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lunes, 21 de febrero de 2011

GENOMA HUMANO

El chimpancé va pulsando los números, solo una milésima de segundo después de que se desvanezcan las luces en la pantalla. Luego, sorprendentemente, es capaz de repetir la secuencia sin alterar el orden. En el laboratorio estudian sus gestos y su función neuronal, en un nuevo intento de la comunidad científica por descubrir el paralelismo entre simios y humanos. Tras ejecutar correctamente la serie numérica, el primate recibe sus cacahuetes. Un capricho que solamente disfruta los días en que el trabajo es perfecto. Por la noche, el chimpancé abre la jaula, coge la caja donde se guardan los maníes y le da dos vueltas al cerrojo. A la mañana siguiente, el científico vuelve a encontrar la caja cerrada, suspira extrañado, busca la llave, la abre y rescata los cacahuetes. El chimpancé observa la escena. El hombre hoy tendrá su premio.

42 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Jajajaaa.
Son más listos que nosotros.
Genial.
Muy bien escrito y con sorpresa final.
Te felicito.

Saludos.

Torcuato dijo...

Genial cuento sobre la prepotencia humana.
Besos, Maite.

bicefalepena dijo...

Son esos pequeños cambios que sino tomas distancia, no te das cuenta de que están pasando.
Muy divertido y sorpresivo.

Un abrazo

Luisa Hurtado González dijo...

Donde las dan las toman.
Y el hombre a por uvas, ajeno a todo, con su batita blanca, su cuaderno de notas y sus secuencias numéricas y de luces.
En fin..........que somos muuuuuuu tontos

Anónimo dijo...

Yo también he tenido que esperar hoy la vuelta de llave para recibir mi ración de cacahuetes...
¡¡Eres la hostia en verso!! (Perdón, que no sé si se puede poner esto aquí, pero es que soy tan primate)

Como casi siempre, me has sorprendido, pequeña

Un besazo.

AGUS dijo...

Excelente, Maite. Técnicamente impecable. El cacahuete es el vértice de la historia, la piedra angular alrededor de la que orbita el hombre, no el chimpancé. Y ese giro final, ese vuelco, nos podría hacer pensar que tras leerlo se nos quedó cara de simio, pero inmediatamente surge la reflexión del “ya nos gustaría a nosotros parecernos un poco a ellos”. Brutal. Enhorabuena.

Abrazos.

David Moreno dijo...

jejejeje Nos creemos los más listos y toma, y toma...
Me gustó mucho.

Un saludo indio

José Antonio Fernández dijo...

Buena vuelta de tuerca final. Da que pensar.
Me gustó mucho por ese cambio de papeles de los personajes.
Un abrazo.

Manuel dijo...

Me recuerda el planeta de los simios. Un relato muy mono.

Lola Sanabria dijo...

Muy bueno, Maite.

Besos de lunes.

Pedro Alonso Da Silva dijo...

El hombre, cegado por un mar de datos, fórmulas y teorías, es superado por el mono que, simplemente observa. Buen relato y muy bien escrito. Un abrazo.

F dijo...

Me parece buenísmo. Además es de esos micros que son perfectos como guión para un corto. Yo estaba viéndolo a medida que lo leía. Incluso vi sonreír al mono...

Ángeles Sánchez dijo...

Jeje Maite, un simio adiestrando a un hombre y parecía que era al revés. Muy bueno y muy original el micro.

Besos

David Figueroa dijo...

Verdaderamente genial, Maite.
Besos.

Susana Pérez dijo...

Muy bueno! Qué manera de darle la vuelta a la tortilla...

Abrazos

Kum* dijo...

Pero qué animales somos!!!... o deberíamos ser.

Muy bueno, Maite. Aunque, la verdad, no creo que a los animales les interesáramos lo más mínimo si no fuera por... lo que es.

Lo dicho, excelente cuento, con miga y divertido.

Besos simios.

vittt dijo...

chapeau.

Anónimo dijo...

Muy bueno en todos los sentidos. El estilo, la historia; has dado con forma adecuada. El regusto que queda detrás es largo, da mucho de sí.
Enhorabuena, Maite. Sigue así.

Elysa dijo...

Genial... ¿quién ha dicho qué no son ellos los que tal vez nos observan a nosotros? Y aún así nos dan premio.

Muy bueno.

Unknown dijo...

Me has hecho reír Maite. Las palabras precisas para el efecto deseado. La frase final, de antología.

Un beso

Juan F. Plaza dijo...

