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lunes, 7 de marzo de 2011

FAST FOOD

Apoyado en el pretil, sin apenas lograr mantenerse erguido, el hombre observaba las olas. La imagen que se desprendía de su figura era la de un famélico vagabundo con la mirada estática en algún lejano punto del horizonte. Mientras, en el aire, un delicado canto arrullaba al decrépito anciano. La luna, cómplice aquella noche, iluminó una sirena emergiendo del mar, dejando ver su esbelto cuerpo y una preciosa cola de plata. El viejo, emocionado, sintió sus ojos anegados en lágrimas. Ella, compasiva y generosa, no tuvo inconveniente en saciar allí su apetito.

36 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Una hermosa muerte.
Mejor devorado por una sirena que torturado en un hospital.

Besos.

Anónimo dijo...

Un suicidio con aire romántico y descrito con verdarera maestría y sensibilidad. Poético y duro final.

Un beso de lunes.

AGUS dijo...

Una imagen muy bien construida a través de una exquisita prosa. El hombre proyectándose en el horizonte, las olas, la luna y la sirena que emerge del mar. Y el final, abierto, apunta diversos puntos de fuga. Siempre en forma, Maite. Excelente.

Abrazos.

Luisa Hurtado González dijo...

Me alegro por el hombre, por sus lágrimas, por haber ido hasta el mar a morir; ¿hay mejor sitio?
¿Hay algo mejor que morir con el beso de una sirena, con un beso?
Un beso.

David Moreno dijo...

Yo firmó morir así también, jeje
Un saludo indio

bicefalepena dijo...

Final abierto y siempre sabroso...
Una imagen muy lograda.

Un abrazo.

Maite dijo...

Toro Salvaje: pues tienes mucha razón, dónde va a parar, no compares un hospital con una sirena, que no sea de la ambulancia claro ;p


Anónimo: ¿todos habéis visto un suicidio? ummm...


Agus: menos mal que me has dejado la puerta abierta a otros finales, a ver si alguno da con lo que a mi cabezota se le ocurrió. Besos.


Luisa Hurtado: al menos le habéis puesto un final romántico al relato ;) Nada mejor que un beso.


No comments: pues mañana te envio el contrato para defunciones felices :D
Por cierto, ya he visto tu justa, la verdad, tan merecedora de llegar a la final como la otra, han sido magistrales durante todo el concurso. Enhorabuena.


Bicefalepena: es cierto que el final es sabroso, sobre todo para el pobre hombre, que ya le hacían ruidillo las tripas ;)

Torcuato dijo...

A lo mejor descubrió que su destino era ser comida de sirena. Es un tremendo, micro, Maite. El título me ayudó.
Besos

Jesus Esnaola dijo...

Puestos a imaginar, parecerá una locura, yo veo una muerte compartida, de un hombre lobo y una sirena de cola de plata.

Elysa dijo...

Por fin podía comer el hombre, plato exquisito, carne de sirena. O es que estoy yo hoy espesa.
De todas maneras es muy visual.

Besos.

Pedro Alonso Da Silva dijo...

Una historia melancólica contada con una calidad narrativa excelente. El final abierto me abría dos posibilidades, la primera, el apetito sexual" la descarté de inmediato. Me quedo con la segunda, la sirena en un acto de bondad infinita se ofrece como alimento a aquel hombrecillo que tanto lo necesitaba. Buenísimo. Un abrazo, Maite.

Unknown dijo...

No se podría haber encontrado un final más poético para este protagonista que el que su creadora le otorgó.

Bellísimo Maite

Besos

Rocío Romero dijo...

Qué bonito micro, Maite.
La historia previa del hombre no importa, claro, pero imagino que sería un marinero en sus últimos días, que quizá ya la había oído cantar anteriormente. Era la muerte que él quería.
El hecho de que ella fuera "compasiva y generosa" le da un puntito al micro y le quita hierro al personaje de la sirena, porque... si la que cenaba era ella, ¡ríete tú de los monstruos marinos! ;-) besos

David Figueroa dijo...

Compasiva y generosa... Fantástico y bonito, me gustó, Maite.
Un abrazo.

Maite dijo...

Torcuato: no sé si es muy buen final ese de convertirse en comida para pez ;) Un beso, Tor.


Elysa: al fin alguien que piensa como yo ;) Ahí radicaba la generosidad, no hay nada que tenga tantas proteínas como la cola de pescado :D


Pedro Alonso: bien! otro de los mios ;) Efectivamente, la primera opción es un poco de película del destape (paso) y la segunda opción es la que me pareció más adecuada, lo que creo que es practicamente seguro es que la cola de sirena se regenera :D Abrazos


Patricia: todo lo que tiene que ver con el mar, a mi entender, es poético, uno se siente tan bien cuando escucha el arrullo de las olas que solo puede desear seguir viviendo ;) Besos


Rocío Romero: sí señora, y tanto que la generosidad de la sirena le quita hierro al asunto. Como ya he dicho antes, cuando se ejecuta un final abierto, el que aporta el lector es el bueno, de eso no tengo ninguna duda. Mil besos.


