El chimpancé va pulsando los números, solo una milésima de segundo después de que se desvanezcan las luces en la pantalla. Luego, sorprendentemente, es capaz de repetir la secuencia sin alterar el orden. En el laboratorio estudian sus gestos y su función neuronal, en un nuevo intento de la comunidad científica por descubrir el paralelismo entre simios y humanos. Tras ejecutar correctamente la serie numérica, el primate recibe sus cacahuetes. Un capricho que solamente disfruta los días en que el trabajo es perfecto. Por la noche, el chimpancé abre la jaula, coge la caja donde se guardan los maníes y le da dos vueltas al cerrojo. A la mañana siguiente, el científico vuelve a encontrar la caja cerrada, suspira extrañado, busca la llave, la abre y rescata los cacahuetes. El chimpancé observa la escena. El hombre hoy tendrá su premio.
42 comentarios:
Jajajaaa.
Son más listos que nosotros.
Genial.
Muy bien escrito y con sorpresa final.
Te felicito.
Saludos.
Genial cuento sobre la prepotencia humana.
Besos, Maite.
Son esos pequeños cambios que sino tomas distancia, no te das cuenta de que están pasando.
Muy divertido y sorpresivo.
Un abrazo
Donde las dan las toman.
Y el hombre a por uvas, ajeno a todo, con su batita blanca, su cuaderno de notas y sus secuencias numéricas y de luces.
En fin..........que somos muuuuuuu tontos
Yo también he tenido que esperar hoy la vuelta de llave para recibir mi ración de cacahuetes...
¡¡Eres la hostia en verso!! (Perdón, que no sé si se puede poner esto aquí, pero es que soy tan primate)
Como casi siempre, me has sorprendido, pequeña
Un besazo.
Excelente, Maite. Técnicamente impecable. El cacahuete es el vértice de la historia, la piedra angular alrededor de la que orbita el hombre, no el chimpancé. Y ese giro final, ese vuelco, nos podría hacer pensar que tras leerlo se nos quedó cara de simio, pero inmediatamente surge la reflexión del “ya nos gustaría a nosotros parecernos un poco a ellos”. Brutal. Enhorabuena.
Abrazos.
jejejeje Nos creemos los más listos y toma, y toma...
Me gustó mucho.
Un saludo indio
Buena vuelta de tuerca final. Da que pensar.
Me gustó mucho por ese cambio de papeles de los personajes.
Un abrazo.
Me recuerda el planeta de los simios. Un relato muy mono.
Muy bueno, Maite.
Besos de lunes.
El hombre, cegado por un mar de datos, fórmulas y teorías, es superado por el mono que, simplemente observa. Buen relato y muy bien escrito. Un abrazo.
Me parece buenísmo. Además es de esos micros que son perfectos como guión para un corto. Yo estaba viéndolo a medida que lo leía. Incluso vi sonreír al mono...
Jeje Maite, un simio adiestrando a un hombre y parecía que era al revés. Muy bueno y muy original el micro.
Besos
Verdaderamente genial, Maite.
Besos.
Muy bueno! Qué manera de darle la vuelta a la tortilla...
Abrazos
Pero qué animales somos!!!... o deberíamos ser.
Muy bueno, Maite. Aunque, la verdad, no creo que a los animales les interesáramos lo más mínimo si no fuera por... lo que es.
Lo dicho, excelente cuento, con miga y divertido.
Besos simios.
chapeau.
Muy bueno en todos los sentidos. El estilo, la historia; has dado con forma adecuada. El regusto que queda detrás es largo, da mucho de sí.
Enhorabuena, Maite. Sigue así.
Genial... ¿quién ha dicho qué no son ellos los que tal vez nos observan a nosotros? Y aún así nos dan premio.
Muy bueno.
Me has hecho reír Maite. Las palabras precisas para el efecto deseado. La frase final, de antología.
Un beso
Jejeje, ya te voy conociendo. Esta vez te esperaba... (aunque eso no quita un ápice de calidad al micro, claro)
Al final el listo es el mono. Desde que vi el Planeta de los simios hace años en La Clave me encantan estos juegos sobre la evolución de la inteligencia entre especies no humanas. Quién sabe si acaberemos cogiendo cacahuetes en jaulas. Muy bueno, Maite.
