Era un viaje largo. Ya casi no sentía las manos y los pies hacía rato que se le habían dormido. El frío se apoderaba de su esquelético cuerpo, temblando como una fina lámina empujada por la ventisca. Sin nada que echarse al estómago y con los labios resecos, notaba cómo discurría por su pantalón una humedad tibia. Tocaba hacer una última parada. Era consciente de que un registro a fondo supondría decir adiós a Mahamadou, Ousmane y Moustapha. Ellos le estaban esperando, de eso estaba seguro. Sólo unos pocos kilómetros más y todo habría acabado. Cuando por fin llegaron al almacén y abrieron la puerta del camión frigorífico, encontraron a Abdoulaye, con su esperanza varada en el hielo.
23 comentarios:
Buen retrato de esperanzas truncadas y sueños rotos. Gente que se juega el pellejo simplemente para tener una oportunidad. Es un micro frío en el que me parece muy interesante la progresión que haces con el lenguaje. Progresión que coíncide con el ir enfriándose del protagonista hasta congelarse. Es un micro que emociona.
Un abrazo y a por el finde.
Es lo que tiene llegar después de Agus, que sólo puedes estar de acuerdo con él. Sí, es un micro que da escalofríos, muy bueno Maite.
Un abrazo.
Comparto opinión. Ya demás señalar el logro de ponerse tan bien "del otro lado" del que vemos habitualmente las cosas.
Buena sorpresa final. Yo, al menos, pensaba que los harías saltar con una bomba pegada al vientre. No sé si así es mejor o peor, pero desde luego yo lo prefiero (para el relato, evidentemente, para lo demás ni lo uno ni lo otro).
Me gusta como el micro va creciendo, va concretandose, va mostrando sus caras. Felicidades.
Me metí tanto en el micro que casi noté cómo discurría por mi pantalón una humedad tibia ...
Excelente. Y triste realidad.
Un saludo indio
Esta vez tu prosa exquisita duele Maite. Duele porque la sabemos cotidiana y horrorosamente realista.
Un abrazo.
Como apunta David, llegar después de Agus, te deja sin nada más que añadir que el paso por este micro desesperanzador. Real como la vida misma.
Abrazos combinados.
Maite, hace poco vi una película "Welcome" en la que retratan perfectamente esta situación, un poco más porque en las paradas tienen que ponerse una bolsa en la cabeza para que no les detecten las mediciones de CO2. Es un tema terrible que has retratado perfectamente, solo una pequeña pega, en la segunda frase cambiaría " y los pies hacía rato que los notaba dormidos" por "y los pies hacía rato que se habían dormido" porque sentía, notaba y luego notaba me rechina un poquito.
Nos dejas encongidos para pasar el finde, y muertitos de frío, eh?
Un abrazo de calor
Tan triste y tan real, Maite, que te deja congelados los sentidos.
Un abrazo
Tristemente, ese relato me suena mucho.
Como siempre, muy bien plasmado, Maite.
Un abrazo.
Así es, palabras frías, lectura que atrapa.
Un saludo, Maite.
Las muertes, por más anunciadas que sean siempre suenan a hueco cuando se llevan la esperanza.
Este relato es crónica, es descripción de una realidad que está tan lejana que la podemos ver desde la ventana...
Ufff.
Un abrazo
Agus: esperanzas truncadas, así es. Tu comentario siempre acertado da con la clave del efecto del frío, ante la falta de imágenes las palabras tienen que poner los "efectos especiales" Abrazos.
David Figueros: y yo, David, feliz de tu acuerdo con Agus :-D Abrazos.
Cyb: la curiosidad por los sentimientos del otro me ha hecho viajar muchas veces hacia mundos interiores y ajenos, y eso provoca que se generen en mi mano muchas historias. Abrazos.
Sibreve: ninguno de los finales es bueno, desde luego. Decirte que mis personajes bien pueden ser de Senegal, por ejemplo, los nombres elegidos también son africanos, así les liberamos de uno de los posibles finales. Un abrazo.
Luisa Hurtado: he intentado montar un escenario y describir una escena y sus sentimientos, con el final que ya has leido, con estas piezas, salió este puzzle. Abrazos.
No ccmments: triste y desoladora. Gracias, David, tu comentario es muy gratificante. Abrazos.
Patricia: el lujo de escribir es que puedes hacer volar la imaginación y la fantasía e inventar mundos aún no conocidos, pero no puedo dejar de mirar en los hechos que ocurren a mi alrededor y darles también voz. Un beso.
Lola Sanabria: con este micro los abrazos combinados que me mandas tendrían que ser de Gin-Tonic ;-) Un abrazote
Anita: gracias por tu puntualización, mira que intento ser cuidadosa con las repeticiones tanto de palabras como de sonidos, pero se me ha escapado, ya está corregido :-D Y esa peli que dices, la buscaré para verla. Abrazos.
Elêna Casero: si que los deja congelados, sí, y a veces resulta difícil reflejar estas situaciones sin caer en el dramatismo excesivo o en el tópico. Espero haberlo conseguido. Un abrazo.
Antonio M.: suena a realidad ¿verdad? Abrazos.
Un tipo: pues sí, nos quedamos todos un poco helados con la historia. Gracias por venir y comentar, abrazos.
Bicefalepena: Sí, bice, uffff, eso es lo que diría pena y creo que en este caso, hasta alegría estaría de acuerdo ;-) Abrazos.
Real como la vida misma. Conozco un caso igualito, aunque cambia el hielo por un cargamento de tomates... Triste.
woody: espero que no tuviera el mismo final, un abrazo grande
Maite, me has dejado helado. Muy bueno!
enmalestado: gracias por el calor de tu comentario, a pesar de lo frio del tema. Un abrazo.
Estos relatos me hacen acordarme de las personas que, alegremente, hablan de los inmigrantes, sin pararse a pensar las causas que les han hecho tomar las difíciles decisiones de salir de sus paises.
Un beso, Maite. Buen micro.
Torcuato: aquí podría haber un debate grande, pero lo que nadie puede obviar es una realidad como ésta, luego coexisten otro tipo de problemas, pero eso ya es otra historia. Un beso.
Un micro que refleja una realidad muy dura. Has conseguido que me involucre y he sentido frío, mucho frío...
Un saludo. Iria L.
Sucedeque: esa era la misión del micro, no dejar impasible al lector, y que sintiera ese frío que se va trasladando por el cuerpo del protagonista a la lectura. Un abrazo, Iria.
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