David Figueroa: me alegro, en los tiempos que corren hace falta mucha generosidad y comprensión. Besos.

Nel Morán dijo...

Me ha relajado tu micro, lo volveré a leer de nuevo y volvere a desear hacerlo.

Blogsaludos

F dijo...

Espero que no sea por algo así por lo que mi hija se considera sirena...
Me gusta mucho la imagen de una sirena voraz, tan alejada de disney and company.

Lola Sanabria dijo...

Fantástica comida rápida y además poética. Me gustó mucho.

Besos tardíos.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Me gustó. No me preguntes porqué pero yo siempre tuve la asociación mental de mantis y sirenas.

Antonio Eme dijo...

Todos somos comida para los peces...

Grande, Maite ;-)

Jesus Esnaola dijo...

Discrepo un poco de la opinión general. He dudado si decírtelo pero me voy a animar.

En primer lugar, no consigo entenderlo. Esto, desde luego, puede ser fallo mío, pero no me ayuda a apreciarlo. ¿Es un vagabundo que se come una sirena? Es lo que creo entender.

La escritura, tampoco me convence. Hay algunas frases que se pueden escribir de modo mucho más sencillo. Por ejemplo "La imagen que se desprendía de su figura era la de un famélico vagabundo". ¿No podría decirse "Era un famélico vagabundo" o "parecía un famélico vagabundo". También cambiaría "sintió sus ojos anegados en lágrimas" por "lloró".

Ya nos conocemos y sabes que no me gusta abusar de los adjetivos, y sobre todo tener cuidado con los que se anteponen al sustantivo. Hay varios en este micro: famélico vagabundo, lejano punto, delicado canto, decrépito anciano, esbelto cuerpo, preciosa cola.

También encuentro un tanto confuso el final, "su apetito", porque no queda claro a quien se refiere el "su" si al viejo o a la sirena.

Bueno, y ya está. A lo mejor he quedado ahora como un idiota con ganas de ir contracorriente pero no sería honesto si te dijera que me ha gustado. He intentado explicarte por qué no me gusta. Claro que si todos escribiéramos igual esto sería muy aburrido. Tú defiende en lo que creas. Yo sólo te digo cómo lo veo. Por si te sirve de algo.

Un beso.

Maite dijo...

Adivín Serafín: me has hecho imaginarme que el micro era una caracola, gracias por ello. Besos.


depropio: jejeje, tu hija puede ser lo que ella quiera, llegará lejos, como su padre ;)


Lola Sanabria: gracias Lola, ya sabes que tú nunca llegas tarde. Intentó ser un texto poético, porque el mar y su paisaje creo que se lo merecían. Besos.


Cybrghost: no te preguntaré nada, a fin de cuentas, soy la menos indicada para hacer ningún psicoanálisis ;) Abrazos fuertes


Antonio M.: o para los gusanos :D Abrazos.


Jesus Esnaola: lo primero, quiero agradecerte que hayas borrado tu primer comentario, mucho más edulcorado, y que hayas escrito finalmente lo que realmente piensas. Estoy de acuerdo contigo en que esto no se trata de recibir lisonjas gratuitas, si no de intentar aprender, que para eso estamos. Y te agradezco, de veras, tu sinceridad.
El que no lo entiendas, no sé, te aseguro que he visto montones de pelis en las que cada uno ha sacado sus propias conclusiones, o ha interpretado los personajes según su propia psicología, y con los personajes de lo libros pasa un poco lo mmismo, te pondré ejemplos como "Vicky, Cristina, Barcelona" (o cualquiera de Allen) "El horfanato", "La elegancia del Erizo" y otras más clásicas.
En cuanto a la escritura, no tengo nada que decir, mi única defensa es que intenté hacer un texto más poético por el marco en el que se desarrollaba el relato. La excesiva adjetivación, es posible que pudiera corregirse, pero entonces perdía la calidad lírica. Pero puede que haya incurrido en un abuso, creo que cualquier crítico literario me diría lo mismo que tú.
Sobre el final, ese su era buscado, precisamente encarando ese final abierto, quería ver la reacción de la gente ante una escena en que cualquiera de los dos puede ser devorado, incluso ser ambos devorados (como tú apuntabas en tu comentario inicial) Lo que me extrañó de veras es que en un principio, a nadie se le ocurriera, que él hombre pudiera comerse la sirena, tal vez sea algo preconcebido en nuestra mente de antemano, no lo sé.
En fin, nada, que seguiremos aprendiendo poco a poco.
Gracias por tu aportación, Jesus.
Un beso

Juan F. Plaza dijo...

Yo en una primer lectura pensé en que era la sirena quien se comía al hombre. No porque la otra opción no fuera posible, que obviamente lo es, sino porque me parecía un contrapunto a lo lírico ese final sangriento y porque entendía que el "pobre vagabundo famélico" dejaba de sufrir de la mejor manera posible: devorado por una sirena. ¿será que he desayunado demasiado?
Abrazos

Anita Dinamita dijo...