Qué bueno! Mucho humor, mucha ironía y un final que lo cambia todo. Me encantó. Te has ganado unos cacahuetes!
Toro Salvaje: ahora me surge la duda, seguro que los toros son aún más listos ;) abrazos
Torcuato: siempre pensamos que somos la raza dominante, pero...vaya usted a saber, yo ya me creo cualquier cosa, hasta que estamos en una especie de show de Truman ;)
Bicefalepena: efectivamente, no hay como volver a enfocar unos metros más atrás para verlo todo con muchísima más claridad. También funciona ante los problemas :D
Luisa Hurtado González: me ha gustado la descripción de la escena, muy, muy, muy cercana a la realidad, porque no sé si sabrás, pero este micro está basado en hechos reales ;)
Anónimo: tú más que primate, eres primario, que mira que te lo tengo dicho veces ;) Me ha gustado ese "casi siempre" que has puesto, hace mucho más creíble tu comentario :p
Agus: exactamente, el cacahuete es el eje de toda la historia, ambos protagonistas son tan sólo vectores. Abrazos agradecidos.
No comments: está claro que hay que tener un poquito de humildad, somos tan soberbios a veces. Abrazos grandes.
José Antonio Fernández: si he conseguido sorprender y además lanzar una reflexión, me doy por muy satisfecha. Gracias por tu aportación. Abrazos.
Manuel: jajaja, yo también recordé un poco a esa peli, impactante en su tiempo ¿verdad? Abrazos simios.
Lola Sanabria: besos casi de martes para ti, Lola ;)
Pedro Alonso: la observación lleva a la sabiduría, ya lo decían los filósofos. Nunca hay que subestimar al de al lado, hay que saber mirar un poquito más allá de nuestro ombligo. Abrazos!
depropio: jejeje, Fernando, me gusta ese corto que acabo de visionar también a través de tus palabras, gracias por hacer de la imaginación una pantalla de cinemascope ;)
Ángeles Sánchez: ya ves, es un poco la frase esa de...cuando tú vas, yo ya he ido y venido 100 veces. Pero es que los hay por ahí que se creen los más inteligentes del planeta, y eso ya los hace ser los más mediocres. Besos.
David Figueroa: el mérito no es mío, es del mono ;) Abrazos
Su: uyssss, con lo mal que se me dan a mí las tortillas de patatas ;) Besines
Kum*: tienes razón, tal vez lo menos creíble de este relato es que alguien con inteligencia sintiera curiosidad por unos seres tan vagamente interesantes como nosotros ;) Abrazossssssss
vittt: merci mon ami, à bientôt :D
Alberto Flecha: ojalá, mi querido Alberto, yo te juro que pongo todo el empeño en seguir así :) Besos
Elysa: yo muchas veces tengo dudas, ¿quién nos ha puesto en la cabeza la idea de que tenemos todo el conocimiento y de que son ellos más inferiores? bufff, hay cosas que es mejor no preguntarse :) Abrazos
Patricia: eso es lo más chulo, haberto hecho reir, qué maravilla, hacer sentir al lector, lo que sea, eso es mágico :D Besos
woody: ay! empiezo a ser tan predecible como una vulgar secuencia numérica, grrrrrrrrr, tendré que emplearme más a fondo ;)
manuespada: es una buena imagen esa que planteas, Manu. Yo también me acuerdo mucho del Planeta de los Simios y de Aurelio ;)
enmalestado: jajajaja, pues aquí estoy, esperando mi recompensa. Abrazos
Excelente, Maite. Un giro total.
Cuando miré esos experimentos de los números, quedé asombrado. o_o
Saludos.
También me ha recordado a Oliver, este mono "humanoide":
http://www.mascotas.org/26-02-2008/noticias/documental-oliver-el-simio-humano
Muy bueno. Me has hecho reír. Toda una lección de humildad para los estúpido humanos que tendemos a creernos el centro del universo
Saluditos.
