Recuerdo aquella niña paseando sola por el parque; no tendría más de siete u ocho años. Caminaba resuelta entre la muchedumbre. Primero la observé detenidamente y después la seguí durante un largo rato hasta asegurarme de que nadie la acompañaba. Se sentó apoyando su menudo cuerpo en un banco, ayudándose a subir en él con ambas manos. A pesar de que los pies no alcanzaban el suelo, cruzó las piernas en actitud adulta. Me acerqué y, agachándome hasta ponerme a su altura, le pregunté: “¿Te has perdido, cariño?” Me miró directamente a los ojos, con esa suficiencia descarada que solo los niños conscientes de su perfil inocente saben usar, y me respondió: “No, pero tal vez deba usted buscar a mi padre. Es él quien está perdido”
28 comentarios:
Jo.
Que pena...
Duele.
Besos.
Hay tanto padre perdido del que somos vemos el espejo de sus hujos. Me gusta el desarrollo,la imagen de la niña sentada, el golpe final de sentencia. O sea, el microrrelato entero.
Un saludo.
"del que solo vemos", quería decir y no he dicho...
Hijois, quería, decir, no hujos.Ay, teclado, ay, prisas.
Qué bueno Maite. Todo depende de la perspectiva de quien considera los hechos. Viendo a esta niña, no me cabe la menor duda de que el que está perdido es su padre. Genial. Un beso.
Qué cierto es eso del color del cristal de las gafas... Pero este relato da mucho más que pensar, sobre la pérdida, por ejemplo: a veces el más perdido no es el que no encontramos, sino el que no se encuentra a sí mismo.
Mil besos mancos.
Facundo Cabral decía 'Mi padre no era tan inteligente como para irse, mas bien que se perdió'
Doloroso, pero cierto.
Impecable micro, Maite.
Abrazos!
Hola :
Me llamo Roxana Quinteros soy administradora de un sitio web. Tengo que decir que me ha gustado su página y le felicito por hacer un buen trabajo. Por ello me encantaria contar con tu sitio en mi directorio, consiguiendo que mis visitantes entren tambien en su web.
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Roxana Quinteros
Una niña que tiene algo perdida su niñez, porque su perfil será inocente, peor con esas conclusiones, por otro lado tan frecuentes, de inocente tiene poco.
Maite, una gran historia en que nada es lo que parece. Quiero pensar que ese adulto que le pregunta a esa desconocida niña es el padre. Lo bueno de este micro es que cada cual puede elegir la interpretación que prefiera.
Me gustó mucho.
Un abrazo.
Si es que los adultos no sabemos ni por donde andamos.
Blogsaludos
Todos los niños saben que los perdidos son los padres, sólo que disimulan.
Me gustó mucho.
Abrazos encontrados.
Coincido con Lola. No hay mayor desquicio que el mundo de los adultos. Tu micro lo refleja con precisión y elegancia.
Abrazos.
Tu micro me hace preguntarme muchas cosas sobre ese padre, quién es, por qué se ha perdido, se encotrará o no, en cambio, la criatura desprende una seguridad en sí misma que ya la quisieran muchos adultos. Besos.
Cuántas veces los hijos nos descolocan con un razonamiento de un sentido común que no es propio para su edad.
El relato tiene un final abierto que es muy sugerente.
Un beso
Toro Salvaje: pena ¿por qué?
CDG: a mí me encanta esta niña, ojalá yo hubiera sabido afrontar las cosas como ella :)
Mar Horno: a que sí, jajaja, es evidente que ella sabe perfectamente dónde está, y me imagino al padre buscándolo como un loco, en definitiva, perdido ;)
Anónimo: Luis, a veces pensamos que unos son los indefensos, cuando en realidad son los más fuertes. Besos curativos.
Patricia Nasello: que sabio Facundo Cabral, gracias por el simpático aporte, Patri.
Anónimo: Roxana, sin ningún problema para poner el enlace, quien quiera leerme, será siempre bien recibido.
Cybrghost: hay mucho niño con aire inocente y filosofía de adulto. Besos.
Nicolás Jarque: tú piensa lo que quieras, eso hará que el relato se convierta en tu pensamiento ;)
Adivín Serafín: qué razón tienes, Nel, andamos mucho más perdidos de lo que parece.
Lola Sanabria: has atrapado la esencia en su plenitud. Gracias Lola.
Agus: cuánto más fácil sería todo si conservaramos algo de esa esencia infantil llena de sabiduría y templanza. Besos.
manuespada: desde luego, Manu, su actitud es envidiable, incluso para muchos que presumen de su madurez.
Ana Crespo Tudela: ese trataba de ser el mensaje, Ana, me alegra que haya traspasado las letras ese espíritu. Besos.
Me haces pensar, muchas veces me he preguntado si lo estaba haciendo bien con mi hija y muchas también ha sido ella la que ha encontrado las respuestas para ambas con una actitud tan madura como la de esta niña. Ser maddre es difícil, en este caso ser niña también.
Besitos
Jeje. Tal como corren los tiempos el relato es muy realista. Estamos tan mediatizados con los pedófilos que a medida que iba leyendo empezaba (temía) que el relato, tan bien llevado, terminara en el abismo pero el giro es simpático y al final y en segunda lectura se aprecia placenteramente. Es decir, yo también tuve falsas conjeturas. Muy visual la postura de la niña, y a posteriori la pista que das: "en actitud adulta". Buen trabajo.
La refrescante soltura de algunos niños puede desarmar a veces hasta al más pintado...
Besos
¡Que regalo nos has hecho, Maite!
Me parece un relato formidable, que en un principio te hace temer por la niña pero cuya solución consigue hacerte sonreír, pensando en ese/a niño/a (todos conocemos uno) con sobredosis de autoestima que sería capaz de responder así.
Gracias, lo he disfrutado.
Simpática mini.
Saludos
Elysa: tras leer la reflexión que dejas aquí, no me cabe la menor duda de que los estás haciendo bien :) Besos
Ximens: has ido dando los mismos pasos que di yo cuando fui perfilando el relato. Estamos en sintonía ;)
Odys 2.0: y tanto, las armas menos destructivas son las que primero desarman al "enemigo" :)
Pedro Sánchez Negreira: eres tú quien me hace un regalo con este comentario, así da gusto escribir ;) Muchas gracias!! Abrazos.
Elise Reyna: dice la RAE que una persona simpática es la que su modo de ser y carácter la hacen atractiva o agradable a las demás, así que esto, atribuído al micro, supongo que te ha resultado atractivo o agradable...me alegra oírlo :)
Y hay tantas maneras de perderse!!!
No me gusta ninguna de las que me vienen a la mente, por eso sólo: pobre niña, qué mirada la suya.
Un beso
joder, qué bueno, maite.
¿Será verdad?
Luisa Hurtado: yo me perdí una vez en la playa, y me encontraron jugando tan ricamente con una familia, tal vez ahí, también fueron mis padres los que se perdieron, o cuando menos, me perdieron de vista ;)
vittt: eso es que te ha gustado, ¿no, vittt? ;) Besos!!
Torcuato: es muy posible, con estos niños, nunca se sabe :)
Maite tengo un cuento así... se llama Matías y pierde a su madre entre la muchedumbre :) Es de Kalandraka.
Precioso como tu relato. Un beso
Anita Dinamita: pues no conozco ese cuento, pero tiene pinta de ser muy bonito, voy a ver si lo encuentro por algún lado. Gracias por la contribución, Ana. Besos.
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