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jueves, 27 de octubre de 2011

Microrrelato: PRINCIPIO DE TRASLACIÓN ACCIDENTAL


No pudo evitar mirar de reojo la puerta del apartamento; había oído cómo chirriaban los goznes tras su espalda. Se quedó parado en mitad de la estancia, escuchando, alerta. Observó los papeles revueltos sobre el escritorio y el vaso de leche hecho añicos en el suelo. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo. Avanzó con paso inseguro hasta la ventana que permanecía abierta. La cerró; la corriente de aire le molestaba. Recordó que hacía tiempo que en aquella casa lo único que entraba era el viento.

23 comentarios:

Mar Horno dijo...

Me ha parecido muy inquietante. Al principio parece que ha entrado un intruso en el apartamento, luego que es un apartamento abandonado, luego me ha parecido que el abandonado no es el apartamento sino el personaje. Muy bueno y con el final muy abierto. Me ha dejado pensando. Voy a leerlo otra vez. Un beso.

manuespada dijo...

Un microrrelato con ambiente muy de misterio al principio, pero que da un giro más hacia lo intimista con la última frase, como si fueran dos relatos en uno. Me ha gustado esa doble vertiente. Estupendo.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Eres mala :-). Nos pones en tensión para luego sumergirnos el la tristeza.

Unknown dijo...

Un micro de terror, que se acentúa con el gris plomo del final.
Genial!!!

Un abrazo

Ana Crespo Tudela dijo...

La soledad puede ser terrorífica y si, encima, el que la sufre es un niño, más.
Suerte en el próximo intento en ReC.

Susana Pérez dijo...

Qué penita me dió, muy triste.

Si al menos en lugar del viento, entrara el fresco... (chiste malo, ;))

Nicolás Jarque dijo...

Maite, que desolador es el ambiente que recreas. Aunque estoy seguro que hay muchas vidas que se cuecen así, por desgracia.
Me gustó, un abrazo.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Esa doble faz que le has dado al texto me ha hecho pensar en si no será mejor estar acompañado de fantasmas que así de solo.

Un trabajo formidable, Maite.

AGUS dijo...

Maite, creo que era una apuesta arriesgada y has salido muy airosa. Un texto con marcado pulso narrativo que al final vira hacia la vertiente intimista que señala Manu. Me ha encantado.

Abrazos.

Elysa dijo...

¡Qué soledad! Eres buena, yo leo con tensión en esta escena de lo que creo terror y no...

Besitos

Elena Casero dijo...

Es un microrrelato intrigante. A partir de esta frase has logrado un buen relato. De la intriga hemos pasado a la soledad.

Me gusta

Lola Sanabria dijo...

Buen intento. Inquietante y desolador.

Abrazos calentitos.

Raúl dijo...

Inquietante, efectivamente, dándome igual la interpretación que le demos.

Maite dijo...

Mar Horno: no sé qué te habrá parecido en esa segunda lectura, pero que en tan poco espacio consiga proponer tantas situaciones me alegra. Besos.


manuespada: es lo que yo llamo un microrrelato con espina bífida ;)


Cybrghost: pues aún puedo ser peor :p


Patricia Nasello: creo que con ese final, uno casi desea que hubiera sido de terror, es menos malo que la soledad ¿o no?


Ana Crespo Tudela: he releído el micro y no acierto a saber qué te ha hecho sospechar que es un niño, me he quedado intrigada, ¿tal vez el vaso de leche? ;)


Su: jajaja, no es tan malo, tiene su miga :D


Nicolás Jarque: ni lo dudes, Nico, demasiada corriente de aire moviendo puertas, nada más.


Pedro Sánchez Negreira: las cosas entre dos siempre parecen más livianas, aunque el partener sea un fantasma :)


Agus: sí, sabía que arriesgaba, pero cuando salen así, no los puedo encerrar en un frasco hasta que maceran y se convierten en otra cosa, así que lo he dejado libre, y así ha salido.


Elysa: tú si que eres buena, y buena gente también :)


Elena Casero: no sé cual de las dos cosas da más miedo.


Lola Sanabria: tus abrazos siempre son cálidos, aunque esté la venta abierta :)


Raúl: con que provoque algo en el lector es suficiente, aunque ni lo interpretemos.

TORO SALVAJE dijo...

Menos mal, asusta al principio.

Besos.

Antonio Eme dijo...

Una vez más me quito el sombrero, Maite. Me gustan sus formas ;-)

Odys 2.0 dijo...

El fantasma de la soledad siempre está al acecho, dispuesto a atacarnos cuando más bajos estamos...

Besos.

Torcuato dijo...

Si. Triste.
Besos, Maite.

Ángel dijo...

En el más puro estilo negro. Oscuro e inquietante. El final... (aún no sé si realmente fué el viento) ¿Un poco de suspense al final?. Perfecto!!!

Javier Ximens dijo...

Me fijo en ese vaso de leche roto (no es alcohol) y esos papeles revueltos... Este hombre está construyendo un proyecto (literario o no). No tiene un duro. No entra más que el viento... sin amigos, sin dinero. La corriente literaria traslada la tensión suspense a la tristeza. Cuánto más cortos son lo relatos más me hacen pensar, me voy a por El Quijote.

Maite dijo...

Toro Salvaje: ya sabes que todo acaba teniendo una explicación ¿o no? :s


Antonio M.: no te quites el sombrero, no te vayas a resfriar, mejor nos tomamos unas cañitas y charlamos.


Odys 2.0: sí, tienes razón, la soledad es como un virus, nos ataca cuando más bajos de defensas estamos.


Torcuato: pues si es triste, si. Besos.


Angel: me alegra verte por aquí. Tú entiendes mucho de puntos de fuga -por tu pintura- así que se que comprendes perfectamente este final. Besos.


Ximens: jajajaja, me ha encantado imaginarte yendo hacia la biblioteca a por el libro más gordo que tengas :) Ese es el "milagro" del microrrelato, que te deja dándole vueltas a todo.

vittt dijo...

de haber entrado alguien en aquel apartamento, no hubiera resultado tan terrorífico.

Maite dijo...

vittt: hubiera perdido su efectividad, totalmente de acuerdo.