Un tipo: uy, Edgar, ¿quedaste asombrado mirando la secuencia de números? ummm, espera, déjame adivinar de qué especie eres ;)
manuespada: Manu, no conocía a Oliver, da un poco de "yuyu" verlo!!! Un beso
Sara NY: reír es de lo más saludable, así que doy por válido el micro tan solo por sus fines terapeúticos ;)
Me ha encantado, ese giro a la historia es cómico pero elegnate e la forma, se agradece como lector ese giro sin brusquedad.
Un abrazo.
Ay, qué bueno, Maite. No tiene desperdicio, nos llevas de la manita leyendo atentamente a ver qué le pasa al monito, a ver si se equivoca, a ver si se hacen amigos, a ver... pero no: cierre de oro.
Enhorabuena, me ha encantado (a pesar de llegar tarde, ya sabes ;-)
Besos
Estupendo micro Maite!
Pagaría por ver, desde la perspectiva del mono, la cara del hombre, dudando de sí mismo. Y la frase final me sugiere un sinfin en que hombre y mono se recompensan mutuamente.
Me gustó mucho.
Saludos!
Baizabal: no pretendía que fuera muy cómico tampoco, quería ironizar sobre laa prepotencia del hombre, y el por qué dar cosas por sentado, tal vez todo sea al revés de como lo pensamos. Con una visión divertida intenté reflejarlo con mi amigo Oliver ;) Un abrazo, David
Rocío: cuando uno acaba llegando, nunca llega tarde, el que no llega es el que llega fuera de hora, así que bienvenida y gracias por la aportación. Me alegra ver que te ha gustado. Abrazos.
claudia: a mí también me gustaría estar en el cerebro del mono, y observando con sus ojos, desde su perspectiva lo que estará pensando realmente de aquel ser que repite mecánicamente todos los días las cosas. Un fuerte abrazo.
Por un momento me recordaste a esa parte en La Guia del Viajero de la Galaxia donde al prota le explican que los ratones controlan a los humanos dando resultados falsos en los experimentos para hacerles creer lo que quieran :)
Gin Hindew110: creo que ese viajero intergaláctico es de un género algo más fantástico que el mío, que se queda en algo ¿cómo llamarlo? tal vez más filosófico ;) Ya me gustaría a mí tener la capacidad narrativa como para enfrentarme a temas más estelares. Muchísimas gracias por tu comentario, Gin, y aprovecho para darte la bienvenida :D Un abrazo fuerte
No es que llegue tarde, sino que tuve que esperar a que se fuera el humanoide que me tiene en la jaula para salir a leer tu relato, con unos cacahueses.
Estupendo Maite, eres genial!
Abrazos
¡El mundo al revés! o... es al derecho??? ¿chi lo sa? una realidad como un templo... quién mueve los hilos a quién??? a diario suceden y nos suceden situaciones que ponen de manifiesto lo que reflejas en tu micro. Muy bueno Maite, igual que todos los que anteceden a este. que le voy a hacer si desde hace mucho soy fan de tus letras ;-). Una vez más este micro me recordó a un cuento que tenemos en la Biblio "Juan Oveja también quiere tener una persona" de Kirsten Boie, te lo recomiendo ;-)
Besos
Juani
Anita: ay, Ana, que te había puesto falta ya!!! es bromita, que este blog hay libertad de expresión y de intervención ¿eh? ;) ¿Así que te tenían encerrada a la espera de tus frutos secos, no? ufff, a mi hay momentos, que como tenga el día tonto, en lugar de cacahuetes, me tiran piedras, porque a veces soy muyyyyy torrrrrrrrrrpe. Muchísimos besos
Anónimo: Juani!! qué alegría :D yo sé que tú eres una gran aficionada y versada en las letras y los cuentos, por eso, tu opinión me es más que gratificante. Tomo nota de Juan oveja, sé que me va a gustar, ya te contaré. Besos.
gran final. Me llegó.
Daniel Sánchez: Me alegra Dani, un beso
Muy bueno, Maite. Me encanta con qué benevolencia nos perdona al final nuestra petulancia incorregible el sabio simio. Un abrazo
Gemma: creo que ese es el primer rasgo de inteligencia por encima de la nuestra, el darse cuenta de las cosas algo más allá de nuestras propias narices. Besos.
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