Jejeje, ya te voy conociendo. Esta vez te esperaba... (aunque eso no quita un ápice de calidad al micro, claro)

Manu Espada dijo...

Al final el listo es el mono. Desde que vi el Planeta de los simios hace años en La Clave me encantan estos juegos sobre la evolución de la inteligencia entre especies no humanas. Quién sabe si acaberemos cogiendo cacahuetes en jaulas. Muy bueno, Maite.

Anónimo dijo...

Qué bueno! Mucho humor, mucha ironía y un final que lo cambia todo. Me encantó. Te has ganado unos cacahuetes!

Maite dijo...

Toro Salvaje: ahora me surge la duda, seguro que los toros son aún más listos ;) abrazos


Torcuato: siempre pensamos que somos la raza dominante, pero...vaya usted a saber, yo ya me creo cualquier cosa, hasta que estamos en una especie de show de Truman ;)


Bicefalepena: efectivamente, no hay como volver a enfocar unos metros más atrás para verlo todo con muchísima más claridad. También funciona ante los problemas :D


Luisa Hurtado González: me ha gustado la descripción de la escena, muy, muy, muy cercana a la realidad, porque no sé si sabrás, pero este micro está basado en hechos reales ;)


Anónimo: tú más que primate, eres primario, que mira que te lo tengo dicho veces ;) Me ha gustado ese "casi siempre" que has puesto, hace mucho más creíble tu comentario :p


Agus: exactamente, el cacahuete es el eje de toda la historia, ambos protagonistas son tan sólo vectores. Abrazos agradecidos.


No comments: está claro que hay que tener un poquito de humildad, somos tan soberbios a veces. Abrazos grandes.


José Antonio Fernández: si he conseguido sorprender y además lanzar una reflexión, me doy por muy satisfecha. Gracias por tu aportación. Abrazos.


Manuel: jajaja, yo también recordé un poco a esa peli, impactante en su tiempo ¿verdad? Abrazos simios.


Lola Sanabria: besos casi de martes para ti, Lola ;)

Maite dijo...

Pedro Alonso: la observación lleva a la sabiduría, ya lo decían los filósofos. Nunca hay que subestimar al de al lado, hay que saber mirar un poquito más allá de nuestro ombligo. Abrazos!


depropio: jejeje, Fernando, me gusta ese corto que acabo de visionar también a través de tus palabras, gracias por hacer de la imaginación una pantalla de cinemascope ;)


Ángeles Sánchez: ya ves, es un poco la frase esa de...cuando tú vas, yo ya he ido y venido 100 veces. Pero es que los hay por ahí que se creen los más inteligentes del planeta, y eso ya los hace ser los más mediocres. Besos.


David Figueroa: el mérito no es mío, es del mono ;) Abrazos


Su: uyssss, con lo mal que se me dan a mí las tortillas de patatas ;) Besines


Kum*: tienes razón, tal vez lo menos creíble de este relato es que alguien con inteligencia sintiera curiosidad por unos seres tan vagamente interesantes como nosotros ;) Abrazossssssss


vittt: merci mon ami, à bientôt :D


Alberto Flecha: ojalá, mi querido Alberto, yo te juro que pongo todo el empeño en seguir así :) Besos


Elysa: yo muchas veces tengo dudas, ¿quién nos ha puesto en la cabeza la idea de que tenemos todo el conocimiento y de que son ellos más inferiores? bufff, hay cosas que es mejor no preguntarse :) Abrazos


Patricia: eso es lo más chulo, haberto hecho reir, qué maravilla, hacer sentir al lector, lo que sea, eso es mágico :D Besos


woody: ay! empiezo a ser tan predecible como una vulgar secuencia numérica, grrrrrrrrr, tendré que emplearme más a fondo ;)


manuespada: es una buena imagen esa que planteas, Manu. Yo también me acuerdo mucho del Planeta de los Simios y de Aurelio ;)


enmalestado: jajajaja, pues aquí estoy, esperando mi recompensa. Abrazos

Un tipo dijo...

Excelente, Maite. Un giro total.

Cuando miré esos experimentos de los números, quedé asombrado. o_o


Saludos.

Manu Espada dijo...

También me ha recordado a Oliver, este mono "humanoide":

http://www.mascotas.org/26-02-2008/noticias/documental-oliver-el-simio-humano

Sara Nieto dijo...

Muy bueno. Me has hecho reír. Toda una lección de humildad para los estúpido humanos que tendemos a creernos el centro del universo

Saluditos.

Maite dijo...

