¡Bendita ignorancia! Los padres siempre intentando proteger a los hijos del horror. Tarde, o temprano, la realidad acaba abriéndoles los ojos. Duro, durísimo.
Maite, muestra tu microrrelato esa terrible realidad que debe sufrir un repatriado o un apátrida cuando en ningún sitio parece encontrar acomodo. Deberían desaparecer las fronteras y que el mundo fuera más solidario, sobre todo los países ricos con los pobres.
No sé si es inocencia o la inteligencia de los niños por crearse una realidad imaginaria como refugio ante la crueldad, no de la vida si no de quien no le importa destrozársela a los demás. Un beso
Lola Sanabria: tú lo has dicho, bendita ignorancia, aunque es cierto que la realidad, más tarde o más temprano, se hace visible.
Cybrghost: cierto, conocer ciertas cosas es robarles la infancia.
Pedro Sánchez Negreira: no soy yo quien la dulcifica, son los propios niños los que lo hacen.
Nicolás Jarque: a mí cada vez me duele más el mundo.
Agus: allí, donde deberían de confluir todas las cosas importantes de la vida.
Ana Crespo Tudela: quien se protege de la crueldad, denota una gran inteligencia.
Yun Rodríguez: he querido resaltar ese "orgullosa" que me parece importantísimo, y hacer una pausa dramática en el relato, para poder darse cuenta de la magnitud real de la historia.
Araceli Esteves: protegemos a los niños, pero ellos son mucho más fuertes que nosotros en los momentos más importantes.
9 comentarios:
¡Bendita ignorancia! Los padres siempre intentando proteger a los hijos del horror. Tarde, o temprano, la realidad acaba abriéndoles los ojos. Duro, durísimo.
Abrazos solidarios.
Hay cosas que nadie debería conocer, al menos que la niña siga sin saberlo. Duro y tierno a la vez.
Me parece genial cómo consigues dulcificar la desgracia con la inocencia, Maite.
Soberbio nano.
Un abrazo,
Maite, muestra tu microrrelato esa terrible realidad que debe sufrir un repatriado o un apátrida cuando en ningún sitio parece encontrar acomodo. Deberían desaparecer las fronteras y que el mundo fuera más solidario, sobre todo los países ricos con los pobres.
Un abrazo.
La literatura de la vida que, en este caso, confluye con los ojos del niño.
Abrazos.
No sé si es inocencia o la inteligencia de los niños por crearse una realidad imaginaria como refugio ante la crueldad, no de la vida si no de quien no le importa destrozársela a los demás.
Un beso
Un vaso medio lleno aquí. Mmm, en la primera línea hay muchas pausas, ¿tal vez una comita menos?
Pues yo creo que el niño sabe la verdad, pero disimula. Se quiere creer la historia para que le duela menos la realidad. Los niños se enteran de todo.
Lola Sanabria: tú lo has dicho, bendita ignorancia, aunque es cierto que la realidad, más tarde o más temprano, se hace visible.
Cybrghost: cierto, conocer ciertas cosas es robarles la infancia.
Pedro Sánchez Negreira: no soy yo quien la dulcifica, son los propios niños los que lo hacen.
Nicolás Jarque: a mí cada vez me duele más el mundo.
Agus: allí, donde deberían de confluir todas las cosas importantes de la vida.
Ana Crespo Tudela: quien se protege de la crueldad, denota una gran inteligencia.
Yun Rodríguez: he querido resaltar ese "orgullosa" que me parece importantísimo, y hacer una pausa dramática en el relato, para poder darse cuenta de la magnitud real de la historia.
Araceli Esteves: protegemos a los niños, pero ellos son mucho más fuertes que nosotros en los momentos más importantes.
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