EROTIMAR
Desplegamos las velas para zarpar con nuestros cuerpos en un viaje sin retorno. Me nombro capitán de un barco ingobernable cabalgando sobre olas de pasión desenfrenada. Me zambullo en ese azul donde sofoco mi deseo, dejándome llevar por el remolino de unos labios que me absorben dulcemente mientras los dedos se enredan en la red tejida por su pelo. Las manos, temblorosas, se aferran al timón de sus caderas. En su cuello, la cálida brisa de mi aliento nos empuja suavemente hasta la orilla. Allá donde mis ganas, ávidas de caricias, navegan por su perfil de sirena. Soy un marino loco bañándose en un mar de impulsos y emociones. Exhaustos, agotados, sentimos la quieta calma que mece nuestras ansias, preludio de un periplo inagotable.
4 comentarios:
Bien, Maite, pero me falla el título. Por lo demás, buena similitud amor y mar.
Un saludo.
Hola Víctor, me alegra tu visita, y más aún que te haya gustado. Como ves, he elegido el campo semántico del mar para reflejar una escena erótica/amorosa. El título, para mi gusto, es sugestivo y aúna ambas cosas pero...todo es relativo, y tus sugerencias son siempre bien recibidas.
Un abrazo
Sensualidad y erotismo acompañados de una metáfora muy bien elegida.
Eres buena, pequeña.
Gracias por poner tu granito de arena también con los comentarios, Luis.
Un abrazo
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