La princesa le advirtió que si la besaba, por un ancestral conjuro, ella se convertiría en grillo. Ante la cara de escepticismo del príncipe, ésta le dijo – Y te aseguro, que si lo haces, tú te transformarás en … cri, cri, cri.
Daniel, me produce un tremendo orgullo leer tu comentario. Sigo practicando, cada día, no sé si en el camino del dominio (imposible) pero sí en la senda del perfeccionamiento y el aprendizaje. Un fuerte abrazo.
Me gusta porque el príncipe tampoco esperó a saber en qué se convertiría, tantas eran sus ganas de besar a la princesa, y quizás sea más feliz en eso que se haya convertido... menos pose! Un abrazo Maite
Anita: no sé si le dió igual convertirse en lo que fuera, o le pilló desprevenido por osado y desconfiado. Pero tal vez tengas razón, y ahora sea incluso más feliz. Un abrazo.
Claudia, el conjuro acabó completándose, el problema fue que la besó antes de saber en lo que él se convertiría, y de ese modo chafó a la princesa y a sí mismo. Todo por no hacerle caso a ella, ¡si es que los hombres nunca nos escuchan! ;-p
Angeles: puede que tengas razón, ¿quién podría parar a un príncipe habtuado a obtener aquello que desea? Tu comentario también es encantador, espero no caer bajo ese encantamiento ;-)
Adivín: ese último cri, cri, cri, me ha sonado más bien a un travieso ji,ji,ji. Tal vez sean los críticos los que no entienden a los escritores :-D Un abrazo
Lola, adivino que tú también los has visto, tal vez puedas contar a los demás en lo que se convierten tras materializarse el conjuro ;-) Un fuerte abrazo
Bicefalepena: ya sabes que la curiosidad mató al gato, ay, ay, a ver si va a ser eso en lo que se convirtió ;-) Yo creo que un beso, a un ser amado, siempre merece la pena ¿no?
woody: pues nunca he tenido el placer de conocr a ninguno, pero conozco algunos otros con menos abolengo, que se creen príncipes, y esos son los peores ;-)
enmalestado: tal vez el príncipe "osado" nos de una pista de en lo que se convierte ;-) Así me gusta, que al menos escuches a veces, ya que reconozco que hay otras veces que...mejor no escuchar. Un fuerte abrazo
28 comentarios:
Jaja. La osadía tiene su precio. Si es que a veces no sólo hay que escuchar, sino entender cuando te dicen no.
Genial.
Joer. Me he quedado sin saber en que se convierte el príncipe.
Un beso.
Chula, lo malo es que los demasiado osados también fastidian a las princesas ;-) Un abrazo
Ay, Torcuato, con esa misma curiosidad me quedé yo ;-D pero espero que sea algo muy gordo y muy feo. Besos.
Pero que atrevido! Realmente dicen que quien no arriesga, no...
Besos
sencillo, pero directo.
Una idea sencilla, pero un microrrelato bien cerrado. Se nota que dominas el género.
Su, a veces se gana y otras...
Pero es cierto que hay que ser un poquito echado para adelante, o te puedes perder muchas cosas por miedo. Un abrazo.
Daniel, me produce un tremendo orgullo leer tu comentario. Sigo practicando, cada día, no sé si en el camino del dominio (imposible) pero sí en la senda del perfeccionamiento y el aprendizaje. Un fuerte abrazo.
Me gusta porque el príncipe tampoco esperó a saber en qué se convertiría, tantas eran sus ganas de besar a la princesa, y quizás sea más feliz en eso que se haya convertido... menos pose!
Un abrazo Maite
Anita: no sé si le dió igual convertirse en lo que fuera, o le pilló desprevenido por osado y desconfiado. Pero tal vez tengas razón, y ahora sea incluso más feliz. Un abrazo.
el príncipe se convierte en rana y se come al grillo.
los cuentos populares son muy cabrones.
Jejeje, pues yo creo que los dos quedan grillados :-p Un abrazo, vittt
¡Excelente Maite, me encanta! Y encima la besó antes que completara el conjuro, el muy malvado!
Besos,
Claudia, el conjuro acabó completándose, el problema fue que la besó antes de saber en lo que él se convertiría, y de ese modo chafó a la princesa y a sí mismo. Todo por no hacerle caso a ella, ¡si es que los hombres nunca nos escuchan! ;-p
La suerte estaba echada, era muy dicífil que ese beso no llegara...
un micro lleno de encanto.
Un abrazo Maite
Jamas la ciencia puede llegar a explicar al hombre. Ni los escritores a los críticos. Cri cri cri...
Blogsaludos
Angeles: puede que tengas razón, ¿quién podría parar a un príncipe habtuado a obtener aquello que desea?
Tu comentario también es encantador, espero no caer bajo ese encantamiento ;-)
Adivín: ese último cri, cri, cri, me ha sonado más bien a un travieso ji,ji,ji. Tal vez sean los críticos los que no entienden a los escritores :-D Un abrazo
Osado y bobo. Hay mucho así por esos caminos. Estupendo micro con final abierto.
Besos.
Lola, adivino que tú también los has visto, tal vez puedas contar a los demás en lo que se convierten tras materializarse el conjuro ;-) Un fuerte abrazo
Ja ja ja Besos. Uhi! Cri Cri Cri.
Que descaradamente osado eres, Manuel!!!! ;-) Un abrazo fuerte y un be...croac
Fue curiosidad o simplemente mereció la pena.
Un abrazo
Si lo piensas, los príncipes son siempre bastante bobos (y los de los cuentos, también)
Bicefalepena: ya sabes que la curiosidad mató al gato, ay, ay, a ver si va a ser eso en lo que se convirtió ;-) Yo creo que un beso, a un ser amado, siempre merece la pena ¿no?
woody: pues nunca he tenido el placer de conocr a ninguno, pero conozco algunos otros con menos abolengo, que se creen príncipes, y esos son los peores ;-)
Qué intriga! En qué se convierte? Muy chulo el micro, Matie. Fdo: Un hombre que escucha a veces
enmalestado: tal vez el príncipe "osado" nos de una pista de en lo que se convierte ;-)
Así me gusta, que al menos escuches a veces, ya que reconozco que hay otras veces que...mejor no escuchar. Un fuerte abrazo
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