Salí corriendo tras ella, en un vano intento de evitar lo irremediable. Solo unos metros nos separaban cuando la vi saltar, zambulléndose bajo las olas. Asistí desesperado a la entrega de aquel cuerpo, engullido por el agua. Esperé inútilmente; no había rastro de ella. Me arrepentí de no haberla creído, de haberme mofado de sus palabras, de no haberla tomado en serio cuando me decía: -créeme, soy una sirena.
34 comentarios:
Ahora ya es tarde.
Surcará otros mares.
Besos.
Espero sinceramente que lo sea. Lo que me extraña es que él no la haya alcanzado.
Un beso
Sorprendente final para un bello micro. Lo que parecía un suicidio desemboca en la imagen poética de la sirena alejándose en el mar. Un beso.
Maite, sorprende gratamente el final de una historia de amor que termina. Muy bien narrado.
Me gustó.
Un abrazo.
Qué precioso!!!
extraordinario giro final. Gracias por esta sorprendida sonrisa.
Besos, Maite
El título me encanta. Y el juego entre un posible suicidio que al final resuelves de forma fantástica está muy logrado. Al final, el texto se convierte en metáfora, como apuntan por ahí arriba.
Abrazos.
Te parecerá increíble, pero cuando saltó me dije: es una sirena. Me gusta ir cogiendote el registro, Maite.
Otra cosa, como a Agus, el título me parece formidable.
Un abrazo.
En realidad, nunca sabremos si en realidad lo era, o si entregó su vida en su vano esfuerzo por demostrarlo.
La respuesta queda ahí, sumergida en el agua...
Besos.
Es precioso. Creo que tú sí que eres una sirena de las letras.
Blogsaludos
Toro Salvaje: así es, hay veces que escuchamos, pero no oímos. Efectivamente, ya es tarde...
Luisa Hurtado González: cuando alguien tiene que desaparecer de tu vida, da igual cuánto corras, Luisa.
Mar Horno: tu descripción es la que lo hace bello, gracias, Mar.
Nicolás Jarque: aunque el fina es de ruptura, también puede ser tomado como de esperanza, por ese quiebro que se da al micro ¿no?
Patricia Nasello: gracias a ti por ser la protagonista de esa sonrisa, sin ti no habría esa lectura, porque cada uno hace la suya, y se vuelve única.
Agus: pues tampoco está mal que lo mejor del micro sea el título ¿no? :) Además, con lo mala malísima que yo soy para eso -y para otras cosas- Besos
Pedro Sánchez Negreira: vaya, así que me descubriste ¿eh? pues eso me plantea el reto de sorprenderte de nuevo :D
Odys 2.0: buenísima tu interpretación, me encanta esa segunda posibilidad. Besos.
Adivín Serafín: que generosísimo eres conmigo, Nel, así da gusto, pero ten cuidado cuando escuches cantos de sirena, puedo ser yo... Besos!
A veces, el dolor de lo irremediable.
Me caló hondo.
Abrazos, varios.
Es el problema de los estereotipos. Bueno, ya encontrará otro pescador.
Cuento de sirenas para los incrédulos de los cuentos, y claro, un día te topas con una de ellas, con una sirenita y crees que todo es una broma pesada del destino. Me gusta tu sencillez para traducir en cinco frases el escepticismo de muchos.
Desde el mar, Laura. (Besos ;-)
Pues ya es tarde. En esta vida hay que saber arriesgarse a creer a tiempo.
Hermoso.
Pues me gusta, desde el título hasta el final. Ahora ya voy leyendo sin prejuzgar para ver que me cuentas al final y esta vez es precioso.
Besitos
Nadie cree en las sirenas, y es una lástima. Y cuando comprobamos que son reales nos damos de cabezazos con las paredes.
Abrazos.
Ohh, me encantó, precioso
un saludo
Un buen final, me imagino varias posibilidades, prefiero elegir que en verdad es una sirena.
Un beso enorme.
HD
Lola Sanabría: lo irremediable se convierte en incambiable, mejor asumirlo. Besos sin remedio.
Ximens: efectivamente, pocas veces nos dejamos sorprender. Habrá que practicarlo más.
Laura: si tú provienes del mar, entonces sabrás que las sirenas, sí existen :) Me alegra que hayas pasado por aquí para certificarlo. Abrazos.
Cybrghost: así es, una vez más ataca la sabiduría popular diciendo que "el que no arriesga, no gana" Abrazos
Elysa: eso es lo bueno de los textos cortos, que tienen más de una lectura, y en las posteriores se encuentran esos pequeños matices que los dejan disfrutar más, si cabe. Besos.
Sibreve: jejeje, los has descrito a la perfección, el escepticismo es el asesino de la magia. Abrazos.
marialuisa: me alegra, muchos besos.
Humberto Dib: hoy yo también tengo uno de esos días en los que necesito un final feliz :D
Bello texto en el que la mujer suicida se convierte en sirena, pasando del genero mas realista al fantástico sin que salten las costuras por ningún lado.
Me ha gustado mucho porque deja abierto el final un poco a la elección del lector.
Un abrazo.
Me has llevado como una ola: primero he pensado que era una sirena, luego que era una suicida, para que al final fuera la pérdida de un amor de sirena.
Precioso.
Besos
hay que creer lo increíble siempre.
Si es que hay que confiar en la personas, aunque tengan cola.
Es broma.
Mágico y preciso. Pero me queda una duda. Cuando corre tras ella, ella ¿cómo va?, es de las que cuando están fuera del agua tienen piernas?
Estas dudas no son broma.
Un abrazo, Maite.
Bien guiado, Maite.
Pero no creo que fuera una sirena, ya se sabe las sirenas cantan y hacen que los hombres se ahoguen.
:-)
Besicos.
manuespada: ficción y realidad se juntan en un mismo plano, depende quien lo lea, será una cosa u otra.
moderato_Dos_josef: aquí es donde el lector elige a su gusto el género del relato, si.
Ana Crespo Tudela: preciosa tu interpretación, Ana. Me quedo con ella.
vittt: esa es la única forma de que algo se haga posible.
Miguelángel Flores: por lo que veo, tú das por hecho que era realmente una sirena, entonces te toca a ti decidir cómo podía correr, aunque, ¿si hubiera tenido cola desde el principio crees que él no la hubiera creído?
Torcuato: tal vez la prueba definitiva hubiera sido si el se hubiera tirado, siguiéndola, al mar. Yo prefiero pensar que hay sirenas buenas ;)
¡Me encantó, Maite! Pasas de la realidad a la fantasía con tanta naturalidad que no dejas lugar al escepticismo. ¡Muy bello!
Abrazos,
A veces no nos damos cuenta de lo que tenemos al lado, hasta que lo perdemos.
feliz semana.
Claudia Sánchez: esa era la intención, hacer una superposición de planos, para que al final no se supiera muy bien en cuál de ellos se está. Besos, Clau.
Ricardo Miñana: por desgracia es así, como tú dices. Abrazos.
Hay algo que no falla en estos casos: ane las cosas bellas, por increñibles que resulten, creerlas.
Jo Maite,
he leído en alguno de los comentarios que imaginaban el final, yo no, yo había pensado en un suicidio así que el giro me ha resultado muy consolador. Hermoso micro, gran final y un título de los de pedir prestado O.O
Muchos besos
Raúl: esa es la magia, creer en lo bello.
Rocío Romero: pues me alegra mucho haber contribuido a la sorpresa y al alivio final :) Besos
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