Un tipo: uy, Edgar, ¿quedaste asombrado mirando la secuencia de números? ummm, espera, déjame adivinar de qué especie eres ;)


manuespada: Manu, no conocía a Oliver, da un poco de "yuyu" verlo!!! Un beso


Sara NY: reír es de lo más saludable, así que doy por válido el micro tan solo por sus fines terapeúticos ;)

David Baizabal dijo...

Me ha encantado, ese giro a la historia es cómico pero elegnate e la forma, se agradece como lector ese giro sin brusquedad.

Un abrazo.

Rocío Romero dijo...

Ay, qué bueno, Maite. No tiene desperdicio, nos llevas de la manita leyendo atentamente a ver qué le pasa al monito, a ver si se equivoca, a ver si se hacen amigos, a ver... pero no: cierre de oro.
Enhorabuena, me ha encantado (a pesar de llegar tarde, ya sabes ;-)
Besos

Claudia Sánchez dijo...

Estupendo micro Maite!
Pagaría por ver, desde la perspectiva del mono, la cara del hombre, dudando de sí mismo. Y la frase final me sugiere un sinfin en que hombre y mono se recompensan mutuamente.
Me gustó mucho.
Saludos!

Maite dijo...

Baizabal: no pretendía que fuera muy cómico tampoco, quería ironizar sobre laa prepotencia del hombre, y el por qué dar cosas por sentado, tal vez todo sea al revés de como lo pensamos. Con una visión divertida intenté reflejarlo con mi amigo Oliver ;) Un abrazo, David


Rocío: cuando uno acaba llegando, nunca llega tarde, el que no llega es el que llega fuera de hora, así que bienvenida y gracias por la aportación. Me alegra ver que te ha gustado. Abrazos.


claudia: a mí también me gustaría estar en el cerebro del mono, y observando con sus ojos, desde su perspectiva lo que estará pensando realmente de aquel ser que repite mecánicamente todos los días las cosas. Un fuerte abrazo.

GinHindew110 dijo...

Por un momento me recordaste a esa parte en La Guia del Viajero de la Galaxia donde al prota le explican que los ratones controlan a los humanos dando resultados falsos en los experimentos para hacerles creer lo que quieran :)

Maite dijo...

Gin Hindew110: creo que ese viajero intergaláctico es de un género algo más fantástico que el mío, que se queda en algo ¿cómo llamarlo? tal vez más filosófico ;) Ya me gustaría a mí tener la capacidad narrativa como para enfrentarme a temas más estelares. Muchísimas gracias por tu comentario, Gin, y aprovecho para darte la bienvenida :D Un abrazo fuerte

Anita Dinamita dijo...

No es que llegue tarde, sino que tuve que esperar a que se fuera el humanoide que me tiene en la jaula para salir a leer tu relato, con unos cacahueses.
Estupendo Maite, eres genial!
Abrazos

Anónimo dijo...

¡El mundo al revés! o... es al derecho??? ¿chi lo sa? una realidad como un templo... quién mueve los hilos a quién??? a diario suceden y nos suceden situaciones que ponen de manifiesto lo que reflejas en tu micro. Muy bueno Maite, igual que todos los que anteceden a este. que le voy a hacer si desde hace mucho soy fan de tus letras ;-). Una vez más este micro me recordó a un cuento que tenemos en la Biblio "Juan Oveja también quiere tener una persona" de Kirsten Boie, te lo recomiendo ;-)

Besos

Juani

Maite dijo...

Anita: ay, Ana, que te había puesto falta ya!!! es bromita, que este blog hay libertad de expresión y de intervención ¿eh? ;) ¿Así que te tenían encerrada a la espera de tus frutos secos, no? ufff, a mi hay momentos, que como tenga el día tonto, en lugar de cacahuetes, me tiran piedras, porque a veces soy muyyyyy torrrrrrrrrrpe. Muchísimos besos


Anónimo: Juani!! qué alegría :D yo sé que tú eres una gran aficionada y versada en las letras y los cuentos, por eso, tu opinión me es más que gratificante. Tomo nota de Juan oveja, sé que me va a gustar, ya te contaré. Besos.

Daniel Sánchez dijo...

gran final. Me llegó.

Maite dijo...

Daniel Sánchez: Me alegra Dani, un beso

Gemma dijo...

Muy bueno, Maite. Me encanta con qué benevolencia nos perdona al final nuestra petulancia incorregible el sabio simio. Un abrazo

Maite dijo...

Gemma: creo que ese es el primer rasgo de inteligencia por encima de la nuestra, el darse cuenta de las cosas algo más allá de nuestras propias narices. Besos.