el final, en el que nos das un respiro. Aunque, pensándolo bien, creo que a Buzz le espera un futuro incierto tortuoso.
Un beso

Miguelángel Flores dijo...

Qué lindo, arranca una sonrisa al llegar a la última frase. Y eso que vas leyendo con un ayayaya... Claro, es un niño, qué tonto, casa con todo: los escalones de tres en tres, la sonrisita... Muy bueno.

Maite dijo...

Cybrghost: la frase de inicio era la de ReC y la intención de la misma en mi relato era que al finalizar la lectura se viera que era la actitud de un niño adoptando poses de adulto con sus juguetes.


Agus: así es, es mi forma de escribir, dejando "miguitas" ;)


Patricia Nasello: correcto, un niño repitiendo algunos patrones. Abrazos


Nicolás Jarque: se necesitan más sonrisas, así que todo lo que se pueda hacer en pro de esta acción, bienvenido sea ;)


bicefalepena: teológico, ups, pudiera ser, aunque la intención era más bien humana :D


Toro Salvaje: resucitan a cualquiera ;)


Odys 2.0: pues yo te veo muy en forma! ánimo.


Laura: lo veo difícil, la verdad, tal vez sea mejor que nos la oigamos tomándonos unos zuritos :)


Luisa Hurtado: y a mi me gusta que te guste cuando te pasa. Abrazos!


Lola Sanabria: hoy no me apetecía derramar sangre, mira tú por donde :)


Pedro Sánchez Negreira: como redondito es el abrazo que te dejo por aquí, Pedro.


Ana Crespo Tudela: yo creo que el niño tiene buen alma, solo le preocupaba que en su ausencia reviviera el pobre Buzz, que había quedado exhausto de tanto juego :)


Miguelángel Flores: las miguitas de pan que dejé, se ven, pero no se notan.

manuespada dijo...

Me ha gustado cómo nos has dado ese pase de pecho con la muleta, en una segunda lectura pasa de lo que parece violencia, a la ternura infantil. ¿Por qué será que el verbo escabullir se asocia siempre a los niños, como si no fuera propio de un adulto?

Nel Morán dijo...

Contigo: hasta el infinito y más alla...

Saludos incontinentes

Maite dijo...

manuespada: creo que fue precisamente ese verbo el que inspiró el resto de la historia :)


Adivín Serafín: y espero que los saludos no sean contenidos!! Abrazos.

Galantz dijo...

Hola Maite
Te agregué en un dibujo con la forma de tu cisne que usas en tu perfil.
:)
Abrazos

Javier Ximens dijo...

Otro relato en el que se conduce al lector por el camino del equivoco, para al final disfrutar del cambio de género: de terror a humor. Únicamente la palabra "victima" puede que no sea apropiada, pero vamos, que quién soy yo. Nos leemos.

Maite dijo...

Galantz: gracias!! todo un honor, me encanta formar parte de esa "portada" La he puesto en mi blog también.


Ximens: bueno, si vieras cómo han quedado mis juguetes tras pasar por las manos de mis sobrinos entenderías porqué los llamo "víctimas" ;) Abrazos!!