Maite, no comenté ayer porque no vi claro el final y pensé mejor esperar a que fuera destripado para entenderlo bien.
No me cuadraba que la sirena se comera al hombre porque estaba famélico y viejo, no creo que sea una carne muy apetitosa, por otro lado pensé ¿y qué comen las sirenas?. No me cuadraba que en su generosidad la sirena se dejase comer, porque me dio la sensación de que el hombre estaba un poco "acabado" y había ido a morir allí, le salvaría por un rato. La opción que apuntas, que se le regenere la cola... no la pensé. Y la sexual tampoco me pareció que el hombre estuviera para saciar ningún apetito.
El lirismo del relato sí me gustó y el final inconcluso también, así no tengo que darle un final, sino dejar que la imaginación siga.
Un abrazo

Maite dijo...

woody: jejeje, puede ser, aunque ya sabes que el desayuno es la comida más importante del día...dicen. Un beso.


Anita: te agradezco un montón tus idas y venidas, y sobre todo, que finalmente te pares y me dediques unas líneas. A mí me pareció muy potente la imagen de un hombre comiéndose una sirena como si fuera un mero, pero bueno, eso fue lo que me pareció a mí, claro ;) Besos

Propílogo dijo...

Tengo que confesar que yo también he estado un poco confundido. Coincido bastante con Jesus, aunque sí he interpretado que la adjetivación podía ser intencionada. Por un momento no he sabido si compasiva y generosa era la sirena o la luna (que, antes del viejo, es el último sujeto femenino). Y el SU final también me confunde. He creído que el apetito era sexual, porque el apetito de comer es diferente al hambre real.
Si la imagen potente es la del hombre comiéndose a la sirena ¿por qué no decir que se la comió?

Abrazos, siempre constructivos.

Maite dijo...

Propílogo: gracias por el aporte, Gabriel, hay que ser constructivo...siempre. Creo adivinar que éste, no será un texto que haga historia :) No puse la imagen tan clara como propones porque probablemente, y solo probablemente, si la hubiera puesto, algunos habrían dicho que no debería de haberlo puesto tan claro. Bueno, pues ya está, la imagen me parece buena, así que si alguno la quiere utilizar para un micro, la dono :D

Manu Espada dijo...

A mí me parece que la sirena se ofrece como boquerón listo para ser hecho a la parrilla, pero dado el carácter lírico del texto quizá tenga un significadó menos mundado, y las posibilidades son muchas, como que se como la sombra provocado por la luna, que sea uan especia de Ulises venido a menos, no sé. En cualquier caso, la palabra "pretil" ya ha condicionado mi lectura. Dice el teórico del cuento Ángel Zapata que nunca deben aparecer en los cuentos que se precien estas tres palabras: Corazón, alma y alféizar. Desde luego, se trata de una exageración, pero con lo de alféizar quiere decir que hay que huir de la pretenciosidad de determinados vocablos para maquillar los textos de una manera un tanto forzada, y es lo que me ha pasado con "pretil". Me ha ocurrido también con "anegado por las lágrimas". En cualquier caso, has conseguido que me lea el micro unas ocho veces y aún le estoy dando vueltas al significado. Creo que esta noche soñaré con él. Besos.

Maite dijo...

manuespada: bueno, Manu, pues ya estamos en paz, porque ninguno de los dos va a dormir esta noche. Sigo peleando con la editorial para que me manden tu libro, que se ha perdido en el espacio, eso sí, cobrarlo hace ya casi un mes que me lo han cobrado. Espero que algún día de estos pueda leerte ;)

Sucede dijo...

Muy bueno Maite!!
por cierto, que se comió primero? la carne o el pescado? jaja
Un abrazo!!

Stewart dijo...

Jo Maite, yo, que me he levantao prosaico esta mañana he visto a un viejo loco con delirios viendo una sirena en lugar de una gran ola que lo engulle y lo arrastra, debe ser que me estoy haciendo mayor y no creo ne sirenas ni en hadas...

Muy conseguido el texto... de lo más lírico.

Maite dijo...

Sucede: tu comentario me ha hecho sonreir ;D gracias por pasarte. Un fortísimo abrazo.


Stewart: jejeje, ¿a ver si va a ser que el buen hombre lo único que quería era hacer surf y por eso lo has visto engullido por la ola? Un beso

Manu Espada dijo...

Pues vaya Maite, ¿has hablado con ellos por mail? ¿Qué te han dicho? No entiendo que no te manden el libro.

Maite dijo...

manuespada: he hablado por mail, sí, me dicen que lo han pasado al "departamento técnico" y sigo esperando respuesta, Hoy les enviaré otro mail. No te apures, que yo leo zoom, sí o sí ;)

vittt dijo...

incontables son los que van al mar a contar olas y no lo cuentan.
deliciosamente esperanzador, maite.

Maite dijo...

vittt: gracias, la esperanza, además de ser lo último que se pierde, debe de ser lo primero que se encuentra ;)