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miércoles, 16 de noviembre de 2011

Microrrelato: PURO TEATRO



El hombre, sobre las tablas del escenario, intenta terminar el ensayo de la función. El director, preso de la desesperación, le indica por enésima vez cómo ha de ejecutar la escena en la que ha de dar muerte a la mujer que representa a su amante. El actor se declara incapaz de fingir siquiera un asesinato. Se niega a llevar a cabo la acción y decide abandonar el ensayo, pero sin dejar testigos de su miedo escénico y teatral cobardía. Cuando sale del edificio, con las manos enfundadas en los bolsillos del abrigo, se le ve caminar erguido, sin mirar hacia atrás, sintiendo a sus espaldas el calor del inmueble, devorado por las llamas.

28 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Me has dejado en ascuas. ¿Qué pasa por la cabeza de ese actor, por qué no puede hacer la escena, por qué el edificio arde mientras él, sin parecer inmutarse, se aleja?
Hay un terrible secreto encerrada en él. Y no se cual. Vaya.

Mar Horno dijo...

¿Ha prendido fuego al edificio para no dejar testigo de su teatral cobardía?. Madre mía, qué tremendo. Espero haberlo entendido. Sácanos de dudas Maite. Un beso.

Víctor dijo...

Me gustó mucho, Maite. El final, insinuante, es bueno. Lo que no me convence es la repetición del verbo "abandonar". No sé si estará premeditado... Un abrazo.

Nicolás Jarque dijo...

Maite, eso es encenderse y echar gasolina al fuego. A ese actor se le fue la razón.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Como decía mi abuela: hay gente que es mejor perderla que encontrarla.

Estremecedor micro, Maite.

Abrazos

TORO SALVAJE dijo...

Hala, para que no le critiquen.
Jo.

Besos.

David Moreno dijo...

¿Estamos todos locos o qué?jijiji
Menos mal que esto es sólo ficción...

Un saludo indio

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Joder pues si no sabe simular que deje el papel, que el director de casting así no da abasto.

Odys 2.0 dijo...

Brillante... Lo que viene a demostrar que, al final, son nuestros actos y no nuestras palabras quienes hablan por nosotros.

Lola Sanabria dijo...

Un actor de armas tomar. Un acierto que no se vea venir el giro final
Me gustó mucho.

Abrazos a pares.

Elysa dijo...

Como actor deja que desear, como asesino es bueno.
Un micro con un tratmiento original.

Besitos

Raúl dijo...

El resultado está muy bien hilvanado, Mayte.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Formidable, Mayte. No sólo por su solución sino también por cómo deslizas al lector hasta el alma de tu protagonista hasta empatizar con él, para acabar sorprendiéndonos con que nos hemos apiadado de un cabrón, frustrado capaz de llevarse lo que sea por delante para salvaguardar su orgullo.

Te aplaudo.

Un abrazo.

Maite dijo...

Luisa Hurtado González: no lo sé, Luisa, la próxima vez que le vea, se lo pregunto ;) Tal vez lo único que le pasaba era que no sabía fingir, o simplemente que hay gente que dice una cosa y luego refleja en sus actos todo lo contrario.


Mar Horno: tú siempre lo entiendes bien, que para eso eres el lector. En algún lado he leído que lo grandioso del microrrelato es que el lector es el verdadero protagonista e incluso se convierte en escritor porque es el que en muchas ocasiones tiene que continuar la historia.


Víctor: corregido, no era ninguna intención premeditada, lo había leído cien veces, y cien veces no había visto ese doble abandono, en fin, cosas de la edad, supongo :) Gracias! Ya sabes que hecho en falta siempre tu ojo afilado. Besos.


Nicolás Jarque: sin duda, se le fue la razón y el argumento :) Abrazos!


Patricia Nasello: las abuelas siempre son una fuente increible de sabiduría, la tuya lo acaba de demostrar. Besos.


Toro Salvaje: así es, je.


No comments: todos locos no sé, pero un poco perjudicados, seguro :)


Cybrghost: muy bueno, al final es el director de casting el que tiene el gran problema. Abrazos.


Odys 2.0: brillante tu comentario, un análisis con la mirilla puesta en el epicentro del problema.


Lola Sanabria: este es más de cerillas tomar, pero viene a ser más o menos lo mismo :) Besos


Elysa: original, con la cantidad de gente que escribe tanto y tan bien, es un adjetivo que me encanta, gracias por colgárselo en la puerta a este relato.


Raúl: He intentado, además de hilvanarlo, hacerle un bordado, no sé si lo logré del todo :D


Pedro Sánchez Negreira: fantástico análisis, Pedro, te adentras en cada poro el micro, mirando todas las perspectivas, has hecho una lectura extraordinaria. Un fuerte abrazo.

manuespada dijo...

Muy bueno. En la vida real es un asesino pirómano, pero en la ficción es incapaz de hacerlo y por eso no quiere dejar testigos. Una paradoja muy buena que desdobla al personaje, la realidad y la ficción. Me ha gustado mucho, Maite. Besos.

AGUS dijo...

Maite, me parece clave cuando dices "se declara incapaz de fingir". Y el gran acierto es que esta pista pasa desapercibida hasta una segunda lectura. Es una de esas piezas osadas en las que te lo juegas casi todo en el cierre. Y sales airosa, más que airosa. Brillante.

Abrazos.

Nel Morán dijo...

Es uno de los micros más redondos de los que te he leído ultimamente (y mira que me han gustado todos). Ese personaje es merecedor de grandes aplausos.

Blogsaludos

Ana Crespo Tudela dijo...

¿Y qué pasa con ella, muere en el incendio? No hay nada como el orgullo herido.
Besos

Maite dijo...

manuespada: exacto, Manu, esa dualidad siempre presente en el hombre...


Agus: encontraste la clave, justo esa frase estaba escondida para racionalizar el texto.


Adivín Serafín: gracias, Nel, por lo de redondito y por ser tan generoso en tus apreciaciones :) Muchos besos!


Ana Crespo Tudela: el orgullo nunca ha sido un buen consejero. Abrazos

R.A. dijo...

Hago míos los comentarios de Manu y Agus. Oye qye en algún lado he leído que vas a ir a un sitio a leer micros?
Dónde y cuándo?

Un abrazo

Miguelángel Flores dijo...

Fantástico final, no tanto para el protagonista como para el relato.
Un saludo

Miguelángel Flores dijo...

Fantástico final, no tanto para el protagonista como para el relato.
Un saludo

Maite dijo...

R.A.: gracias, Rosana, a ver si un día podemos coincidir en una de esas citas literarias ;)


Miguel Angel Flores: peor final tuvieron los compañeros de reparto :s Bienvenido al blog, abrazos!!

Javier Ximens dijo...

Me gusta el mensaje: es más difícil fingir que hacer. es lo que tiene el teatro, que los actores actúan

Torcuato dijo...

Alma de Dios. Pobretico.
Este si que demostró las cosas con hechos y no con palabras.
El título, que ni pintado.

Besos, Maite.

Maite dijo...

Ximens: depende, hay algunos que se pasan la vida fingiendo ser quienes no son.


Torcuato: desde luego, este hombre demostró quien era con verdaderas acciones. Muchos besos.

vittt dijo...

este hombre tiene madera para la televisión.

Maite dijo...

vittt: pues que tenga cuidado, que la madera es un buen combustible :o