Había comenzado a sentirse borroso. Era difícil de explicar, tal vez fuera una mala jugada de su propia psique, pero lo cierto es que cada vez era más patente su extraña apariencia.
Ciertas partes de su cuerpo comenzaban a perder volumen, amenazando con diluirse como azúcar en agua. Se miraba en el espejo y apreciaba la confusa desnudez de su piel que iba dejando al aire su patético esqueleto. Empezó a distinguir claramente los metacarpianos y metatarsianos de sus manos y de sus pies. En el cristal se fueron reflejando la tibia y el peroné, la rótula, el fémur y hasta el trocánter mayor y menor. Absorto en su paranoia pudo observar la forma ridícula del pubis, la perfecta delineación de las costillas, el esternón, la clavícula y hasta la columna vertebral. Pronto estos elementos se volvieron imprecisos y difusos, casi inapreciables. Con las escasas fuerzas que le restaban, salió al exterior, y a los pies de su tumba halló las flores ya marchitas, allí, abandonadas.
18 comentarios:
El final (la imagen que contiene) es muy bueno, pero creo que desencaja con el resto del relato, Maite. El micro es un poco débil para la fuerza del final.
Un abrazo.
Hola Maite. No quisiera adelantarme pero éste va perfecto para la última reunión de Anónima Mente, eh?
Da "yuyu" pensar que nos podemos ver así algún día... Muy bueno, al menos a mí ya me has dejado angustiada.
Un abrazo.
Víctor, acepto tu apreciación, me da la sensación de que a ti te hubiera gustado más corto, sin embargo, a mi, me parecía necesario detallar como se va borrando el cuerpo de dos formas, por la desintegración natural del mismo y por el olvido. Un abrazo.
Chula, muchas gracias por tu comentario. No me había dado cuenta que podía encajar en la reunión de micros de anónima. Espero que nunca nos quedemos tan olvidados como el protagonista de la historia, aunque, de cualquier forma, no nos vamos a enterar de si es así ;-) Un abrazo.
Al final somos como los reflejos en el agua tras tirar una piedra, cada vez menos brillantes, hasta desaparecer. Me gustó, Maite.
Un abrazo.
"Fugaz candela" dice Macbeth de la vida. Tu oscuro micro lo corrobora.
A mi también me gusta Maite.
Alberto: muy acertada tu metáfora, sólo cnseguimos mantener el brillo a través del recuerdo, si nadie lo mantiene vivo, se muere del todo.
Patricia: Shakespeare sabía mucho de los sentmmientos y resentimientos humanos, y era un filósofo de la vida y de su final. Te agradezco mucho el comentario.
Abrazos para ambos.
Waw! Nunca había visto el tema de esa manera. Me alegro de seguir siendo básicamente vitalista pero.... he de reconocer que me encanta cómo lo cuentas.
Un beso enorme, princesa.
Muy bueno, Maiyte. Es muy sugerente el tema de la muerte física y de la ¿definitiva? del olvido.
Saludos.
Angel: y yo me alegro de tu vitalidad vitalista, y espero que la disfrutemos pronto cerveza en mano. Gracias por pasarte. Besos.
Avelino: ese es exactamente el tema de este micro, a partir de ahí, podríamos abrir un debate de opiniones. Un fuerte abrazo.
Hay una escena muy graciosa, en una película de Woody Allen (no recuerdo cuál exactamente) en la que un actor aparece desenfocado todo el rato. Él se nota raro, la gente lo ve borroso...
Miguel, no se de qué película se trata, pero si es del gran Allen, seguro que es buenísima. Ya me ha entrado la curiosidad ¿por qué estaba borroso el personaje?
Somos medusas que se deshacen fuera del mar del tiempo.
Manuel, me dejas en tu comentario una buena metáfora. Un abrazo.
Maite, precioso, aunque lo del olvido es relativo, hoy te olvidan, mañana te recuerdan... Mira a Van Gogh, está menos borroso que nunca. Mi tío un día hizo el árbol genealógico familiar y rescató vivencias de hace 3 siglos, diarios, cuadros... y recordó a quienes yacían en el olvido desde hacía siglos... lo que no volvemos es del hoyo, eso seguro!
Anita: tienes muchísima razón, el que tenga la suerte de ser "rescatado" algún día...volverá a "tomar cuerpo". Yo también estoy de acuerdo en que no hay regreso posible :-s
Precioso!!!
Es todo un poema macrabro!
Norberto/Hansel
Norberto/Hansel: me suena un poco raro esa definición que das de poema-macabro, pero en cierto modo, tienes toda la razón, a fin de cuentas, la muerte, el olvido, son temas recurrentes en poesía ¿verdad? Un fuerte abrazo
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